A dos semanas de los ataques armados que costaron la vida de por lo menos siete trabajadores del volante, la capital de Guerrero registra una reactivación total del transporte público y de todos sus planteles educativos.
El lunes 5 de febrero, cuatro ataques armados en diferentes puntos de la ciudad dejaron el saldo de igual número de choferes de taxis y combis asesinados, una de las víctimas fue calcinada dentro de su unidad.
De ahí al lunes 12 de febrero hubo más agresiones que dejaron en siete el registro de víctimas mortales, lo que propició la paralización de todo el transporte público y el cierre de las escuelas.
Para el miércoles 14, de acuerdo con el obispo emérito de Chilpancingo, Salvador Rangel Mendoza y el párroco José Filiberto Velázquez Florencio, los dirigentes de las organizaciones criminales Tlacos y Ardillos lograron un acuerdo, consistente en respetar sus negocios y con ello desactivaron un posible enfrentamiento mayor.
Así la ola de violencia:
El jueves 15 y el viernes 16 la reactivación del transporte local fue notable, pero las escuelas siguieron cerradas.
La tarde del domingo 18 de febrero, el titular de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), Marcial Rodríguez Saldaña, confirmó que ya había condiciones para que este lunes 19 las clases presenciales se reanudaran.
Recordó que el lunes 12 había emitido un comunicado en el que se llamaba a retomar las clases presenciales, aunque dicho exhorto no tuvo éxito por los hechos suscitados en la colonia Javier Mina.
Relativa paz en Chilpancingo:
Consideró innecesario emitir un comunicado el domingo, pues al mantenerse firme el aviso del lunes 12, los directores y el personal docente de cada plantel educativo sabía que ya podían regresar a clases.
Finalmente hoy 19 de febrero, la mayoría de las escuelas reanudaron sus actividades.
Solo la Escuela José Martí, ubicada en la colonia Caminos se mantuvo cerrada, pero fue a partir de una reunión convocada por la dirigencia del Sindicato Unico de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (SUSPEG).
SNGZ