La construcción de un proyecto ferroviario en Sonora amenaza a más de 10 especies de fauna nativa y alterará drásticamente el ecosistema, denuncian activistas ambientales y residentes del municipio de Ímuris, donde se lleva a cabo el libramiento del tren.
El gobernador de Sonora, Alfonso Durazo Montaño, afirmó que tienen un año para presentar el estudio de impacto ambiental, ya que actualmente avanza sin la aprobación de la autoridad en ecología.
“Hemos venido trabajando con las autoridades municipales, el impacto ambiental corresponde a la Semarnat y por tratarse de una obra de carácter estratégico corresponde a la Semarnat y tenemos un año para presentar el impacto ambiental, ese proceso ya está totalmente avanzado”, dijo.
La obra, a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) con una inversión de $7 mil millones de pesos, es supervisada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Consiste en 73 kilómetros nuevos de vías que se conectarán con 63 existentes, extendiéndose hacia las comunidades de Santa Cruz y Nogales.
"Sin la autorización, no se hace"
Omar del Valle Colosio, titular de la Secretaría de Infraestructura y Desarrollo Urbano (Sidur), aclaró que la Secretaría de Gobierno negocia actualmente los derechos de vía, subrayando que no procederán sin el consentimiento de vecinos y propietarios.
“Los procesos de negociación en materia de derecho de vía, es lo que ha permitido que la Secretaría de la Defensa, en acuerdo con las propiedades de los ejidos, o bien propiedad privada para poder facilitar el acceso, la obra actualmente que se está ejecutando no se hace, sin la autorización social”, anotó.
Activistas y residentes de Ímuris argumentaron que el proyecto afectará a la fauna local y al rancho "Aribabi", con consecuencias directas en el único santuario de luciérnagas de Sonora y el hábitat de osos negros y jaguares.
Mirna Manteca, activista del municipio, pide a las autoridades reconsiderar.
“Son muchas, es una lista grande, pero las más carismáticas es el oso negro, el jaguar, el ocelote, el tejón americano, el águila real, especies de gavilanes, de serpientes, de peses, son muchísimas las especies que sufrirían un impacto por este proyecto y aparte de las especies en sí, tenemos la conservación de la conectividad ecológica, que es esa habilidad para que los animales se muevan a través del paisaje para buscar los recursos que necesita, como agua, alimento o refugio”, dijo.
Sergio Muller, representante de la asociación Caminantes del Desierto, destacó que las vías atravesarán el rancho Aribabi, protegido por su fauna y flora nativa.
En ese sentido, llamó a las autoridades correspondientes a ejecutar el plan con el menor impacto al medio ambiente posible.
MO