Costa Rica busca cómo mantener una reforestación exitosa

Costa Rica, conocida por su exuberante selva y biodiversidad, se ha comprometido a alcanzar cero emisiones netas para 2050, lo que significa que desaparecerá un impuesto a los combustibles que ha ayudado a revertir la deforestación.

Un ejemplar de la llamada "rana azul" o "rana de cafetal" (Agalychnis annae) en una porción protegida de la selva en las afueras de Costa Rica (AP)
Editorial Milenio
San José, Costa Rica /

Tras pasar de tener una de las tasas de deforestación más altas del mundo, a ser una nación centrada en el ecoturismo, Costa Rica continúa buscando medidas para continuar atrayendo viajeros de todo el mundo con la posibilidad de pasear entre reservas marinas y bosques nubosos. 

Costa Rica ha estado financiando un programa para evitar la tala de árboles que depende en gran medida de los impuestos a los combustibles, los cuales desaparecerán para 2050 debido a la transición del transporte público y privado a la electricidad para cumplir con su compromiso de emisiones netas cero

Ante la necesidad de nuevas fuentes de financiamiento, el gobierno está explorando opciones como la creación de nuevos impuestos o la combinación de los ya existentes.

Algunas ideas para reemplazar esos fondos incluyen lograr que los grandes países desarrollados, los mayores contaminadores del planeta, compensen a naciones como Costa Rica, que hacen más de lo que les corresponde para almacenar carbono.

El programa de reforestación de Costa Rica recibió un impulso el año pasado con el anuncio del presidente Rodrigo Chaves de 16.4 millones de dólares del Banco Mundial para las selvas que están reduciendo las emisiones de carbono. 

El programa traerá un total de 60 millones de dólares para fines de 2025, fondos que Costa Rica espera que puedan duplicar la cantidad de selvas protegidas.

El dinero es un paso para que la comunidad internacional haga su parte en la preservación de selvas y bosques valiosos, recalca Jorge Mario Rodríguez Zúñiga, director del Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (FONAFIFO).

Según Rodríguez Zúñiga, si el programa costarricense beneficia al mundo, es justo que el mundo contribuya a su protección. Espera que algún día pronto pueda decir que toda la selva de propiedad privada en Costa Rica estará recibiendo algún incentivo a cambio de no deforestar.

Programa Pago por Servicios Ambientales

En 1996, la aprobación de una ley forestal creó el programa Pago por Servicios Ambientales (PSA), financiado por el impuesto a la gasolina.

El PSA otorgó a los propietarios de fincas que establecen plantaciones forestales alrededor de 60 dólares anuales por cada hectárea a cambio de cuatro "servicios ambientales", agua, belleza escénica, biodiversidad y carbono, asociados con la conservación del bosque.

Actualmente, el programa abarca más de 276 mil hectáreas.


Un ejemplar de la llamada "rana azul" o "rana de cafetal" (Agalychnis annae) trepa por una rama en una porción protegida de la selva. (AP)

MO

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