Turning Point: The Bomb and the Cold War es mucho más que un documental sobre la Guerra Fría, es un trabajo exahustivo del cineasta Brian Knappenberger que explora los orígenes del conflicto entre el este y el oeste, después de la Segunda Guerra Mundial, desde el desarrollo de la bomba atómica hasta la actualidad con la invasión de Rusia a Ucrania.
A lo largo de nueve episodios, Knappenberger relata los acontecimientos que condujeron al Proyecto Manhattan y la detonación de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki; así como la carrera armamentista que definió la segunda mitad del siglo XX: “Lo que estamos haciendo es abordar casi 80 años de historia”, dijo el director en entrevista para MILENIO.
El documental que estrenó en Netflix se nutre de más de 100 entrevistas con personas de todo el mundo, “fuimos a siete países, porque creo que la Guerra Fría afectó a casi todo el mundo; así que, la dificultad fue tratar de contar la historia en su totalidad y considero que la invasión de Rusia a Ucrania también se convirtió en una parte importante desde el principio”, agregó.
A lo largo de dos años, Brian y su equipo de producción se enforzaron por contactar a personas clave para contar la historia, incluido Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania y figuras como Condoleezza Rice y Robert Gates; asi como los supervivientes de Hiroshima, “personas que sobrevivieron a la bomba nuclear y personas que forman parte de la historia”.
Turning Point arranca con las imágenes de los tanques de guerra dirigiéndose a Ucrania, “acabábamos de empezar la serie cuando Putin invadió Ucrania y estábamos pegados a la pantalla, como todos, tratando de descubrir qué significaba eso. Los tanques estaban rodando hacia Ucrania y había un atentado de asesinato contra la vida de Zelinsky”, dijo el director.
Entre los testimonios destaca el del periodista Garrett Graff, quien dice para la serie: “Si abres el periódico un día cualquiera, todavía vivimos las secuelas de la Guerra Fría”, que concluyó con la caída del Muro de Berlín a finales de los 80, pero, de acuerdo con varios testimonios del documental, revivió cuando Putin resucitó el espíritu nacionalista.
“Para justificar la invasión, Putin contaba una versión de la historia de la Guerra Fría, plagada de errores fácticos. Putin es hijo de la Guerra Fría y es famoso por decir que el colapso de la Unión Soviética fue la mayor tragedia geopolítica de la historia. Cuando él estaba contando esa versión de la historia, sentí que la historia no había terminado”, dijo Knappenberger.
Respecto a la entrevista con el presidente de Ucrania, el cineasta comentó que estaba al tanto de que su prioridad eran los programas de noticias y no un documental, pero lo convencieron de participar para reflexionar sobre un punto específico: “Realmente no se puede separar a Ucrania de la historia de la Guerra Fría y las tensiones que están sucediendo ahora”.
La guerra y la tecnología
El documental explora la historia del mundo antes y después de la Guerra Fría, poniendo foco en la creación y propagación de armas nucleares y la amenaza que representan para el mundo. Y el ejemplo más claro y comercial que el público puede encontrar de los efectos de las armas nucleares es Oppenhemier, la película que hace unos días triunfó en los Oscar.
“La tecnología siempre está vinculada a la guerra y no hay ejemplo más drámatico que ver lo que le sucede a la raza humana cuando ha sido interceptada con la tecnología que cambia el mundo y así es como lo vemos en la serie, la invención de la bomba, el proyecto Manhathan, el trabajo de Oppenheimer y todo eso, es realmente el centro de las ondas”, dijo.
“Ahora nos encontramos en medio de una especie de nueva Guerra Fría y la información y desinformación, eso fue parte de la Guerra Fría, adoptado una forma muy diferente en las redes sociales y a través de las comunicaciones por internet y la vigilancia, estamos estamos experimentando otro tipo de intersección de la tecnología con la raza humana”, explicó Brian.
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Una historia personal
Brian compartió que la Guerra Fría, como miles de personas en el mundo, lo marcó desde su infancia, “crecí cerca de un lugar llamado Rocky Flats en Colorado, donde había una instalación de fabricación de armas y era muy secreta, el gobierno nos ocultaba mucha información sobre lo que había allí, había temor de que estuviera contaminado”, recordó.
“Siempre estuve muy preocupado por las armas nucleares y ese es el punto de partida de la serie documental —explicó Knappenberger—. Creo que la Guerra Fría es realmente profunda, después de la invención de las armas nucleares se crearon formas diferentes de interacción entre los seres humanos y entre las dos superpotencias”
Esto, de acuerdo con el cineasta, “significó que las guerras por poder apuntaran a dictadores peligrosos en todo el mundo, incluyendo América Central y del Sur. Simplemente afectó la vida de todos, y creo que es una parte realmente importante y clave de la historia humana que ha sentado las bases de cómo vivimos ahora”, explicó Knappenberger sobre la historia.
MGR