El cambio climático puede forzar aproximadamente a 143 millones de personas a migrar antes de 2050, 17 millones de ellas en América Latina, de acuerdo con un estudio elaborado por el Banco Mundial.
El reporte Groundswell-Preparación refiere que para la migración climática interna, bajo la ruta de altas emisiones, México y América Central pueden enfrentar ese problema debido al constante empeoramiento de la escasez de agua y el impacto en la productividad de los cultivos.
La meseta central de México y las tierras altas de Guatemala serán puntos críticos de migración climática, por lo que la gente abandonará las zonas más cálidas y bajas de estas dos zonas y se desplazará hacia regiones montañosas climáticamente más favorables.
Los puntos centrales incluyen áreas costeras bajas a lo largo del Golfo y la costa del Pacífico de Guatemala, así como ciudades como Monterrey y Guadalajara.
Este cuadro será resultado de la elevación del nivel del mar, la baja generalizada en la producción agrícola y la creciente escasez de agua dulce, dice el estudio.
El reporte divulgado ayer señala que, si no se toman medidas en el corto plazo, los “migrantes climáticos” llegarán a 86 millones de personas en África subsahariana, 40 millones en el sur de Asia y 17 millones en América Latina.
Kristalina Georgieva, vicedirectora del Banco Mundial, puntualizó que “cada día el cambio climático se convierte en una amenaza económica, social y existencial más fuerte”.
Este escenario, añadió, se puede constatar “en las ciudades enfrentadas a crisis de agua sin precedentes, en las regiones costeras que experimentan tempestades altamente destructivas y en las regiones agrícolas que ya no producen cultivos esenciales.
Por eso, apuntó, el cambio climático se tornó un “motor de migración”, ya que obliga a comunidades enteras a buscar un ambiente viable para subsistir.