En Cañón de Fernández, 9 de cada 10 especies de peces son invasores

El cangrejo de río, la tilapia, el pez guppy, entre otros, son introducidos de manera indiscriminada generando un alto costo ambiental.

Especies invasoras en Cañón de Fernández. l Rolando Riestra
Luis Carlos Valdés
Torreón, Coahuila /

El 90% de las especies de peces que habitan en el ecosistema del Cañón de Fernandez en el afluente del Río Nazas, son invasoras; y sólo el 10% son especies nativas.

De acuerdo a Gabriel Fernando Cardoza Martínez, profesor e investigador de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED) y del Laboratorio de Ictiología, Ecología Pesquera y Acuicultura de dicha institución, especies como el Cangrejo de Río, la Tilapia, el guppys, Cangrejo de Río, entre otras especies, son introducidas de manera indiscriminada generando un alto costo ambiental, dañando el ecosistema y la pérdida de biodiversidad y especies nativas.

El pasado 10 de julio, MILENIO dio a conocer el trabajo realizado por los expertos de la UJED, que obtuvo recursos de parte de la convocatoria lanzada el pasado 16 de abril por parte de la iniciativa Fondo de Agua de La Laguna, en donde se daba a conocer la invasión del Cangrejo de Río (Procambarus clarkii), altamente depredador en el Río Nazas, en la zona natural protegida del Cañón de Fernandez, de los municipios de Lerdo y Cuencamé, Durango.

Importancia de especies de peces nativas

Estas especies generan múltiples beneficios. El experto refirió uno de ellos: “Todas las especies de peces nativas aportan beneficios al tener una función en particular, como el control larvas de mosquito. Está documentado que en otros lugares que cuando desaparecen ciertas especies de peces, se disparan las enfermedades por transmisión de vectores de mosquito como el chikungunya, dengue, entre otras, causando pérdidas millonarias por saturación en hospitales, muertes, entre otras consecuencias, todo se derivó que se extinguieron estas especies de estos humedales que son controladores naturales de estas larvas”, lamentó.

Presencia de Cangrejo de Río desde hace 20 años

Derivado de esta publicación, se realizó una investigación sobre el trabajo realizado por el cuerpo académico del Laboratorio de Ictiologia, Ecología Pesquera y Acuacultura de la Facultad de Ciencias Biológicas de la UJED en Gómez Palacio llamado “Gestión Ambiental y Uso sustentable de los Recursos Naturales”, quienes identificaron el cangrejo de río, y que además no es la única especie que amenaza el ecosistema de la zona natural protegida del Cañón de Fernandez.

Entrevistado en su laboratorio que comparte con Fernando Alonso Rojo, Cardoza Martínez mencionó sólo algunas de las especies que han sido identificadas en campo y que en mayor o menor medida han causado un daño ambiental por la depredación del ecosistema.

“La presencia del Cangrejo de Río está documentada hace cerca de 20 años en que se tienen los primeros registros de su presencia como especie exótica invasora en la Cuenca del Nazas”.

Explicó que una especie, es un organismo que no es originario de un lugar determinado; y se convierte en “invasor”, cuando se logra proliferar, desarrollarse, causa modificaciones en el ecosistema a donde llega, tal y como lo es el Cangrejo de Río.

Estas especies tienen características particulares: Rápido crecimiento, una reproducción efectiva, producen muchas crías, se reproducen varias veces al año. Son exitosas ecológicamente hablando, por su rápida reproducción. Se alimentan prácticamente de todos los recursos. Son muy resistentes.

“En el caso del Cangrejo Rojo, a diferencia de otros organismos, puede tolerar baja oxigenación, calidad baja de agua con ciertos contaminantes, aguas estancadas con fondos lodosos”.

Mientras que algunas especies de peces nativos, son muy sensibles, ya que han evolucionado durante millones de años y toleran una calidad de agua buena, con un nivel aceptable de oxigenación, agua sin tantos sedimentos, contaminantes o metales pesados.

Pero la tolerancia de especies exóticas invasoras como la que tiene el Cangrejo, otras especies de peces que han sido introducidas en la Cuenca del Nazas manejan el mismo nivel de tolerancia y por lo mismo, llevan ventaja sobre las especies locales.

