El sonido y el vibrar de las tamboras de danza de pluma o de carrizo (matachines) son una invitación automática al festín de asado de puerco y sopas que conforman el platillo de la reliquia, ese banquete que familias ofrecen a un santo o advocación de la Virgen María como parte de una manda o por gratitud, una fuente de identidad de La Laguna.
Es una costumbre religiosa tiene raíces en la migración nacional que a inicios de siglo se extendieron en las tierras laguneras, una ofrenda en forma de banquete que se reparte sin distinción alguna a quienes se acerquen luego de un rosario, con lo que creyentes y no tan creyentes acuden al llamado para disfrutar el platillo estrella de la región.
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¿Qué es la reliquia?
La palabra reliquia, en el sentido religioso proviene del latín reliquiae “restos”, que pueden tratarse de restos u objetos utilizados por un santo, sin embargo, en esta región fue la misma gente la que colocó este nombre al platillo, un significado salido de la misma comunidad.
En su propia manteca se fríe la carne de cerdo para luego bañarse en salsa roja de chiles secos o salsa verde de chile jalapeño, lo que se complementa con la guarnición de las llamadas “siete sopas”, entre las que puede haber pastas de espagueti, coditos o macarrón, y sopas con formas de letras, estrellas o fideos, sin faltar, un buen arroz.
Tras los cinco misterios, las letanías y cantos de alabanza del Santo Rosario empezará la repartición de la reliquia. Algunos asistentes toman su lugar en la mesa de la casa anfitriona y otros toman su lugar pero en la fila, ya con su respectivo recipiente para llevar, mejor conocido como ‘toppers’, a la espera de parar frente a las ollas donde sirven los anfitriones.
Descendencia zacatecana
Dentro del libro “Referentes identitarios de lo lagunero” de Blanca Chong, Ricardo Jurado, Melva Concepción Martínez y Perla Arellano, el capítulo tres examina el fenómeno de la reliquia desde sus orígenes y evolución, en la que se estima que la tradición vino en tren desde Zacatecas y se extendió a la Comarca Lagunera a través de la migración hasta su arraigo.
El trabajo coordinado por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Autónoma de Coahuila (UAdeC) se encargó de cuestionar a un grupo de habitantes de la zona metropolitana de La Laguna, y los entrevistados coincidieron en que la celebración con reliquia es una de las tradiciones más importantes.
Sindy Maribel Bueno Gómez, jefa de la Unidad Regional Durango de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas, destacó en la ponencia en el Archivo Municipal “Entre cazuelas te veas”, que el estudio de la UAdeC se enfocó en las actas de matrimonio alrededor de 1892 y 1910 en pleno crecimiento de Torreón, matrimonios de personas no nacidas en la región.
“En las actas de matrimonio localizaron a las parejas de personas no nacidas en La Laguna (Torreón-Gómez Palacio-Lerdo). Venían principalmente de Zacatecas, de la capital, de Fresnillo, San Miguel del Mezquital y de Jerez, y del estado de Durango, de la capital, San Juan de Guadalupe, Nazas y Peñón Blanco”.
Así, señala que para tomar el hilo de la historia de la reliquia se tiene como base que municipios de Zacatecas como Fresnillo, Jerez, Sombrerete, Valparaíso o Guadalupe cuentan con el llamado asado de bodas, cuyas características se asemejan a las de la reliquia, la diferencia son los motivos para hacerla.
Aspectos que componen una reliquia
Sindy Bueno Gómez destaca que los aspectos simbólicos que componen a una reliquia tienen que ver con lo religioso, la gastronómico y lo popular, lo que engloba una serie de elementos que distinguen y diferencian este platillo con otros guisos.
En el aspecto religioso, para que sea una reliquia debe ser ofrecida por cumplir una manda o promesa; por el sentimiento de compartir o por bendición de la comida. “Si no tiene estos tres elementos, es un asado de bodas o asado de rancho, pero no una reliquia”, destaca.
Sobre el aspecto gastronómico, Martha Rosales, promotora cultural de Culturas Populares Durango, enfatiza que la reliquia va más allá de ser un simple asado rojo y siete sopas, sino que está llena de simbolismo y tradición, cuya preparación e ingredientes varían según la comunidad pero forman la misma identidad.
