Centro de Estudios de las Culturas Africanas celebra Día Internacional del Tambor Metálico

El Centro de Estudios de las Culturas Africanas y Casa del Caribe de Santiago de Cuba en Mexico, lo celebran por primera vez, presentando ponencias al ritmo del tambor metálico.

Lía Limón (especial)
Milenio Política
Ciudad de México /

El Centro de Estudios de las Culturas Africanas y Casa del Caribe de Santiago de Cuba en Mexico celebró por primera vez el Día del Tambor Metálico presentando ponencias al ritmo de este instrumento, el cual nació en la década de los años 30 del siglo pasado en Trinidad y Tobago, como símbolo de resiliencia.

El tambor metálico es un emblema para la comunidad afrodescendiente, ya que los primeros tambores metálicos fueron forjados a partir de objetos cotidianos como latas de chiles. Menciona el director del Centro de Estudios de las Culturas Africanas, un pedacito de África y afrodescendientes en México.

Al evento asistieron Francisco Villa y Betancourt, nieto de Francisco Villa, quien realza su participación con la frase “ es mejor dar a un instrumento musical, como un tambor que un fusil a los adolescentes”.

El Director del Centro de Estudios de las Culturas Africanas, Francisco Mariano Pérez invita a que nos unamos a vibrar y a hacer eco de los tambores metálicos, resonando en todo el mundo y así trascender fronteras.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) proclamó el 11 de agosto como el día internacional del tambor metálico. Reconociendo su simbolismo histórico, ya que el tambor tradicional fue el primer medio de comunicación a distancia, en la actualidad se podría pensar que es nuestro teléfono celular.

Pero ¿porqué nace el tambor metálico?, pues bien nace como una respuesta al colonialismo que no les permitía conservar sus costumbres ancestrales, por lo que este instrumento innovo y se convirtió en una representación de identidad y resiliencia.

Siendo en la actualidad el tambor metálico un garante cultural no solo en el Caribe sino mundial, contribuyendo en el desarrollo económico y social, y que decir en el rubro de la salud metal donde su uso terapéutico puede generar grades beneficios en el bienestar físico, psicoemocional y metal.

El afrocaribeño puede sacar un sonido y notas musicales de una simple lata de aceite, como lo podemos ver en sus festividades de carnaval, motivo por el cual gozan de gran prestigio internacional.

Por lo anterior la ONU señala como objetivo de Desarrollo Sostenible al tambor metálico, ya que este es capaz de generar un desarrollo de inclusión intercultural y creatividad. 

Contribuyendo al desarrollo económico, social y cultural del caribe, claro ejemplo es el turismo, quien no quiere bailar el tambor metálico es un bastión generador de empoderamiento en la juventud.

Quienes ven en este instrumento una oportunidad de generar progreso al pertenecer a una banda de jazz, reggae, grupos norteños, de cumbia, salsa o bien en la mùsica clásica. Siendo el tambor metálico un trasformador de consciencias e innovador de ideas y por ende de progreso del genero humano. 

El Doctor Javier Sosa, a cargo del área de Diseño y Producción de CECA y Miembro de la Academia, menciona que el hombre tradicional africano creía que los sonidos tenían un origen sobrenatural al igual que las enfermedades.

Muchos empleaban el sonido del tambor en los rituales de sanación con el fin de descubrir a través del sonido, el mal que padecía cada paciente.

También pensaban que cada individuo tenía incorporado en su espíritu un sonido particular, y uno de los roles de los ancianos era identificarlo para ver de qué modo actuar frente al mal. Este sonido personal podría estar relacionado con el timbre de voz. 

Sin duda los tambores metálicos han contribuido en la consecución de un mundo mejor y más sostenible para las regiones caribeñas y la cultura global, siguiendo el espíritu defendido en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.

A todo ello se une su simbolismo histórico y sus posibles implicaciones en el desarrollo económico, social y cultural del Caribe: contribuye actualmente en sectores como el turismo, la cultura mundial, la educación, además de la ciencia, la tecnología, la ingeniería, las artes y hasta matemáticas; y ha demostrado sus beneficios en el bienestar y la salud mental, la igualdad de género y el empoderamiento de la juventud.

En la celebración estuvieron representantes del Centro de Estudios de las Culturas Africanas: Karla Alvarez Rodriguez; representante legal de CECA, Francisco Mariano Pérez; director de CECA y Casa del Caribe México. 

También acudieron los invitados especiales Francisco Villa Betancourt; licenciado en Abogacía UNAM (Nieto del General Francisco Villa); Francisco Martinez, Percusion


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