Más de mil 800 trabajadores del Servicio de Agua Potable y Saneamiento de Acapulco (Capama), Guerrero, se declararon en huelga para denunciar que autoridades del organismo están negando a otorgar la jubilación de 75 de sus compañeros.
“Se paran labores en todo el organismo, son aproximadamente mil 800 trabajadores los que nos vamos a un paro de “brazos caídos”, por la situación que prevalece en estos momentos. “Vamos a permitir el acceso a cajas y al sistema de captación y bombeo, para no afectar a la ciudadanía, paran labores los compañeros trabajadores administrativos y operativos”, dijo, Gonzalo Arias Cárdenas, secretario general de la sección 27 del SUSPEG del organismo.
Muy temprano, los sindicalizados impidieron que trabajadores ingresaran a sus áreas, en tanto haya respuesta a sus exigencias.
En tanto, afuera de las oficinas colocaron cartulinas a través de las cuales manifestaron su rechazo “por atropellos a la clase trabajadora”, “Respeto a los acuerdos tomados con (el exdirector) José Ramón Aysa Neme”, y “No estamos de acuerdo con la renuncia de José Ramón Aysa Neme”.
Rechazan la presencia de funcionarios que desde junio del año pasado se debieran de haber ido, tal y como lo planteó la alcaldesa Adela Román Ocampo, tras la destitución del ex director Leonel González.
Entre los que aseguran debieron haberse ido están Rosalinda Gutiérrez, subdirectora comercial y secretaría general del sindicato; Adalid Cruz López, contralor interno; Rogelio Morales, encargado de compras; y Blanca Godoy, directora de gestión ciudadana, y demandan que se vayan.
Arias Cárdenas comentó que uno de los acuerdos que quedó suspendido, tras el despido del exdirector, Aysa Neme, es la jubilación de 75 trabajadores de Capama.
Por lo anterior, asegura que hasta que haya un acuerdo que permita la jubilación de los 75 empleados, y se cumpla con la salida de todos los directivos del organismo paramunicipal se levantará el paro de brazos caídos.
RLO