El distrito comercial que permanecía cerrado desde el tiroteo ocurrido durante el desfile del 4 de julio, que dejó siete muertos, reabrió el domingo por la mañana en el suburbio de Highland Park, en Chicago.
La zona, de dos por tres cuadras, está formada principalmente por pequeñas tiendas y restaurantes. Permanecía cerrada con cinta policial, barricadas y agentes uniformados desde el pasado lunes mientras el FBI y otras agencias de la ley procesaban las pruebas.
La calle estaba en tranquila poco después de que la policía retirara las barricadas, excepto por los vehículos de los medios de comunicación, algunos otros vehículos y gente caminando.
"Salimos a las 5:30 de la mañana. Estaba abierto", dijo Dale Miller, de 70 años, quien dijo que estaba paseando a su perro, Milo, cerca de donde ocurrió el tiroteo. "Es nuestro primer paseo del día".
Comentó que este año no asistió al desfile, pero que vive a unos 91 metros (100 yardas) de distancia y escuchó los disparos, aunque no se dio cuenta de lo que eran hasta que su hermano le llamó desde Florida asustado.
"Aquí sólo hay fuegos artificiales, eso es todo", contó Miller que le dijo a su hermano. "Así que los fuegos artificiales no eran eso".
Recibió muchas otras llamadas después de que se difundiera la noticia del tiroteo, incluida una de su hija, una profesora de Florida.
"Me llamó llorando y me dijo que había perdido mi refugio", dijo Miller. "Highland Park era siempre el único lugar al que podía ir donde estaba a salvo y eso me lo han quitado".
La reapertura se produce dos días después de que comenzaran los funerales por las siete personas que murieron en el tiroteo. Las autoridades dijeron que el atacante disparó más de 80 veces contra la multitud del desfile con un fusil semiautomático.
Robert E. Crimo III, de 21 años, ha sido acusado de siete cargos de homicidio en primer grado. Los fiscales esperan presentar más cargos en representación de las más de 30 personas que resultaron heridas en el ataque.
Los investigadores señalaron que Crimo, de la vecina Highwood, compró legalmente cinco armas y planeó el ataque durante semanas antes de subir al tejado de un negocio situado en la ruta del desfile y abrir fuego.
Crimo huyó del desfile, de acuerdo con las autoridades, mezclándose con la multitud que escapaba, y luego condujo hasta la zona de Madison, Wisconsin, donde contempló un segundo ataque. Volvió a la zona de Highland Park y su auto fue localizado por la policía.
Sigue habiendo dudas sobre si Crimo debería haber podido comprar legalmente armas de fuego en Illinois. Los funcionarios de la Policía Estatal de Illinois han defendido la aprobación de su licencia de armas en diciembre de 2019, meses después de que la policía recibiera informes de que había hecho amenazas suicidas y violentas.
Miller expresó su esperanza de que Highland Park se recupere. "Es una ciudad muy unida y es una ciudad que realmente está sufriendo en este momento, pero no está ni remotamente destruida", dijo.
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