Han transcurrido 16 días en que 13 policías de Coyuca de Benítez fueron esposados y ejecutados en la comunidad de El Papayo, región de la Costa Grande de Guerrero.
El 23 de octubre, hombres armados esposaron y ejecutaron a 11 policías municipales, al director Honorio Salinas Garay y el secretario de seguridad Alfredo Alonso López, abatidos en una emboscada.
Hasta hoy el alcalde emanado de las filas de Morena, Osiel Pacheco Salas, admite no tener planificado cómo va a resolver el caso de las trece viudas y respectivas familias de los agentes.
Testimonios de los dolientes revelan que los once policías percibían el salario mínimo y nadie tenía ni tienen seguro social, ISSSTE y mucho menos seguro de vida.
“La verdad es que sólo tenemos seguro el salario, cuatro mil 800 pesos, sin derecho a seguridad social.
Nuestra familia quedó desamparada, hasta hoy miércoles ocho de noviembre, el alcalde Osiel Pacheco, no nos ha dicho nada. Tampoco ayudó, en pleno huracán tuvimos que sepultarlos”, reprocha la mujer y pide el anonimato.
Entre los dolientes señalan qué hay temor, pero guardan silencio, dicen qué hay cosas que no pueden hablar, esperan una reunión con el edil de Morena, pero tampoco tienen fecha.
En una breve entrevista telefónica con el alcalde Pacheco Salas, dice que no tiene nada que declarar respecto de 13 efectivos de seguridad ejecutados.
“Ahorita ando muy ocupado con los daños del huracán. Eso es más importante.
“Yo aún no tengo definido que vamos a hacer con las familias, ni como les vamos a ayudar ni que vamos a hacer”, dijo y colgó la conversación.
LG