Al menos seis personas murieron y 46 estaban desaparecidas, incluidos mineros que esperaban en dos autobuses para volver a su casa, en una localidad minera de oro en el sur de Filipinas, según dijeron las autoridades el miércoles.
Soldados, policías y voluntarios rescataron a 31 vecinos que resultaron heridos cuando el deslave golpeó la población de Masara, en el remoto municipio de Maco, en la provincia Davao de Oro, el martes por la noche. Reanudaron la búsqueda de los desaparecidos el miércoles por la mañana tras suspenderla durante la noche debido a la oscuridad y al temor a nuevos deslaves, según las autoridades.
Más de 750 familias fueron trasladadas a centros de evacuación, según funcionarios de manejo de emergencias.
Entre los desaparecidos había 27 mineros que esperaban a que los llevaran a casa en dos autobuses que estaban estacionados cuando se produjo el alud, según el vocero del gobierno provincial Eward Macapili.
Ocho de los trabajadores saltaron por las ventanas de los vehículos o salieron corriendo y sobrevivieron. Un tercer autobús se había marchado ya, dijo Macapili.
Las lluvias torrenciales que han azotado la región de forma intermitente durante las últimas semanas han remitido y había un cielo despejado desde hacía tres días, dijo Macapili.
“Ocurrió muy deprisa”, dijo Macapili a The Associated Press por teléfono. “De pronto vieron el alud abalanzándose directamente hacia ellos”.
Varios sismos en los últimos meses han dañado edificios en la región suroriental del país, y más de una docena de personas han muerto en las últimas semanas por inundaciones y deslaves, según funcionarios de manejo de emergencias.
Diez personas murieron el mes pasado cuando un alud de tierra sepultó una casa en la localidad de Monkayo, también en la provincia de Davao de Oro, según las autoridades.