Se podría pensar que cosas tan comunes como una bicicleta o los pantalones podrían no haber cambiado el rumbo de la historia; pero no es así para las mujeres, quienes se vieron beneficiadas no sólo en el día a día, sino en la obtención de derechos.
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Estos objetos, son considerados por ONU Mujeres, como inventos que ayudaron a que las mujeres tuvieran independencia, visibilidad y espacios para expresarse libremente.
- Bicicleta
Inventada en a finales del siglo XIX por J.K Starley, la bicicleta le dio la oportunidad a las mujeres de circular libremente. Además, ayudó a desafiar el prejuicio de que son débiles y por si fuera poco desafió y transformó los códigos de vestimenta.
En un inicio, se pensaba que las mujeres que andaban en bici era inmorales e incluso los médicos advertían de sufrir afectaciones en la piel si se usaba este medio de transporte. Sin embargo, las mujeres no cedieron y poco a poco fueron ganando terreno, usándola para andar libres y solas por las calles –sin necesidad de un carruaje o un caballo- y con ropa más cómoda que les permitiera subirse a la bicicleta. Susan B. Anthony, activista estadunidense, calificó a la bici como símbolo de “feminidad libre de ataduras”.
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- Pantalones
Los pantalones comenzaron a aparecer con la cada vez más creciente popularidad de la bicicleta, pues las mujeres necesitaban ropa cómoda y holgada; sin embargo no fue hasta la Primera y Segunda Guerra Mundial que se comenzó a aceptar que las mujeres llevaran pantalones, pues tenían que hacer labores tradicionalmente reservadas para hombres y necesitaban comodidad.
Una de las mayores exponentes del empoderamiento que un par de pantalones le puede dar a una mujer fue nada menos de Coco Chanel, quien fue pionera en proponer un estilo con toques masculinos.
- Toallas sanitarias
Antes de la llegada de las compresas para detener el flujo menstrual, las mujeres usaban desde pedazos de lana, papel periódico o hasta piel de animal y musgo para absorber la sangre.
Las toallas sanitarias llegaron a finales de siglo XIX cuando enfermeras francesas se dieron cuenta que podían usar las compresas que utilizaban para detener las hemorragias de los soldados durante su periodo.
Esto, no sólo mejoró las condiciones de higiene de las mujeres, sino que ayudó a incrementar la asistencia escolar y oportunidades económicas, pues se tenía –y en algunos países se sigue teniendo- la creencia de que una mujer que está menstruando es sucia y debe evitar salir de su casa o tocar los alimentos.
En la actualidad, las toallas sanitarias son un tabú en ciertos países, tal es el caso de India, en donde las mujeres aún enfrentan un gran estigma si usan estos productos que, además, son inalcanzables económicamente. Para muestra, el documental que ganó el Oscar y que habla de una cooperativa de mujeres que quiere acabar con la idea de que la menstruación y las compresas son algo de qué avergonzarse.
- Internet
El internet ha cambiado la vida de todas las maneras posibles, y una de ellas es la oportunidad que tienen las mujeres de hacer activismo en línea, generar comunidades e incluso denunciar casos de acoso y abuso sexual o violencia de género como #MeToo y #NiUnaMenos y #TimesUp.
Pero no todo es maravilloso. El internet también ha propiciado la misoginia y hostigamiento, así como la facilitación de la trata de personas.
mrf