El ciclón John captó la atención de meteorólogos y expertos al convertirse en lo que se denomina un huracán "zombie", un fenómeno que ocurre cuando una tormenta tropical o huracán se debilita, se disipa y luego vuelve a fortalecerse, como si "regresara de entre los muertos".
Este fenómeno, aunque poco común, ha sido registrado en ocasiones anteriores, y ahora John es el protagonista de este tipo de evento climático, afectando gravemente la costa suroeste de México.
Desde el lunes, el huracán John rondó peligrosamente cerca de la costa mexicana, particularmente afectando los estados de Michoacán y Guerrero.
Después de mostrar señales de debilitamiento, el huracán se regeneró y se fortaleció nuevamente el jueves, justo cuando ya había causado importantes daños en la región.
Las lluvias torrenciales que arrastra consigo han provocado deslizamientos de tierra, la muerte de al menos cinco personas y la interrupción de operaciones en puertos y aeropuertos locales, dejando a muchas comunidades incomunicadas y sin electricidad.
¿Qué es un huracán 'zombie'?
El término "huracán zombie" fue acuñado por el Servicio Meteorológico Nacional de los Estados Unidos en 2020, tras el inesperado resurgimiento de la tormenta tropical Paulette.
Esta tormenta había afectado previamente las Bermudas, disipándose después, solo para volver a fortalecerse cerca de las islas Azores días más tarde.
Desde entonces, el término es utilizado para describir tormentas que siguen un patrón similar de debilitamiento y regeneración.
Un ejemplo anterior a Paulette fue el huracán Iván en 2004, que duró casi un mes. Iván azotó con fuerza el Caribe y, después de disiparse, volvió a tomar fuerza, causando devastación en Estados Unidos, con daños estimados en 26 mil millones de dólares.
Este fenómeno ocurre generalmente cuando las condiciones atmosféricas y oceánicas permiten que la tormenta mantenga su estructura básica, incluso tras haberse debilitado, para luego revivir bajo circunstancias meteorológicas favorables.
John: un huracán errático y devastador
El huracán John demostró ser particularmente errático en su comportamiento, generando preocupación entre los expertos.
De acuerdo con el meteorólogo de AccuWeather, Jesse Ferrell, John es un claro ejemplo de huracán zombie debido a su comportamiento impredecible, fluctuando entre periodos de debilitamiento y fortalecimiento.
Este patrón complicó la previsión de su trayectoria y de los daños que podría causar a medida que sigue afectando la costa mexicana.
Christopher Rozoff, científico atmosférico del Centro Nacional de Investigación Atmosférica, explicó que John se ha movido lentamente, lo que lo hace vulnerable a condiciones que facilitan su intensificación.
La falta de grandes fuerzas atmosféricas que puedan desviar su curso, combinada con su ubicación cercana a la costa, lo han convertido en una amenaza constante para las comunidades locales.
Rozoff advirtió que John podría intensificarse aún más mientras continúa desplazándose hacia el noroeste, lo que aumenta la posibilidad de que provoque más lluvias extremas y otros desastres naturales en la región.
Las autoridades emitieron una advertencia de huracán para gran parte de la costa de Michoacán y zonas aledañas en Guerrero, que ya fueron severamente afectadas por la tormenta a principios de la semana.
En Guerrero, John dejó un rastro de destrucción: árboles derribados, decenas de miles de personas sin electricidad y deslizamientos de tierra que causaron la muerte de varias personas al aplastar sus viviendas.
MO