Luego de una pausa de varias horas debido a la irrupción violenta de manifestantes a favor del presidente Donald Trump, el Senado de Estados Unidos reanudó su sesión de certificación de la victoria presidencial del demócrata Joe Biden.
En la apertura de la sesión, el vicepresidente Mike Pence lamentó un "día oscuro" y condenó la "violencia" registrada.
"Incluso después de la violencia y vandalismo sin precedentes en este Capitolio, los representantes electos del pueblo de Estados Unidos se reúnen nuevamente este mismo día para defender la Constitución", destacó Pence.
"(...) A quienes desataron hoy el caos en nuestro Capitolio: ustedes no han ganado. La violencia nunca gana. La libertad siempre gana. Y esta sigue siendo la casa del pueblo", dijo Pence, que ha gobernado durante cuatro años como "número dos" de Trump y ha sido una de sus figuras más leales.
El vicepresidente volvió al Congreso para presidir la sesión de ratificación de los resultados de las elecciones, horas después de haber desafiado a Trump, que le pedía arrogarse un poder que no le otorga la Constitución e impedir que se certificara lo votado por millones de estadunidenses en estados clave.
Justo después, Mitch McConnell, el republicano más poderoso del Congreso, sentenció que el Senado no se dejaría "intimidar" y que cumpliría "esta misma noche" su tarea de validar el resultado de las elecciones, establecida en la Constitución del país.
"Esta insurrección fallida solo subraya lo crucial que es para nuestra república la tarea que nos reúne aquí", afirmó el senador republicano."Completaremos el proceso de la forma correcta. Seguiremos nuestros precedentes, nuestras leyes y nuestra Constitución al pie de la letra, y certificaremos al ganador de las elecciones presidenciales de 2020", Joe Biden, agregó.
McConnell se había opuesto al intento de decenas de legisladores aliados de Trump de presentar objeciones al resultado en varios estados clave donde Biden se impuso al mandatario saliente.
El líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, describió como "terroristas domésticos" a los responsables del asalto y pidió que se les procese por sus delitos "sin ningún tipo de indulgencia".
"Este presidente merece una gran parte de la culpa. Esta turba fue en buena parte un resultado de los actos del presidente Trump", sentenció Schumer."Esto será una mancha en nuestro país, que no se borrará fácilmente. La última (muestra) del terrible e indeleble legado del presidente número 45 de Estados Unidos, sin duda el peor que hemos tenido", añadió.
Durante el inicio de la sesión, los senadores republicanos Kelly Loeffler, Steve Daines y Mike Braun afirmaron que tras el ataque al Capitolio por simpatizantes de Trump, no objetarán la victoria del demócrata Joe Biden obtenido por el Colegio Electoral.
Esta tarde, un grupo de manifestantes irrumpió violentamente en el Capitolio de Estados Unidos para frenar la certificación del triunfo de Biden, acusando un presunto fraude electoral en contra de Donald Trump.
RLO