Especies invasoras vs nativas

Según describe Cardoza Martínez, la fortaleza que han desarrollado las especies depredadoras, ha provocado que se inicie la competencia por los recursos; se inicia la depredación en donde evitan que especies nativas cumplan su ciclo de vida, impactando en la reproducción, alimentación e incluso modificando el ambiente como en la calidad del agua.

“Aunque faltan muchas investigaciones, se ha demostrado que uno de los impactos es que el Cangrejo de Río también llamado Cangrejo Rojo, es un crustáceo que ha competido directamente con las especies de peces locales, contribuyendo a disminuir la diversidad biológica, desplanzando a ciertas especies de peces, disminuyendo sus poblaciones. De tal manera que actualmente en los muestreos que se realizan de la fauna local de peces, es difícil encontrar una sola especie nativa en la parte baja del Nazas, desde la cortina de la Presa Francisco Zarco, hacia el Valle de León Guzmán, pasando por el Cañón de Fernandez que aún y que es considerada Zona Natural Protegida, hasta el Parque Raymundo, Puentes Cuates.

Existe documentación que refiere que hace cincuenta años, investigadores reportaron que la mayoría de las especies de peces que ahí se encontraban eran nativas. Pero ahora los registros señalan que han sido desplazadas por el Cangrejo de Río. Sin embargo, alertó que éste no es el único factor de la pérdida de diversidad biológica en los organismos acuáticos en el Cañón de Fernandez: Las presas que generan un “represamiento” del agua causa un impacto negativo sobre la diversidad, la contaminación del agua por sales y sedimentos. Las represas pequeñas que cortan el flujo del agua para que suba a los canales de riego, que corta la velocidad del agua y los peces nativos, se ven afectadas por la falta de flujo de agua.

“La pérdida de biodiversidad es un gran problema en el mundo. En particular la biodiversidad asociada a humedales como el sitio Ramsar del Cañon de Fernandez de agua dulce, son sensibles a especies exóticas, contaminación, porque son lugares cerrados a otras cuencas o al mar, por lo que son los más impactados en cuanto a pérdidas de diversidad biológicas”, recalcó.

Ganan terreno las especies exóticas invasoras

El trabajo realizado por este laboratorio de la UJED muestra cifras que impactan: Hace 50 años, entre el 70 y 80% eran especies de peces nativos y 20% especies exóticas invasoras. Pero ahora la segmentación ha cambiado. en dónde hay un 60% de especies nativas y el 40% son invasoras.

“El problema a resaltar es que en la parte baja de la Cuenca, en dónde está el Cañón de Fernandez existe una proporción inversa, en donde del 80 al 90% de los peces encontrados son exóticos invasores mientras que del 10% al 20% restante son nativos”.

¿Cómo llegaron estas especies invasoras?

De las especies de peces originarios de la región documentadas con presencia en la parte media y alta: Lunetitas o Cyprinella Garmani con coloraciones color azul, morado. Otras especies nativas llamadas Notropis, una carpita originaria de la Cuenca del Nazas. Bagre nativo del Nazas; estas abundaban en la parte baja, pero su presencia ha ido retrocediendo.

Mientras que entre las especies invasoras se encuentran: El Cangrejo Rojo y los Guppys. Introducidas por el gobierno federal en 1970 de manera indiscriminada en las presas de la región: La Carpa, la Tilapia Africana, Bagre de Canal, las Mojarritas, Carpa de Asia, Lobina Negra, Pez Forraje; y otras especies por registrar.

“Como región, se corre el riesgo de perderse la identidad de la biodiversidad de peces nativos, se pierden fuentes de alimentación, recursos genéticos, perdemos especies que pueden ser emblemas, especies que cumplen ciertas funciones al medio ambiente”.

Dijo que la mejor composición de la comunidad de los peces ya no están en el Cañon de Fernandez, sino que están en la parte media, en el río Covadonga que está fuera del área natural protegida. En un dado momento dijo, se debe replantear la zonificación de esta área natural protegida para abarcar zonas como Peñón Blanco donde hay una comunidad de peces muy importante como los llamados Percas.

¿Qué causa la presencia de especies depredadoras?

La acuariofilia, el gusto por los acuarios y las peceras. La presencia de la mayoría de las especies exóticas invasoras son producto de las especies compradas o adquiridas en acuarios.

