Ser elemento de Vialidad en Lerdo no es fácil y más cuando en su labor implica la aplicación de infracciones a conductores con los que tienen que lidiar en su estado de ánimo, donde reciben desde mentadas de madre, amenazas y negación a reconocer que cometieron una violación al reglamento.
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Al respecto, el director de la corporación de Tránsito y Vialidad, Francisco de Hoyos refirió que por ello los 70 elementos con que se cuenta, participaron en un taller sobre estabilidad emocional organizado por el Instituto Municipal de la Mujer, donde especialistas en psicología los ayudaron para tener autocontrol y que adopten una actitud de respeto hacia los conductores.
Entre los requisitos que se exige para pertenecer a la Dirección de Vialidad es que tengan conocimiento policiaco, reciben capacitación teórica en cuanto a conocer el reglamento de movilidad y se les está preparando en el terreno práctico por espacio de tres meses, pues un mes está en vialidad de crucero, otro mes de auxiliar en patrullaje y un último mes en operativos, ya sea Cero Tolerancia o de Alcoholímetro.
Son tres turnos los que se tienen: matutino, vespertino y nocturno, siendo en este último donde se demanda un personal más reducido por las condiciones propias de la movilidad durante ese periodo del día.
Las multas más recurrentes son conducir usando celular, la falta de cinturón de seguridad y pasarse en rojo el semáforo.
De la negación a la mentada
Paola Fernández, elemento de la Dirección de Tránsito y Vialidad con más de 14 años de servicio, refiere que a lo primero que se enfrentan ella y sus compañeros es la negación del conductor(a) que es sorprendido violentando el reglamento y que al ser detenido para observar dicha falta, lo niega.
“Ahí después viene lo complicado, cuando se topa uno con gente grosera, prepotente e influyente que no acepta que le apliques una infracción, pues nos agreden verbalmente con rayadas de madre y aunque casi estamos acostumbrados, no deja de incomodar”.
“Hay algunos, sobre todo hombres, que de plano cuando les quito la placa me la arrebatan y no dejan que cumpla con mi trabajo, pues se paran frente donde están las láminas para evitar que las desatornille”.
“Provocan para librarse”
Raymundo Zatarain Gámez, con apenas dos años de servicio como agente de Tránsito y Vialidad, sostiene que las infracciones es obvio que causan molestia entre los conductores, cuya reacción de estos es demasiado explosiva hacia los agentes.
Dijo que en estos encuentros con iracundos infractores, lo que reciben los agentes como él son insultos, aunque como parte de la capacitación en autocontrol y derechos humanos recibida, la idea es no caer en su juego, que a eso le apuestan para poder librarla.
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