“Era feliz en su matrimonio, aunque su marido era el mismo demonio…”, es el comienzo de Ramito de Violetas, uno de los temas más cantados de Mi banda el mexicano; el grupo lanzó dicha canción en 1993, como parte del disco Bailando de caballito (Musart), y desde entonces ha trascendido generaciones: a la fecha sigue siendo un clásico de fiestas, bares o cualquier reunión con amigos.
Pero lo que pocas personas saben es que esta melodía es un cover de la cantante española Cecilia, quien lanzó la primera versión en 1974. “Es un tema español, compuesto por una chava que su nombre de pila es Evangelina Sobredo Galanes. Desafortunadamente ella pertenece al selecto grupo de los 27 años: murió en un accidente automovilístico, venía con su grupo de un concierto y se estrellaron”, cuenta Casimiro Zamudio, vocalista y fundador del reconocido proyecto de 'tecnobanda'.
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En entrevista con MILENIO, el cantante relata aspectos poco conocidos de la banda originaria de Mazatlán, Sinaloa, que él comenzó en 1973 al lado de Jorge Hopkins y Francisco Vidriales.
“Empezamos como un grupo versátil, tirándole al rock tradicional. Nos dedicamos a sacar canciones de los éxitos que estaban en ese momento en la radio, que en ese tiempo era más en inglés que en español. En eso se basaba nuestro repertorio”, recuerda sobre la primera etapa de la banda, alejada del sonido que hoy la caracteriza.
Portada del disco 'Puras de rompe y rasga'
Tras varios años tocando covers en eventos como bodas, bautizos y cumpleaños, Grupo el mexicano – como se conocía en aquel entonces al proyecto; en los 90 cambió su nombre al actual – incursionó en los corridos y rancheras con su primer disco, Puras de rompe y rasga (1988).
“Desde que empezamos quisimos llegar a la farándula nacional como otros grupos lo hacían o lo hacen todavía, por ejemplo: Los tigres del norte, que en ese tiempo ya estaban funcionando en todos lados. Nosotros queríamos funcionar, ser reconocidos y que tocaran nuestros temas en la radio, pero no fue tan fácil”.
En su etapa regional, Grupo el mexicano logró notoriedad con temas como El gallo celoso, El hijo desobediente y La celda 27, pero su salto a la 'tecnobanda' en los 90 provocó un impacto a gran escala. “No fue hasta los 90 cuando encontramos una maquinita con la que hicimos un ritmo, después ya pusimos el bajo, empezamos a componer No bailes de caballito y santo madrazo la canción”, rememora Zamudio.
Ante la duda de por qué Mi banda el mexicano permanece en el gusto del público con el paso de los años, el vocalista responde: “La influencia que tenemos nosotros es de los 70. Entonces, las canciones que tocábamos en los 70 todavía están vigentes, y no me refiero a las canciones de nosotros sino a las que copiábamos. Esa es la influencia que traemos y el gusto por hacer las canciones: los temas que grabamos en los 90 tienen las mismas características de los temas que tocábamos en los 70, creo que eso es”.
Casimiro también responsabiliza de su vigencia a los valores que predominan en el ensamble musical: “Honestidad, decencia, respeto, profesionalismo, estar preparándose cada día más, no estar estancados y darle a la gente un espectáculo donde vean que realmente eres un verdadero artista, que lo que estamos haciendo nos gusta y que hay preparación”.
Casimiro y su hijo, Alan | Foto: Beto Franco
Aunque parece que la banda ya consiguió todo, su fundador dice que todavía les quedan sueños por materializar, por ejemplo: la conquista de Europa. “Tenemos una invitación para Europa el 15 de septiembre, en un evento que está promoviendo el consulado mexicano en París. Vamos dispuestos a conquistar el mercado europeo, ojalá que así se nos dé”, cuenta.
Sobre el estatus que él goza en México, de leyenda musical, comenta que se siente agradecido por conseguir este lugar en la historia musical del país. “La gente da su preferencia, nadie la obliga, y llegar a un consenso, donde toda la gente se ponga de acuerdo, no es fácil. Algo debo estar haciendo para que la gente me coloque entre sus favoritos”, reflexiona.
También resalta la buena aceptación que ha tenido su hijo, Alan Zamudio, como parte de Mi banda el mexicano: “La gente ya lo tomó como su personaje favorito; ese es el trabajo al cual me enfrenté y hemos logrado el objetivo”.
Por último, el nacido en Veracruz revela si, con su más de 6 décadas de vida, ha pensado en eso que aterra a todo artista: retirarse de los escenarios.
“El retiro es inminente porque cada día que pasa actúa en contra de nosotros, pero mientras tenga mis facultades estaré arriba de un escenario; la salud no sabemos cómo pueda estar mañana, pero al momento sigo en el escenario. El retiro tiene que llegar porque el tiempo no perdona, o como Juan Gabriel, que no le dio tiempo de retirarse. Esto es como el matrimonio: hasta que la muerte te separe”.
hc