Valentino confirmó los rumores. Uno de sus dos directores creativos, Maria Grazia Chiuri, abandona la casa de moda para liderar la parte creativa de Dior.
Su partida no es como cualquier otra. Representa la ruptura de una de las duplas creativas más importantes de la última década en la industria. No se puede hablar de Maria Grazia sin hablar de Pierpaolo Piccioli, su colega y amigo, con el que ha trabajado desde 1989 hasta hace unos días.
Se conocieron a principios de los años 80. Piccioli estaba de visita en Florencia para ver a un amigo en común con Maria Grazia. Como favor al mencionado amigo, ella fue a buscarlo a la estación de tren cuando llegó. La entonces asistente de un diseñador de moda local y el estudiante del Istituto Europeo di Design de Roma (en donde también estudió Chiuri) se llevaron inmediatamente bien, compartían el amor por el arte, la foto, las películas y desde luego, la moda.
Maria Grazia sabía que quería dedicarse a la moda desde chica, era hija de una modista y se pasó su adolescencia de compras en mercados de pulgas. Piccioli primero se interesó en las artes visuales, pero con el tiempo se dio cuenta que su medio de expresión eran las telas.
En 1989 Chiuri entró a trabajar a Fendi como la responsable del diseño de accesorios. Preguntó si podía incorporarse Piccioli a trabajar con ella y dos años más tarde, así ocurrió. La pareja contribuyó enormemente a consagrar a la casa de moda como líder en la venta de accesorios en los años 90. Entre algunos de sus grandes éxitos, está la bolsa Baguette, una de las insignias de la marca.
En 1999 el mismísimo Valentino les ofreció incorporarse a la compañía como diseñadores de accesorios. Pierpaolo explicó a Harper’s Baazar que aceptaron la oferta porque “si te apasiona la moda, tienes que amar a Valentino. Es primero un modisto, luego un diseñador y después una marca.” Maria Grazia dijo que “somos romanos, somos italianos, Valentino es para nosotros como Yves Saint Laurent es para los franceses.”
Maria Grazia y Pierpaolo repitieron el éxito de su paso por Fendi. Renovaron las colecciones de gafas y bolsos, haciendo a los accesorios un negocio casi igual de redituable que las colecciones de ropa.
En 2008 Valentino Garavani, uno de los diseñadores más icónicos del siglo XX, que vistió a Elizabeth Taylor, Jackie Kennedy y Audrey Hepburn se retiró fastuosamente de su rol como director creativo de su marca.
Los nuevos dueños, la firma de capital Permira, contrató entonces a Alessandra Facchnetti como su sucesora. El trabajo de la anterior diseñadora de Gucci fue recibido con opiniones encontradas. La principal crítica fue que se alejó demasiado de los valores de Valentino. Al cabo de dos colecciones, Facchnetti abandonó su puesto y Maria Grazia y Pierpaolo tomaron el control.
A pesar de que Valentino respingó ante sus creaciones en más de una ocasión, la dupla hizo mucho por la marca. Por un lado, apostaron por el alta costura de la casa, trayendo a más de 60 nuevos talentos (muchos de ellos hombres jóvenes, en contraste con las costureras de la vieja escuela que trabajan tradicionalmente con las casas de moda) a hacer realidad los intricados diseños de los italianos.
Le devolvieron a Valentino su prestigio en las alfombras rojas. De Jennifer Aniston a Emma Stone han lucido sus vestidos en las premiaciones más importantes del año. Chlöe Sevigny, más reconocida, quizá, por su estilo que por su talento histriónico, recibió un Golden Globe ataviada en un vestido de holanes color lila de Valentino.
También fueron responsables de la apertura de la tienda más grande la marca en el mundo, en la Quinta Avenida de Nueva York. La boutique arrancó funciones en 2014.
Dos años después de hacerse cargo de la dirección creativa, en entrevista con W Magazine, Chiuri dijo “no me gusta trabajar sola” a lo que él añadió “yo soy totalmente igual. Es mucho mejor compartir una visión en la moda. Odio-los dos odiamos-la idea de un diseñador solo con su pluma, papel, flores y velas. Es una idea tan anticuada”. “¡Y tan aburrida!” añadió Chiuri.
Seis años más tarde, después de que cada quien formó a una familia y la marca llegó a un gran momento, la perspectiva parece no serles tan desagradable. En el comunicado oficial de su despedida, Maria Grazia dijo “agradezco al señor Valentino Garavani y al Sr. Giammetti por su apoyo en todos estos años y por todo lo que aprendí de ellos. […] He compartido con Pierpaolo una gran parte de mi vida profesional y ha sido una experiencia hecha de muchos logros creativos en conjunto. Estoy lista para embárcame en un nuevo reto profesional.”
Pierpaolo añadió en una declaración en conjunto: “después de 25 años de sociedad creativa y satisfacciones profesionales nos dimos la oportunidad de continuar nuestro camino artístico de manera individual con el deseo recíproco de grandes logros en el futuro.”
Podremos ver la primera colección de Pierpaolo Piciolli al frente de Valentino en la próxima semana de la moda de Milán. Y quizá el debut de Maria Grazia para Dior, unos días más tarde en París.