Geologos españoles afirman que el terremoto de Turquía tuvo una magnitud tan fuerte que ocasiono un aceleramiento de dos veces la fuerza G, unas cifras a las que "no llegan ni los astronautas cuando suben a la nave".
Según los científicos, "no hay edificio que soporte ese nivel, se podrían hacer construcciones que lo resistieran, pero tendrían un precio muy elevado".
"La sismicidad es muy contagiosa. La magnitud del terremoto principal desestructuró completamente la zona, entonces la corteza se ajusta a las nuevas tensiones del terreno y por eso las réplicas se van extendiendo en horizontal y en vertical", explicó Antonio Aretxabala, geólogo y experto español en sismos.
El pasado domingo, un terremoto de 7.8 azotó el sur de Turquía seguid de una réplica de igual magnitud que rompió una superficie de alrededor de 200 kilómetros de largo por 30 de ancho, según los expertos.
Ante esta área, Aretxabala señala que representar el epicentro en un punto es un tipo de tecnicismo, pero en realidad "sus dimensiones son enormes".
Sobre esta cuestión, el presidente del Colegio de Geólogos de España, Manuel Regueiro declara que "lo habitual es que la energía se vaya disipando y no vuelva a repetirse un terremoto tan grande, pero al ser un territorio de contacto de placas, no se puede descartar nada".
Por la historia geológica del lugar, sí que se esperan "réplicas durante meses", unos terremotos más pequeños que "sentirá la población".
Ambos geólogos coinciden en que "no es tan raro que se produzca un doblete" como acaba de ocurrir en Turquía dado su gran movimiento tectónico, lo que no pueden predecir es si va a producirse un gran terremoto.
aag