Alemania ha suspendido la obligatoriedad de presentar el pasaporte covid-19 para ingresar en el país por un periodo de tres meses a partir del próximo 1 de junio, según aprobó este miércoles el Consejo de Ministros del gobierno de Olaf Scholz.
De acuerdo con esta regulación, los viajeros no deberán presentar el documento que acredita que están vacunados, que superaron la enfermedad o de un test negativo reciente, la llamada regla de las 3G -por geimpft, genesen o getestet, que significa vacunado, sanado o en posesión de un test negativo-.
Sí se mantienen normas estrictas para los viajeros procedentes de países dominados por las variantes más agresivas de la covid, que deben guardar doce días de cuarentena independientemente de si están o no vacunados. Actualmente no hay ningún país bajo esta calificación, de acuerdo a los parámetros del Instituto Robert Koch, aunque se mantiene la norma por si en el curso de estos tres meses volviera a darse esa situación.
"Hasta el final de agosto dejaremos en suspenso la regla del 3G", había avanzado el ministro de Sanidad, el socialdemócrata Karl Lauterbach, en declaraciones al grupo mediático Funke.
El titular de Sanidad dejó asimismo en el aire si en septiembre se reimplantará esa normativa y afirmó que depende de la evolución de los contagios.
La decisión del Consejo de Ministros se produce tras un periodo continuado de descenso de las nuevas infecciones. La incidencia semanal por 100 mil habitantes se situó hoy por primera vez en meses en Alemania por debajo de los 300 casos -concretamente, 281-.
Hace una semana, este factor se situaba en los 427 casos, mientras que hace un mes era de 905.