El consumo de alcohol entre menores es un problema de salud pública grave y este suele comenzar durante la adolescencia, pero se hace más frecuente a medida que los jóvenes crecen. De hecho, es la sustancia tóxico-adictiva más utilizada entre quienes cuentan con 13 años de edad o menos alcanzando al 50% de éstos.
De acuerdo con la segunda encuesta Planet Youth 2022, realizada entre más de 61 mil guanajuatenses de hasta 13 años y a la que MILENIO tuvo acceso, cinco de cada 10 han probado alcohol alguna vez en su vida.
Sin embargo, las cifras son preocupantes también cuando hablamos de consumo en los últimos 12 meses previos a la realización de la encuesta en la que casi cuatro de cada 10 menores declararon haberlo ingerido, mientras que el 25 por ciento lo hizo en los últimos 30 días.
El estudio desarrollado se levantó en estudiantes de mil 99 escuelas de 26 municipios de la entidad; del total de los jóvenes, según las cifras, de lo que va del 2022, el 18 por ciento de los encuestados se han intoxicado con alcohol en su vida, hecho que se ha atribuido principalmente al encierro que en su momento ocasionó la crisis generada por la pandemia.
Si bien es cierto, para muchos adultos las calles son sinónimo de delincuencia y actos ilegales donde adolescentes son más propensos al consumo de drogas; la encuesta señala que en el 2022, el 7 por ciento de los jóvenes prefieren consumir alcohol en la casa de algún amigo o conocido; como segunda opción encuentran apta la calle con un 5 por ciento, y por último eligen su propia casa con 4 por ciento de preferencia.
La encuesta realizada entre mayo y junio de este año, señala que uno de los factores con mayor relevancia para que adolescentes prueben drogas como el alcohol es su fácil acceso ya que la mayoría de los menores de edad pues en el 2022, un 9 por ciento de los consumidores compra bebidas alcohólicas en tiendas de conveniencia; un 6 por ciento recibe de un familiar bebidas embriagantes, mientras que el 3 por ciento de los encuestados lo recibe de algún conocido mayor de 18 años que no es su familiar, y otro 3 por ciento lo consigue en la escuela o con amigos del colegio; mientras que el 1 por ciento restante lo toma de casa de un familiar sin que él o ella se den cuenta.
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Por su parte solo el 83 por ciento de padres de familia o tutores desaprueban que sus hijos se embriaguen, sin embargo, la falta de atención y tiempo de calidad que los adolescentes reciben por sus tutores es mínima.
Según el estudio, un 71 por ciento de los padres de familia pasó tiempo con sus hijos durante los fines de semana, mientras que la cifra desciende a 61 por ciento de los adolescentes que dicen pasar unas cuantas horas con sus padres durante los días de de la semana laborales.
“Les pedimos a los padres de familia que al menos le dediquen una hora de calidad a sus hijos, porque llega a suceder que están una hora, pero los padres se quedan sin hablar, están hablando por el celular, uno está viendo la televisión, otro está viendo la tableta y realmente un intercambio adecuado no lo hacemos.
“Actualmente solo el 20 por ciento de los niños hace alguna actividad física más de tres veces a la semana”, declaró el secretario de Salud de Guanajuato, Daniel Díaz Martínez.
Estos resultados de desapego familiar pueden desencadenar en la mayoría de los casos problemas de depresión, angustia y frecuentes ataques de ansiedad; el estudio incluyó una pregunta donde dicen en qué prefieren contar con el apoyo de sus padres a lo que el 81 por ciento contestó que prefieren tener cariño y calidez de sus tutores; un 61 por ciento dijo que le gustaría tener una conversación sobre temas personales y el 86 por ciento aseguró le gustaría recibir consejos sobre los estudios.
Durante el 2020 y 2021 el 68 por ciento de adolescentes pasaba tiempo con sus padres después de la escuela, pero para el 2022 la cifra bajó un 7 por ciento; además se les cuestionó sobre qué perciben que a sus padres no les importaría que los jóvenes estuvieran haciendo a lo que refirieron que con un 2 por ciento más que en 2020, no les importaría si sus hijos se emborracharon o si usaran cigarrillo electrónico o vapeadores.
Esta ausencia de atención arroja en los datos que el principal consolador de cariño sean las bebidas embriagantes, alcanzando la cifra más alta con un 14 por ciento, que refiere los jóvenes se refugian en eso, le sigue el consumo de cannabis con 13 por ciento, y con el 5 por ciento el consumo de cigarrillos de manera cotidiana.
Lo más preocupante es que solo el 2 por ciento de los tutores de hijos que fuman saben sobre su paradero durante las noches, el 8 por ciento de los padres de hijos que consumen alcohol varias veces durante un mes es solo el 8 por ciento; y tan solo el 6 por ciento se preocupa por los que consumen marihuana.
Se les preguntó a los jóvenes que estaban de acuerdo y dispuestos a hacer simplemente para no quedar fuera del grupo de compañeros, a lo que la mayoría contestó con un 6 por ciento por cada rubro que beber alcohol, fumar cigarrillos y usar un vapeador no les afectaría tanto y estarían dispuestos a realizar.
Por lo que un 26 por ciento de los alumnos contestó que la mayoría si no es que todos sus amigos consumen alcohol. Esto repercute profundamente en las actividades de los estudiantes por lo que solo el 9 por ciento de
los encuestados se siente identificado con el salón de clases.
Según los datos de los encuestados, solo el 21 por ciento de los adolescentes consumidores de alcohol ha estado una o más veces fuera de casa después de la media noche, de los cuales el 9 por ciento lo hace por lo menos tres veces a la semana.