Jennifer Lawrence calificó como una experiencia "degradante y humillante" cuando al comienzo de su carrera le pidieron que perdiera casi siete kilos en dos semanas para tener un papel.
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La obligaron a posar desnuda junto a otras mujeres más delgadas para que le tomaran fotografías que una productora le dijo que le servirían como inspiración para su dieta, agregó.
Cuando trató de hablar sobre esas exigencias, la actriz dijo que no pudo encontrar a alguien que la escuchara con empatía entre las personas en el poder.
"Estaba atrapada, lo puedo ver ahora (...) No quería ser una soplona, no quería que esas historias vergonzosas se comentaran en una revista, simplemente quería una carrera", agregó.
Jennifer Lawrence dijo que no fue sino hasta que se convirtió en una estrella mundialmente famosa que tuvo el poder de decir no.
La estrella de cine se comprometió a ser una defensora "para cualquiera que se haya sentido amenazado en esta industria".
"Vamos a impedir que suceda este tipo de comportamiento", dijo al concluir su discurso durante los Premios Elle Women in Hollywood.
"Dejaremos de normalizar estas situaciones horribles. Cambiaremos este discurso y haremos una diferencia para todos aquellos que buscan su sueños", concluyó.
ES