Durag, prenda símbolo de esclavitud que Rihanna reivindica en portada Vogue

Este pañuelo no es un simple accesorio. Está cargado de la historia de los afrodescendientes hoy, reclama su lugar en la moda.

Portada de la edición de mayo de British Vogue, en donde Rihanna luce la prenda (Instagram @badgalriri)
Ciudad de México /

Rihanna y la versión británica de Vogue hicieron historia, volviendo protagonista al Durag, un pañuelo que se lleva en la cabeza y que hace años fue símbolo d la esclavitud, en la portada de la edición de mayo de la revista, en donde la cantante lo luce con orgullo. Esta es la primera vez en los 104 años de vida de la revista que este accesorio hace aparición en su portada. 

La historia del Durag

No ese trata de llevar sólo un pañuelo, no es sólo un accesorio. Esta prenda posee una historia llena de significado que hoy se reivindica en la cultura de las personas afrodescendientes que reclaman un lugar en el mundo que les fue arrebatado hace algunos años cuando a sus ancestros se les convirtió en esclavos. 

Según explica Funmi Fetto, editor colaborador de British Vogue explicó en un artículo de la revista  que el durag se utilizó en la época de la esclavitud sin un motivo cultural o funcional. Se les colocaba en la cabeza a las mujeres negras con la única intención de suprimir su belleza y como distinción de "estatus inferior" como trabajadoras. 

Pero ahí no acaba su historia, pues este paño sirve también para controlar el cabello de ondas rebeldes, utilidad que le valió su popularidad, muchos años después, también entre los hombres, que cepillaban su cabello hacia adelante y lo colocaban para comprimirlo y que se crearan ondas uniformes. 

Es por esta popularidad que el pañuelo carga una historia de racismo consigo, pues se volvió tan común observar a los hombres afrodescedientes inmersos en el mundo del hip hop en la década de 1990 que empezó a ser transformado en un símbolo cargado de estereotipos racistas. Este accesorio, entonces fue acusado de ser utilizado por miembros de pandillas, de los matones, un símbolo criminal.  Pero eso estaba muy lejos de la realidad. 

Famosos de la escena musical lo llevaban como una manera de mantener frecas sus trenzas, Jay Z. Cam'ron, Nelly, Ja Rule, 50 Cent y hasta Eminem lo llevaban con orgullo, pero esos estereotipos hicieron que la prenda fuera prohibida en muchos lugares, especialmente en Estados Unidos. 

Según relata Emma Sabiri, autora del libro Don't Touch My Hair (No toques mi cabello), los durags "fueron demonizados de la misma manera que muchas formas de expresiones culturales negras, incluso cuando exceden los criterios de sofisticación y refinamiento que les otorgarían a sus contraparte eurocéntricas. ¿No es irónico que las mismas instituciones que decretan nuestro cabello desordenado y poco profesional, prohíban los durags, cuyo uso también se extiende a mantener las trenzas más pulcras?" se pregunta la autora. 


Fue toda esa discriminación la que le dio su fuerza, la que obligó a las personas negras a reivindicar su uso y hacer homenaje a una prenda que da identidad pero que ha sido rechazada por su significado histórico. 

Hoy, Rihanna lo porta orgullosa en una portada de la revista de moda más importante de todos los tiempos, y diseñadores del mundo, como Cheyenne Kimora crean colecciones de esta prenda para darle su lugar en la moda afrodescendiente. 

cjr 

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