En sus investigaciones destacan no solo se ofrece el platillo de cerdo con salsa, sino que hay comunidades y sectores en donde se reparte hasta mole, tamales u otros guisos para compartir en honor a un santo, recetas que son heredadas de generación en generación como la del tradicional asado rojo. Incluso Culturas Populares de Durango ya planea hacer un recetario de reliquias.
“En Rodeo hacen asado verde de chile poblano porque lo cultivan. En Peñón Blanco hacían reliquia con mole, pero una reliquia puede ser atole y pan, no solo asado rojo y siete sopas. Hay comunidades que hacen asado con chile molido y aún hay personas que usan el metate. En Mapimí ofrecen una sopa de macarrón y espagueti con mayonesa”, comparte.
Significado de la reliquia
El ex cronista de Torreón, Sergio Corona Paez (2017), presentó en 2006 un artículo titulado “La reliquia torreonense”, en el que muestra los significados que tomó esta tradición, en la que la carne representa el alimento del cuerpo, y las sopas el alimento del alma.
“Al parecer, cada una de estas sopas representa la voluntad de prometer al santo, el ejercicio de las siete virtudes opuestas a los pecados capitales: La humildad, contra la soberbia; la generosidad, contra la avaricia; la castidad, contra la lujuria; la paciencia, contra la ira; la templanza, contra la gula; la caridad, contra la envidia; la diligencia, contra la pereza”, expresó en su texto.
“En Zacatecas, la reliquia tiene muchos años de existir, tantos que el término ‘reliquia zacatecana’ es de viejo cuño y se refiere a la celebración religiosa de un santo con un platillo formado por asado de puerco y siete sopas de pasta. A diferencia de lo que ha pasado en Torreón, en Zacatecas la reliquia ha sido aceptada por los más altos círculos sociales”.
Sergio Corona destacó en sus investigaciones que la comarca lagunera ha tenido, desde la era virreinal, múltiples manifestaciones de culto privado como las danzas o las “acostadas” y “levantadas” del Niño Dios, han sido las tradiciones populares de carácter rural que más han pasado al ámbito urbano con los migrantes regionales.
En resumen, más allá de tener un profundo significado cultural y religioso, la reliquia resulta una expresión social que es parte de una identidad lagunera que mezcla la solidaridad comunitaria, el sentimiento de devoción y el agradecimiento por los favores recibidos.
Receta reliquia asado de puerco
- 1 kilo de pierna o lomo de puerco, cortado en piezas pequeñas.
- 10 Chiles anchos colorados (poblanos secos).
- 5 Tomates rojos (En México, jitomates).
- ½ Cebolla mediana.
- 1 Diente de Ajo.
- ¼ cucharada pimienta entera recién molida.
- ½ cucharada de orégano
- 2 hojas de laurel comestible.
- Hierbas de olor.
- 1 Taza de jugo de naranja.
- 1 Rodaja de cáscara de naranja.
- Aceite de maíz o cártamo.
- Sal al gusto.
Preparación
- Se coloca la carne en una cacerola grande y se cubre con agua. Se pone a hervir con las hierbas de olor hasta reducir el agua. Después de cocerla, freír y reservar, retirando las hierbas.
- Cocer los chiles desvenados y sin semilla, con el tomate, la cebolla y el ajo. Dejarlos enfriar y licuarlos con el orégano, el laurel y la pimienta.
- En otra cacerola, calentar aceite y verter la salsa licuada. Agregar el jugo y la cáscara de naranja y sazonar al gusto. Dejar hervir durante 20 minutos. Agregar la carne, hasta que se liguen los sabores.
¿Qué oficios participan en una reliquia?
- Piscadores de chile, tomate, cebolla o ajo
- Recolectores de especias como el orégano, laurel, clavo de olor o canela
- Leñadores
- Carboneros
- Criaderos de ganado porcino
- Matanceros
- Cocineros tradicionales
- Cereros (velas)
- Imaginero (elabora figuras de santos)
- Tienditas
- Tortillerías
- Dulcerías