“Personas que tuvieron mal manejo de las especies, ya no los quisieron en sus casas y fueron depositados en el río Nazas como fue el cangrejo rojo, los guppys. Muchas especies con importancia comercial y pesquera se introdujeron por el mismo gobierno, en México existió una política de incrementar la productividad y el extensionismo en el campo. Que independientemente del beneficio económico y social, el impacto y el costo ambiental para un ecosistema de agua dulce es muy alto. Además por la pesca deportiva se han introducido la Lobina Negra y el pez forraje, y otras variedades parecidas que se han introducido de manera indiscriminada”.

Pez Diablo, la nueva amenaza

En la presa ‘El Infiernillo’ en Michoacán, por la presencia del Pez Diablo, se perdieron fuentes de empleo y los pobladores tuvieron que migrar, porque se acabó las especies de peces con importancia comercial, calculando la pérdida en millones de pesos, se perdieron turistas.

“Esta especie tiene poca aceptación para ser comida o alimento, pero acaban con gran parte de la economía y el ecosistema”.

Si bien en la cuenca del Nazas no se tiene documentada la presencia del Pez Diablo ya se tienen registros al norte de Coahuila en el Río Salado. Sin embargo, sí se tiene presencia de este pez en acuarios, en tiendas de mascotas y peceras: “El peligro es latente, ante la mala decisión de liberarlo a un cuerpo de agua o río. Tiene rápida reproducción, es muy agresivo, ya que puede crecer en grupo de peces.

A diferencia del cangrejo rojo o de río que mide de 15 a 20 centímetros, el Pez Diablo puede crecer hasta 50 centímetros. Es más dominante y provoca modificaciones en las paredes de los ríos o lagunas de las presas, haciendo excavaciones, volviendo el agua turbia y de mala calidad, deslaves y daño a la infraestructura hidráulica, volviéndose la especie dominante y única, sin ser atractivo como alimento ni pesca deportiva.

“No tiene depredadores y esta especie en particular representa un peligro latente. Ahorita no tenemos el peor escenario, porque pueden causar daños mayores”.

Por ello dijo, se busca trabajar en labor de concientización para prevenir su llegada. Dijo que se realizará educación ambiental, se trabajará con los acuarios y personal que venden especies de agua dulce. Con los directores de áreas naturales protegidas, pobladores, entre otros.

Aseguró que si bien está regulada y la comercialización de especies sí está permitida por la Ley General de Protección al Ambiente, lo que está prohibido es llevar especies exóticas a los cuerpos de río. Por lo que al estar en una Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, debe haber sanciones por parte de PROFEPA o Semarnat. Sin embargo, el poco personal, no hay presupuesto, la falta de vigilancia, hacen ver un escenario poco alentador.

Ante esto, sugirió que antes de liberar a un área natural protegida, a los peces o especies que adquirieron en estos lugares, hay que regresarlos a los acuarios para que ellos se hagan responsables de su manejo. “Antes de adquirir una especie, se debe estar consciente de que el periodo de vida será largo y que no es correcto liberar a estos organismos, y si no se puede continuar, hay que regresarlos a los lugares de adquisición”.

Educación ambiental con títeres

Entrevistado en el CRECO (Centro Regional de Educación para la Conservación), dirigido por la bióloga Sandra Leyva, ubicado en el Vivero Forestal de Ciudad Lerdo, Durango, Gabriel de Jesus de la Peña Uribe, investigador adjunto en la Facultad de Ciencias Biológicas de la UJED y promotor del teatro con títeres “Programa de Educación y Cultura Científica”, que desarrolló un cuento y la representación de la obra de títeres: “Los Temibles Invasores del Nazas”: “El texto se realizó con una revisión de literatura para conocer sobre las especies nativas, su comportamiento en el medio ambiente y alimentación; e información sobre las especies invasoras que han llegado a la región”.

Dijo que como parte del Laboratorio de Ictiología de la UJED se busca mostrar a las nuevas generaciones, estudiantes de kinder hasta profesional, de una manera amena y divertida, a través de una especie de teatro guiñol, cómo se dan las invasiones de especies y cómo afectan a los peces nativos y a todo el ecosistema.

aarp


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