Esteros, un ejido de Altamira ubicado a poco más de 20 kilómetros de la cabecera del municipio, se ha convertido en los últimos días en el centro de atención, pero no por sus llamativos paisajes que regalan calma a los residentes que viven lejanos del bullicio de la ciudad.
En este lugar de lo único que se ha hablado recientemente es sobre las hermanas Rodríguez Hernández que dieron a luz el mismo día, un hecho inusual que ha causado asombro entre los residentes. Se trata de Daisy de 26 años de edad, Klairen de 25 y Stefany de 22 años. Las tres se describen como hermanas que están unidas en todo momento importante, más nunca imaginaron que el pasado 15 de septiembre compartirían la dicha de convertirse en madres primerizas de dos niños y una niña.
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“Fue algo que realmente no nos esperábamos y nos ha hecho muy felices a toda la familia. El doctor ya nos había dicho que como no teníamos mucho tiempo de diferencia de embarazo, probablemente podía pasar esto, que pudiéramos dar a luz el mismo día. Sentí contracciones horribles, que no se las deseo a nadie y eso favoreció también a mis hermanas para irnos al hospital”, señaló Klairen, mamá de Zadrak Alejandro.
Noticia se vuelve viral
La noticia fue compartida mediante las redes sociales de Concepción Moreno, titular del Registro Civil en Villa Cuauhtémoc, cuando al registrar los nombres de los tres bebés, vio que llevaban la misma ropa y coincidían en la misma fecha de nacimiento. Poco después la noticia se hizo viral con un sinfín de comentarios con buenos deseos.
“Nunca pensamos que nos íbamos a hacer viral y aparecer en portales de noticias. Llegamos a la casa y empezamos a ver las publicaciones con muchos comentarios y lo tomamos con mucha alegría. Creo que esto es una bendición”, dijo Daysi, mamá de Magaly, quien llevaba más de un año intentando ser madre y por alguna razón no lo lograba. Ahora entiende que la vida le tenía una sorpresa.
Por su parte Stefany, mamá de Agustín, la menor de las hermanas, aún recuerda la cara de sus padres al enterarse de que estaban embarazadas. Fue noticia, tras noticia, así sin esperarlo. “Mi papá se quedó impresionado y mi mamá super emocionada, ella ya estaba esperando nietos, también es primeriza. Estoy muy feliz, yo dije que acabando la universidad quería ser madre y así fue”.
Las hermanas crecieron en el pintoresco ejido de Esteros, rodeadas de caballos. Su amor por los animales llevó a dos de ellas a estudiar Veterinaria y Arte Ecuestre. Hoy están de vuelta en su hogar, juntas para comenzar una nueva historia con ayuda de sus padres.
“Yo lo deseaba tanto y Dios me mandó tres, estoy preparada en todos los aspectos, ya me quedé con ellas aquí, hice pijamada con ellas para que pudieran descansar”, señaló la ahora abuela, Eunice Muñoz.
Este inesperado acontecimiento ha recordado a todos que la vida siempre nos reserva momentos inolvidables y que, cuando creemos que lo hemos visto todo, siempre hay espacio para la sorpresa y felicidad.
SJHN