Anciano no se arrepiente de tener a sus hijos, sino de no darles todo

En sus años mozos, nunca lo pensó, pero pasaron los años y casi al final se ha quedado solo.

Eduardo Estrada, de 77 años padece de diabetes, rodilla y cadera. (Armando Moreno)
Armando Moreno
San Pedro, Coahuila. /

En el marco del "Día de la Senectud", Eduardo Estrada, de 77 años, enfrenta la vida completamente solo y sin opción de mejorar su calidad de vida, ya que tiene diabetes y secuelas en la cadera y rodilla.

Con mucha tristeza recordó a sus hijos, a quienes casi no ve, pero esto no le impide seguir adelante y establecer en cierta forma sus actividades rudimentarias.

Expresó que se arrepiente de no haber dado lo mejor a sus hijos y no se arrepiente de haberlos traído al mundo, ya que según él, Dios así lo quiso.

Para Eduardo el “Día de la Senectud”, es un día común y corriente, además el municipio de San Pedro, no hace nada de festejos para las personas que alcanzan una edad adulta, “no les importa en qué condiciones estás”, dijo.

Don Eduardo aseguró que no se raja y le pone al jale en todo momento, está consciente que alcanzar una buena calidad de vida y libertad económica, no sería posible por su edad.

Enfatizó que vivir y estar solo es lo más triste que puede pasarle a uno, pero aun así no deja morir y continúa con esperanza que alcanzar paz y tranquilidad.

Aseguró que no tiene alguna actividad certera, que sea dinámica para generar algo de dinero, además añadió que los años ya pasaron y solo espera el desenlace.

En el largo camino de su vida, le queda la experiencia, el conocimiento que trata de dejar o alguna enseñanza en aquel que lo recibe con agrado.

Dijo que no se dejará vencer por las adversidades y da gracias a Dios por la oportunidad de vivir una vida larga y llena de emociones, sonrisas, tristezas y amarguras.

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