En 1958 se funda el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales (Inif), en 1960 el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (Inia) y en 1967 el Instituto Nacional de Investigaciones Pecuarias (Inip), cuya fusión por Decreto Presidencial emitido el 23 de agosto de 1985, dieron vida al Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap).
Desde su fundación en 1985, se ha caracterizado por ser en nuestro país una institución de excelencia científica y tecnológica. El Campo Experimental La Laguna del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias, cuya sede se encuentra en el municipio de Matamoros, Coahuila, inició sus actividades de investigación en 1957 en un pequeño edificio, en el cual llevaba a cabo experimentos en forraje, sin embargo, en 1967 se construye un nuevo edificio anexo con recursos propios del Gobierno Federal y también del Banco Interamericano de Desarrollo.
Actualmente focaliza sus investigaciones en apoyo a lo relacionado a los sistemas producto de bovino de leche, caprinos, nogal, así como de cultivos forrajeros, agua y suelo, hortalizas y sanidad agrícola, entre otros rubros. Cuenta con una amplia gama de laboratorios como el de forraje, agua y suelo, geomática, inocuidad alimentaria, fitopatología, entomología y fibras de algodón.
Presente en todo el país
De acuerdo a Karla Rodríguez Hernández, jefa del campo del Inifap, Campo Experimental La Laguna tanto de Coahuila como Durango, “somos un centro de investigación, encargado de generar tecnología para los productores de diversas áreas pero tenemos nuestras oficinas centrales en la Ciudad de México. Actualmente el director regional es José Antonio Cueto Wong de la región norte centro, que abarca Durango, La Laguna de ambos estados, Zacatecas, Chihuahua y Aguascalientes”.
“Tenemos también centros regionales especializados de investigación, tal es el caso del Centro Nacional de Investigación Disciplinaria (Cenid) en Fisiología y Mejoramiento Animal, es totalmente pecuario y está en Querétaro, pero también contamos por ejemplo con el Cenid Raspa, está relacionado con el agua, suelo, planta y ambiente, está en Durango”, manifestó.
El Infap tiene un laboratorio de clima en donde se hacen todas las mediciones climatológicas para las cosechas, “contamos con un centro disciplinario de investigación en Morelos sobre salud animal y en el ámbito forestal, que se encuentra en la Ciudad de México en el Parque de Los Viveros y también hay uno en agricultura familiar que está en la parte centro”.
En el Campo Experimental La Laguna, los investigadores trabajan principalmente con especies forrajeras como lo es la alfalfa, maíz, sorgo, así como también especies de invierno como avena y algunos cultivos alternativos como canola y cebada forrajeras.
“Para alimentar al ganado porque en la región lagunera una de las actividades más importantes es la producción de leche, hay que darle de comer a las vacas, La Laguna es la cuenca lechera más grande del país, y así como tiene productores con gran capacidad de producción, también tiene pequeños productores que son atendidos”, expuso Rodríguez Hernández.
Detalla que este centro siembran sorgo, “buscamos cuales son las mejores variedades, de hecho ahorita se está sembrado maíz de verano que no tarda en cosechar, ya estamos sembrando todo lo que son forrajes de otoño-invierno”.
“En el caso del forraje nosotros lo vendemos por kilo y a un precio muy bajo para los productores, este dinero que ingresa al Inifap, lo mandamos a las oficinas centrales y de eso regresa una parte para mejoras del centro”, expuso la entrevistada. Aunque también se trabaja con los bovinos de leche y con los caprinos, “contamos con un grupo de investigadores que trabajan con los caprinocultores, quienes son de los grupos más vulnerables porque son familias, tienen cabras que llevan al monte a pastorear, les dan los sobrantes de los establos”.
Pandemia frena proyectos e investigaciones
A nivel mundial la investigación para lo referente a la agricultura, está un tanto frenada, “hay menos recursos porque hay que dividirlo, en salud para descubrir la cura de muchas enfermedades, como el covid-19 por ejemplo, pero lo cierto es que el Inifap ha sobrevivido, porque para que el Banco Mundial le preste dinero a México necesita tener un instituto de investigación en agricultura y es porque la base de todos los países es la alimentación, un país que no alimenta a sus habitantes no es garantía”, señaló Rodríguez Hernández.
Asimismo, destacó que debido a la pandemia causada por el covid-19 se empezaron a detener algunos proyectos fiscales que son financiados por el gobierno, “esos se cancelaron todos, para junio todo se paró por el confinamiento que se estableció en todo el país”.
En el Campo Experimental La Laguna del Inifap se tiene una investigación que requiere de financiamiento para abatir la enfermedad que acaba totalmente con el melón la cual fue descubierta hace alrededor de tres años, llamada muerte súbita de las cucurbitáceas y aplica también para la sandía o las calabacitas, “mueren súbitamente y es causada por un hongo”, dijo. En este sentido, expuso que la maestra en Ciencias, Yazmín Chew, es una fitopatóloga que está buscando financiamiento y soluciones, de ahí que esté parada la investigación.
“Somos investigadores pero también llevamos el conocimiento y capacitamos a los productores, pues por lo mismo sembramos sorgo y buscamos cuales son las mejores variedades, de hecho ahorita se está sembrado maíz de verano que no tarda en cosecharse y ya estamos sembrando todo lo que son forrajes de otoño invierno”.
EGO