María Eugenia lleva 30 años elaborando pan para mantener a sus 6 hijos: "el negocio me ha permitido salir adelante"

Día con día enseña a su familia la pasión por el trabajo en su jornada laboral que comienza a las tres de mañana.

María Eugenia tiene más de treinta años dedicada a la elaboración de pan. (Luis Carlos Valdés)
Luis Carlos Valdés
Torreón, Coahuila. /

Con 65 años de edad, María Eugenia Flores Bustamante, tiene más de treinta años dedicada a la elaboración de pan, que casa por casa lograba comercializar entre los vecinos de la colonia Villas La Joya en Torreón

Desde hace ocho años, se unió a un grupo de mujeres emprendedoras

¿Qué vende?

Desde cemitas, piloncillo con nuez, empanadas de piloncillo, cajeta con nuez, empanada de piña, fresa, pay de queso, pay de fresa y piña, gorditas de cocedor, entre otros productos, ahora también los vende en los diferentes espacios a donde acude con el grupo de emprendedores. Siempre le ha gustado trabajar, y por años, ha sacado adelante a su familia, a quienes día con día enseña la pasión por el trabajo en su jornada laboral.

Por su operación en la columna, Maria Eugenia cada vez sale menos a vender casa por casa y en los tianguis, a donde acudía a vender todos los días. Desde hace ocho años que comenzó su carrera como emprendedora formal, ha recibido apoyo para tener su horno cocedor de gas, la amasadora, su mesa de trabajo, entre otras herramientas; está en el proceso de diseñar las etiquetas de sus productos que ahora vende en el Paseo de las Emprendedoras, en la Morelos o en Puerto Noas.

“Me han enseñado temas de administración, cómo sacar los costos, para saber cómo cobrar, checar los gastos; nos dicen que nos tenemos que capacitar continuamente, asignarnos un sueldo”. Dejó en claro que es ella sola, quien sostiene su negocio. “No tengo empleados, yo sola trabajo el negocio, no me gusta que me ayuden y metan mano”.

El día empieza a las 3 am

Su jornada laboral comienza a las tres de la mañana. Comienza con las gorditas de cocedor que son las que más se demoran. En la amasadora mete la harina para elaborar el pan.

En el marco del Día Internacional de la Mujer, Maria Eugenia exhorta a otras mujeres: “Que somos unas mujeres luchonas, que no se estanquen. Mi esposo me dejó con seis hijos, y este negocio ha sido lo que me ha permitido salir adelante. Si ponen su negocito, que no se desanimen si no venden a la primera.

Apoyándose con un andador, recordó: “Yo antes vendia sólo 200 pesos en los paseos con emprendedoras; pero no me conformaba y salía a las calles a vender casa por casa. Hay que ir a vender todo”. Para ella, la palabra “Lástima” no está en su diccionario. Ella basa su alegría en la venta de sus productos, en la venta de sus panes, sus pays, sus cemitas, donde pone día con día su esfuerzo y dedicación.

EGO

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