Decenas de miles de manifestantes salieron a las calles del centro de Hong Kong este lunes para reclamar a la comunidad internacional, especialmente a Estados Unidos, que apoye su movimiento de protesta.
"Lanzamos un llamado urgente a la comunidad internacional para que nos apoye, no hay otra solución", declaró una estudiante de 24, Chun, que participaba en esta concentración, autorizada por la Policía.
Los manifestantes instaban a los representantes electos estadunidenses a votar una ley que permitiría sancionar a los dirigentes chinos, a quienes acusan de interferir en la política del territorio semiautónomo, presa de una crisis sin precedentes.
El "Hong Kong Human Rights and Democracy Act" ("Ley sobre los derechos humanos y la democracia en Hong Kong") podría ser votado a partir de esta semana por la Cámara de representantes de Estados Unidos.
El texto implicaría una revisión anual del estatus particular que Estados Unidos otorga a Hong Kong en términos comerciales y que podría prever sanciones contra responsables chinos.
Uno de los promotores del proyecto, el senador republicano Josh Hawley, denunció una deriva hacia un "Estado policial" durante una visita de dos días a la ex colonia británica, escenario desde hace cuatro meses de unas manifestaciones pro democracia cada vez más violentas.
El movimiento empezó en junio a raíz del rechazo a una ley sobre las extradiciones -ya suspendido- y luego amplió sus reclamos. Los manifestantes reclaman mayores libertades democráticas y que se investigue la actuación de la policía durante la movilización.
Situación crítica
"La situación aquí es crítica", declaró Josh Hawley, que durante su visita asistió a una manifestación en el barrio de Mongkok, el domingo por la noche, y a una reunión con el activista pro democracia Joshua Wong.
Al ser preguntado sobre qué mensaje llevará a Washington, respondió que dirá "que Hong Kong podría convertirse en un Estado policial, que su gobierno representativo y que el principio 'Un país, dos sistemas' está en riesgo".
Gracias a ese principio, los hongkoneses gozan, hasta 2047, de unas libertades inexistentes en el resto de China. Pero los manifestantes acusan a China de no respetar el acuerdo y de inmiscuirse cada vez más en los asuntos de la región.
Por su parte, Pekín defiende que la movilización está atizada por "fuerzas externas" y alegó, como prueba, que varios responsables extranjeros expresaron su apoyo a los manifestantes.
Después de que este fin de semana el presidente chino Xi Jinping advirtiera a los "separatistas" que serían "hechos pedazos", Hawley afirmó que se trataba de una "retórica violenta" que ponía de relieve la necesidad de que Estados Unidos y sus aliados europeos mantengan una actitud firme ante China.
Inicialmente pacíficas, las manifestaciones se fueron volviendo más violentas, con fuertes enfrentamientos entre los radicales y las fuerzas de seguridad.
El domingo por la noche, un Policía fue herido con un cuchillo en el cuello. Además, un grupo de manifestantes propinó una paliza a un agente que, vestido de civil, se había infiltrado en la protesta.
La policía también anunció que una bomba casera activada a distancia había explotado cerca de las fuerzas de seguridad en el barrio de Mongkok, sin causar heridos. Si la explosión se confirmara, se trataría de la primera vez que se emplea ese tipo de artefacto en los cuatro meses de movilización.
jamj