La problemática de la desaparición en zonas como La Laguna trastoca al menos las últimas tres décadas. Las familias de las personas ausentes han logrado que estos casos trasciendan más allá de lo mediático y den forma a esfuerzos colectivos que permiten la búsqueda de miles más.
Sin embargo, hay otros factores que también erigen algunas historias como “casos emblemáticos” en la región, ¿por qué? La socióloga e integrante de la Red de Mujeres de La Laguna, Tania Díaz Chávez, explica que depende de diversos factores sociales, económicos y políticos de las diferentes épocas.
“Tiene que ver como todo fenómeno social que responde a factores como coyunturas políticas, sociales y las condiciones económicas que prevalezcan en cada época. También tiene mucho que ver con el papel de la sociedad como sujetos activos y las características de cada movimiento social”.
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Refiere que los movimientos sociales de alcance mundial e internacional representan otro factor importante, además del uso de plataformas digitales.
“También responde a las herramientas tecnológicas de cada época y actualmente toman un papel fundamental en la manera en que nos relacionamos, además de que causa un impacto en materia ideológica y viral”.
Puso de ejemplo el movimiento feminista que actualmente tiene una relevancia social y mediática, la cual hace que las desapariciones de mujeres más recientes generen un mayor ruido.
La socióloga expone que algunos “casos emblemáticos” que se dan en diferentes partes del país tienen su origen en ideologías clasistas o estereotipos sobre las personas que desaparecen, cuando es una problemática añeja que toca a toda la población.
Destaca la necesidad de que haya un criterio amplio de la sociedad ante las historias mediatizadas y la exigencia de que las autoridades hagan su trabajo.
“Primero hay que dejar en claro que es una cuestión de corresponsabilidad. Las autoridades tienen un gran peso, pero todos los actores sociales tenemos que involucrarnos primero informándonos de una manera crítica, analítica y confiable”.
En el plano local, coincide en que la labor de las familias ha logrado llevar más allá de los medios los casos de personas desaparecidas y mantener una constante crítica y exigencia para las autoridades de procuración de justicia.
“Otros casos que han sido muy sonados y visibilizados obedecen más al esfuerzo de quienes están luchando para buscar justicia. En el caso de Edna y Fanny, por ejemplo, tiene que ver mucho con la labor que hicieron sus familias”.
Edna Xóchitl, desaparición que marcó a La Laguna
Casos como el de la pequeña Edna Xóchitl López González, raptada en la colonia Ampliación Lázaro Cárdenas el 26 de agosto de 1991, calaron hondo por una problemática en perjuicio de las infancias que se vivió en la década de los noventa.
Sin embargo, no fue un caso aislado y en el camino de su búsqueda, Reyna Xóchitl González y Heriberto López, su madre y padre, encontraron a más familias que enfrentaron la ausencia de sus hijos porque fueron sustraídos o robados.
De ese encuentro y la asesoría legal de José Guadalupe López Domínguez, surgió el primero de octubre de 1992 la fundación 'ProLocalización de Niños Desaparecidos Asociación Civil', la cual permaneció activa durante la década de los noventa y sirvió como inspiración para la creación de otras organizaciones similares en el norte del país.
Los registros hemerográficos de La Opinión dan cuenta de que por esta asociación fue posible ubicar a algunos menores ausentes, aunque el caso de López González no corrió con la misma suerte.
Madre de ‘Fanny’ Sánchez forma Grupo Vida
Otro ejemplo de casos que trascendieron para generar un espacio colectivo fue el de Silvia Stephanie, ‘Fanny’ Sánchez Viesca, quien desapareció el 5 de noviembre de 2004.
La investigación del Colegio de México: “Formación y Desarrollo de Colectivos de Búsqueda de Personas Desaparecidas en Coahuila: Lecciones para el futuro”, expone el grupo de Víctimas por Nuestros Derechos en Acción (Vida), nació luego de un conversatorio en abril de 2013 relacionado con la Ley General de Víctimas.
En ese contexto, Silvia Ortiz, madre de Fanny y vocera de la organización, compartió las actividades que año con año realiza para la visibilización del caso de su hija y vieron oportuno el 10 de mayo de ese año hacer algo en conjunto. De ahí surgió la organización con apenas 12 familias, aunque en la actualidad esa cifra es mayor.
Un caso similar pasó con Lucy López Castruita, quien busca desde el 13 de agosto de 2008 a su hija Irma Claribel Lamas López, quien tras varios años de búsqueda, coordina el colectivo 'Voz que clama justicia por personas desaparecidas'.
aarp