Aunque desde 2012 el delito de feminicidio está tipificado a nivel federal y ya todos los estados lo incluyeron en sus Códigos Penales, las Fiscalías Generales locales discrepan radicalmente a la hora de investigar como tal el homicidio de una mujer.
La diferencia es tal que, en algunos estados, como Guanajuato y Baja California, menos del 10 por ciento de los asesinatos de mujeres son indagados como feminicidios, mientras que en Sinaloa y Campeche esa proporción se eleva hasta el 70 por ciento.
El 17 de julio, la futura presidenta de México, Claudia Sheinbaum, habló sobre el tema y consideró que sería bueno que todas las Fiscalías estatales tuvieran una Especializada para indagar feminicidios.
“A nivel constitucional planteé dos temas. Uno: está en el cuarto constitucional la igualdad entre hombres y mujeres, pero hay que redactarlo en términos de la igualdad sustantiva y la no discriminación; y, por otro lado, también llevar a nivel constitucional el asunto de la violencia contra las mujeres”, señaló.
“Y de ahí una serie de leyes secundarias, que buscaríamos que algunas fueran generales, es decir, que impactaran a todo el país y otras que fueran de carácter federal”.
Aseguró que estas iniciativas de reformas las estaría mandando al Congreso en su primer día de mandato.
Más de 20 mil mujeres asesinadas en México
A nivel nacional, los datos oficiales reportados al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública arrojan que 20 mil 44 mujeres fueron asesinadas en el país, entre enero de 2019 y mayo de 2024. De ellas, 14 mil 902 fueron registradas como víctimas de homicidio doloso y 5 mil 142 como víctimas de feminicidio.
En proporción, se trata de un 25.7 por ciento. Dicho de otra forma: solo uno de cada cuatro asesinatos de mujeres aparece en el registro de feminicidios.
El que el asesinato de una mujer no se tipifique como feminicidio va más allá de la estadística. Se trata de una decisión en la que se descarta que el asesinato de la mujer tenga un componente de violencia de género, y por ende la penalidad para el posible responsable es menos grave.
"La experiencia internacional nos dice que entre un 60 u 80 por ciento de los asesinatos de mujeres se dan en un contexto de violencia de género", advirtió la doctora Nelly Montealegre.
"Los principales perpetradores de la violencia contra las mujeres son cercanos a ellas, de eso no hay duda. Que se diga que solo el 25 por ciento es invisibilizar el problema” explicó la también ex coordinadora de delitos de género y exsubprocuradora de víctimas de Ciudad de México.
El promedio nacional es una cosa, pero lo que pasa estado por estado es otra.
Más mujeres asesinadas, ¿menos feminicidios?
Los datos también revelan que en aquellas entidades con las cifras más altas de mujeres asesinadas son, a su vez, las que reconocen una menor proporción de posibles feminicidios.
Guanajuato es el foco rojo. De enero de 2019 a mayo de este año dos mil 149 mujeres fueron asesinadas en su territorio. Una cifra superior a la de cualquier otro estado del país. Al mismo tiempo, solo 131 de esos asesinatos están tipificados como feminicidio, que es un 6.1 por ciento del total.
Se trata del menor porcentaje de casos reconocidos como feminicidio del país.
Con un porcentaje similar se ubica Baja California, donde sólo un 8.4 por ciento de los mil 587 asesinatos de mujeres fue tipificado como feminicidio. Dicha entidad es la tercera con la cifra más alta de mujeres asesinadas.
Otro caso importante es el de Chihuahua, un estado que ha sido epicentro de la crisis de violencia que viven las mujeres en México, y escenario de casos de alto impacto como el de las mujeres asesinadas de Juárez.
En el referido periodo, la Fiscalía de Chihuahua reportó mil 445 mujeres víctimas de un asesinato, la cuarta cifra más alta del país. Solo el 15 por ciento de ellos fue tipificado como feminicidio.
La situación se repite en otros estados con más de mil asesinatos de mujeres, y donde el reconocimiento de los casos de feminicidio es incluso es inferior a la media nacional. En Michoacán solo se tipifican y reportan como feminicidio el 11 por ciento de los asesinatos de mujeres, mientras que en Jalisco el 23 por ciento.
Especialistas consultadas señalan que los estados con un número elevado de mujeres asesinadas podrían estar enfrentando dificultades operativas para identificar un número más alto de casos como feminicidio, debido a las limitadas capacidades institucionales. No obstante, eso no borra el hecho de que se subregistra el problema real.
