El gobierno de Estados Unidos acabó este lunes con su posición legal de que los asentamientos israelíes en territorio ocupado en Cisjordania violan la ley internacional, una postura que el país mantenía desde hace cuatro décadas y cuyo fin promete dificultar aún más los esfuerzos de paz en la región.
"Después de estudiar cuidadosamente todos los aspectos del debate legal, este gobierno está de acuerdo (...) [en que el] establecimiento de asentamientos civiles israelíes en Cisjordania no es, en sí mismo, incompatible con el derecho internacional", dijo Mike Pompeo.
El Departamento de Estado deja así atrás una opinión legal que emitió en 1978, durante la presidencia del demócrata Jimmy Carter, y que declaraba que los asentamientos civiles israelíes en territorios ocupados palestinos eran "incompatibles con la ley internacional".
Ese documento, conocido como el memorando Hansell, ha supuesto la base de la oposición que todos los gobiernos estadunidenses han expresado desde entonces a las colonias israelíes en territorios palestinos ocupados, aunque con diferentes grados de vehemencia dependiendo del presidente que estuviera en el poder.
Pompeo subrayó que su decisión no implica un cambio en la posición estadunidense "sobre el estatus último de Cisjordania" y que lo que ocurre a partir de ahora es que "Estados Unidos no expresa ninguna opinión" respecto a la legalidad de los asentamientos israelíes en ese territorio.
Tras el anuncio, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que la decisión de Estados Unidos de dejar de considerar las colonias contrarias al derecho internacional "enmienda un error histórico".
"Esta política refleja una verdad histórica, que el pueblo judío no son unos colonos extranjeros en Judea y Samaria. De hecho, nos llamamos judíos porque somos la gente de Judea", indicó en un comunicado, empleando el término bíblico de Cisjordania.
Por su parte, la Autoridad Palestina denunció la posición estadunidense sobre las colonias israelíes.
jamj