El foco sobre el regreso de Canadá a una Copa del Mundo después de 36 años es opacado por el complicado escenario interno en donde la modesta federación, que tiene un presupuesto anual de poco más de 20 millones de dólares, debe encontrar la forma no solo de competir contra selecciones con un presupuesto 20 veces mayor, si no de ser justa con sus jugadores y jugadoras que este año han protestado, al punto de no jugar partidos, en busca de un salario igualitario.
Nick Bontis, presidente de Canada Soccer, ha revelado que tienen planes de anunciar una reforma para el pago igualitario entre la selección varonil y femenil antes del inicio del Mundial el próximo 20 de noviembre, así como dar a conocer los nuevos acuerdos con ambas asociaciones “95 por ciento del acuerdo con las futbolistas ya está ahí” comentó, aunque con la varonil solo llevan negociando siete semanas.
Entre los ámbitos a negociar están los derechos de imagen, licencias de patrocinios y nombres. Ya en septiembre firmó la federación un contrato con Alphonso Davies, que le permite a la gran estrella del conjunto cobrar un porcentaje por los jerseys vendidos con su nombre. Si bien no se dieron a conocer detalles, Bontis informó que acuerdos similares serían ofrecidos al resto de futbolistas. También se puso un fondo para que amigos y familiares puedan viajar a verlos en acción.
En Rusia 2018, las selecciones que quedaron en puestos del 17 al 32 se llevaron 8 mdd, mientras que Francia como campeona se adjudicó 38 millones de dólares, por lo que Canadá espera su mayor ingreso en años gracias a su participación en Qatar. Sin embargo los jugadores pedían más del 30 por ciento de la ganancia, que es el promedio que seleccionados de otras potencias mundiales. Merecido lo tendrían, sin embargo para lograr pagarle lo mismo a su selección femenil, las cuentas no salen.
JR