“Las directivas internacionales, nos dicen que todos los homicidios de mujeres tienen que iniciarse las investigaciones por feminicidio. Si tomamos en cuenta que la violencia familiar es el delito de mayor incidencia y que los principales agresores de las mujeres, justo son cercanos a ellas, no hay ninguna lógica en que a más asesinatos de mujeres haya menos proporción de feminicidios” señaló la maestra en Políticas Públicas y de Género, Sofía Lozano Snively.
Hay estados que, sin rebasar los mil asesinatos de mujeres, reconocen una minoría como feminicidio.
Guerrero sólo tipificó como feminicidio el 10 por ciento de los más de 844 asesinatos de mujeres; o Zacatecas solo un 11 por ciento de 582 casos registrados.
La otra cara: Sinaloa, Coahuila…
Hay siete estados que sí reportan como posibles feminicidios más de la mitad de sus casos de mujeres asesinadas, entre enero de 2019 y mayo de 2024.
Aunque no presentan las cifras más altas de mujeres asesinadas en el país, las Fiscalías reconocen que la mayoría de los casos están relacionados con circunstancias de violencia de género.
Sinaloa encabeza esta lista. De sus 212 mujeres que fueron víctimas de un asesinato en el referido periodo, 167 fueron tipificados como feminicidio. Es un 78.8 por ciento del total de los casos. Dicho de otra forma: en Sinaloa 8 de cada 10 homicidios de mujeres son investigados como feminicidios.
Campeche presenta una proporción similar con el 73 por ciento de asesinatos de mujeres, considerados como feminicidios en este periodo, al igual que Coahuila con 70 por ciento de los casos clasificados de esta manera.
Nuevo León es un caso interesante porque presenta una cifra elevada de mujeres asesinadas con 687 víctimas, de las cuales reconoce como feminicidio 408 casos que equivale a casi el 60 por ciento.
En total hay 22 estados que tipifican como feminicidio, un promedio por encima de la media nacional que es de apenas 25 por ciento. No obstante, el hecho de que los estados con más asesinatos de mujeres reconozcan menos feminicidios afecta el promedio general.
Entre “machismo”, dolo e incompetencia
La doctora en derecho Nelly Montealegre Díaz, ex coordinadora general de Delitos de Género y ex subprocuradora de Atención a Víctimas de la Fiscalía de justicia de la Ciudad de México, concluye que las estadísticas oficiales de feminicidio no reflejan la dimensión real de los asesinatos de mujeres por razones de género en el país.
Detrás de ello, hay múltiples factores que es necesario que las próximas autoridades estatales y federales trabajen.
“Una realidad es que existen disparidades en capacidades de investigación, tanto en la formación del personal ministerial como pericial y forense. No hay unidades de análisis de contexto; los protocolos no se siguen o no son los mejores. Y sobre todo está el hecho de que para los estados siga siendo un estigma el que tengan un número importante de feminicidios, lo que inciden el cómo se reportan las cifras”, señala Montealegre.
La maestra en Políticas Públicas y de Género, Sofía Lozano Snively, advierte que incluso en el caso de estados que tienen mejores registros como Nuevo León, persisten retos importantes como la falta de claridad, en cuanto a la forma en cómo se descartan que algunos asesinatos de mujeres sean considerados como feminicidios.
“Por ejemplo, hay un creciente número de mujeres asesinadas en contactos de narcomenudeo, que de forma inmediata son descartadas por la fiscalía de Nuevo León y de otros estados sin que se tome en cuenta, que en esos casos también puede existir violencia de género. Hace falta un protocolo de investigación de feminicidio que no solo sea nacional y homologue las causales, sino que además se aplique”, dice Lozano.
Las especialistas coinciden en otro problema: a la fecha prevalecen resistencias, sobre todo de hombres en puestos de autoridad para reconocer la importancia que tiene tipificar un asesinato de mujer como un feminicidio.
“No se trata de que los otros asesinatos de hombres o mujeres sean más o menos importante, pero no se puede obviar que en la violencia contra las mujeres los agresores suelen ser personas con las que las victimad comparten una relación sexo afectiva. Y conocer la dimensión real de ello permite impulsar políticas públicas para combatirlo”, concluye Lozano.
LSC