En la actualidad cada vez son más las mujeres jóvenes que deciden no tener hijos o bien postergar la maternidad, en su mayoría mujeres profesionistas que aspiran a realizarse más allá de un modelo doméstico.
Muchas de las veces estas mujeres se enfrentan a la presión social, ya que familia y amigos las estigmatizan por no querer ser madres.
Rosario Varela Zúñiga, maestra investigadora, especialista en temas de género, señala que las mujeres que optan por no tener hijos, es la forma en la que ellas han tratado de equilibrar sus aspiraciones individuales de realización y con la permanencia de las instituciones.
La maternidad, indica, no es solamente embarazarse y tener el hijo, implica el cuidado de los hijos, ya que un niño exige mínimo 10 años para sus cuidados hasta que pueda valerse por sí mismo, por lo que es un tiempo muy largo si se considera que el cuidado de la familia y de los menores sigue estando a cargo de las mujeres, por lo que hay un desequilibrio entre las instituciones maternales domésticas que han cambiado muy poco y las necesidades de realización propia que tienen las mujeres.
De igual manera, las generaciones jóvenes lo combinan con el cuidado del medio ambiente en el que consideran que la sobrepoblación ha generado daños importantes al mundo.
“Esta generación considera que no tendría que estar contribuyendo al costo del deterioro ecológico, sobre todo por el planeta y en ese sentido considera más apropiado encargarse de cuidar, más que reproducir, encargarse de cuidar otros seres al tiempo que se propicia compañía como los gatos, los perros, las mascotas más populares”.
El cuidado de una mascota, igual exige cuidados y es una responsabilidad, por lo que aseguró que no es sólo una renuncia a vivir de manera cómoda sin responsabilizarse de alguien, sino que está la preocupación de las nuevas generaciones a ocuparse de un animal.
Hay un contexto social muy complejo que va coincidiendo en las nuevas generaciones de mujeres profesionistas, está la preocupación por el cambio climático como efecto de la reproducción humana, así como la responsabilidad de la mujer al renunciar o postergar su maternidad.
Necesario políticas públicas
Varela Zúñiga, manifestó que en muchos de los casos es postergar la maternidad, por lo que en este caso, falta como estado, sociedad y gobierno una respuesta a estas nuevas necesidades, debido a que una mujer que aplaza su maternidad hasta que termina su carrera, incluso una maestría o doctorado en espera de tener una estabilidad económica, su casa o trabajo, llega hasta la edad de los 35 o 40 años en la que busca ser madre.
Consideró necesario que faltan políticas públicas para satisfacer estas nuevas necesidades de reproducción humana, ya que al postergar la maternidad se requiere de método de fertilización que no cualquiera puede pagar.
Expuso que otro tema que debe ser considerado son las necesidades que va a tener una sociedad de viejos, en donde no necesariamente existe el reemplazo generacional, por lo no se contará con los cuidados que actualmente se tienen, en el que si la mamá enferma, están los hijos para cuidarla o para brindar la atención que vaya requiriendo un adulto mayor. Nadie puede cuestionar el hecho de que una mujer no quiera tener hijos, por lo que es importante respetar su decisión y propiciar las condiciones para la maternidad deseada en el momento en el que la mujer lo decida.
Adoptar animales, una elección
El que una mujer no tenga hijos, es una decisión y una elección, pues muchas de ellas visibilizan las responsabilidades que esto implica, no sólo en cuanto a lo económico, en todos los aspectos, aun y cuando la otra parte, en este caso la pareja se involucre.
Si bien es cierto, el cuerpo de las mujeres está diseñado para gestar, la decisión de ser madres es personal.
Nancy Valeria Sánchez Jáquez, psicóloga terapeuta especializada en mujeres en situación de violencia, manifiesta que hoy en día se sigue cuestionando el hecho de que una mujer no quiera tener hijos, debido a que es considerado uno de sus roles principales.
Menciona que las mujeres han dejado de normalizar la maternidad como un mandato natural que en algún momento toda mujer va a necesitar y ahora es una elección. A pesar de que el movimiento feminista intenta denunciar todo esto en las nuevas generaciones, se sigue cuestionando el hecho de que una mujer decida no tener hijos pero sí adoptar animales, pues se asocia con una maternidad que se cubre con los animales, lo cual Sánchez Jáquez consideró totalmente diferente.
“Así como decidimos no tener un hijo, no criar un ser humano, pues elijo tener un perro, un gato, una tortuga, tener animales, eso sí quiero hacerlo porque también implica responsabilidad, pero no una responsabilidad tan grande como un hijo”.
Así también, existen mujeres que no tienen hijos, ni animales, pero deciden cultivar plantas, que es en donde también se estigmatiza y se le señala como “la señora de las plantas” a la que se le considera como una mujer soltera, una mujer quedada, sola y que se refugia en las plantas.
La especialista, indicó que falta trabajo para visibilizar y concientizar a los jóvenes y abordar este tipo de temas de manera preventiva para que vean la maternidad como una decisión y no una imposición.
EGO