Aunque incluyó a las redes sociales y nuevas tecnologías como un factor para el incremento en el índice de divorcios, el profesor investigador de la U-ERRE, Manuel Yarto, dijo que esto no es un factor determinante, y atribuyó el problema de raíz a un cambio en la forma de ver a las personas y al amor.
El catedrático dijo que no se puede satanizar a las redes sociales responsabilizándolas completamente de los problemas de pareja, pues existen más asuntos de fondo que provocan estas situaciones.
“Las redes están sirviendo como instrumento pero no son el factor, el factor del divorcio tiene que ver con cuestiones más del fin del amor... ya no vemos al otro como persona sino como objeto, entonces al verlo como objeto, todo es consumo, lo uso y lo tiro, por eso las relaciones son cada vez más frágiles”, dijo.
Sin embargo, explicó que las redes sociales permiten, por ejemplo, un anonimato que facilita a las personas la infidelidad. Sin embargo, las personas creen tener control de la información que utilizan en internet y facilitan que se les descubra.
“La gente considera más fácil engañar, pero la realidad es que en la red dejas muchos restos de información, que podría para un experto ser muy fácil saber si está siendo infiel o si eres un adúltero”, explicó.
Consideró que antes de las redes sociales existían relaciones más honestas, pues ahora se basan más en utilizar a la pareja, aunque esta situación no la atribuyó a las redes sociales, si no a un excesivo narcisismo.
Por último, resaltó el hecho de que las redes sociales también funcionan positivamente para que las personas encuentren una pareja estable.
“Te la puedo voltear, gracias a la tecnología muchas personas ahora más fácilmente encuentran una relación real, por internet, yo conozco gente que ha conocido a su esposo, tiene tres hijos... insisto, las tecnologías son factor pero no son determinantes en un incremento de divorcios”, dijo.