Estados Unidos hizo historia este jueves cuando el Senado confirmó a Ketanji Brown Jackson como la primera jueza negra de la Corte Suprema. El recinto estalló en aplausos cuando esta mujer de 51 años fue confirmada por 53 votos contra 47 como una de los nueve jueces, garantizando que los hombres blancos dejarán de ser mayoría en el máximo tribunal por primera vez en 233 años.
Amable pero firme, la magistrada Brown Jackson afrontó el duro y cuestionado examen de su nominación a la Corte Suprema de Estados Unidos con la aguda conciencia de ser un "modelo" para los afroestadunidenses ante los senadores, que son quienes deben nombrarla de forma oficial.
¿Quién es Ketanji Brown Jackson? ¿Por qué Joe Biden la nominó? ¿Qué opinan los expertos y los republicanos de su posible nombramiento en la Corte Suprema de Estados Unidos?
Brown Jackson, la abogada progresista de Harvard que aboga contra el racismo
Ketanji Brown Jackson, nació el 14 de septiembre de 1970, en Washington D.C., sus padres fueron docentes que estudiaron en universidades exclusivas para afrodescendientes. La familia se mudó a Miami (Florida) para que su padre, un profesor de historia, pudiera asistir a la Facultad de Derecho de la Universidad de Miami como profesor.
Su padre finalmente se convertiría en el abogado principal de la Junta de Escuelas Públicas del Condado de Miami-Dade; mientras su madre se convirtió en la directora de la New World School of the Arts (Escuela de las Artes del Nuevo Mundo), ubicado dentro del mismo condado, esto le permitió estudiar en Harvard para desarrollarse, en particular, como abogada y luego como jueza federal.
Luego alternó las experiencias profesionales en el sector público y privado. Ejerció en bufetes de abogados pero también en la Comisión de Penas, una agencia independiente encargada de armonizar la política penal en Estados Unidos.
Era magistrada de la Corte de Apelaciones de la ciudad de Washington D.C., que se considera un trampolín para los aspirantes a integrar Corte Suprema. Justamente trabajó con quien cedió su lugar, el juez liberal Stephen Breyer —que fue nombrado en el gobierno de Bill Clinton—.
Consiguió el puesto con el respaldo de tres senadores republicanos. Es madre de dos hijas y está casada con un cirujano blanco, que es pariente política del ex presidente republicano de la Cámara de Representantes Paul Ryan, quien alaba su "inteligencia, personalidad e integridad".
Sin insistir en el color de su piel, la jurista rindió homenaje a todos los que la ayudaron a llegar a esta instancia, comenzando por sus padres, quienes, "para expresar su orgullo por su legado y su esperanza en el futuro, le dieron un nombre africano, Ketanji Onyika, que significa "la encantadora".
A diferencia de ellos, que "vivieron personalmente la segregación racial" y "tuvieron que enfrentarse a muchos obstáculos", Jackson remarcó su "suerte" de haber nacido tras las grandes luchas por los derechos civiles de los años 1960 que derribaron muchas leyes racistas.
La promesa de Biden de nombrar a una mujer afroamericana en la Corte de EU
Biden cumple así una promesa de campaña de hacer el histórico nombramiento y diversificar más una corte que estuvo formada casi exclusivamente por hombres blancos durante casi dos siglos. Eligió a una abogada que sería la primera ex defensora pública en el máximo tribunal, aunque también con el historial de élite de otros jueces supremos.
"Es una de las mentes jurídicas más brillantes de nuestra nación y será una jueza excepcional", aseguró Biden en la Casa Blanca insistiendo en que era un momento "histórico".
¿Cuánto dura el puesto en la Corte Suprema?
A diferencia de otros países, donde el puesto de juez (o magistrado) de la Corte Suprema tiene un plazo definido, en Estados Unidos son vitalicios, es decir, que puede permanecer en el puesto hasta que muera en funciones o que renuncie.
“Si soy lo suficientemente afortunada de ser confirmada como la próxima jueza de la Corte Suprema de Estados Unidos, solamente puedo esperar que mi vida y mi carrera, mi amor por este país y por la Constitución, y mi dedicación a defender el imperio de la ley y los principios sagrados sobre los que fue fundada esta gran nación, inspiren a generaciones futuras de estadunidenses”, dijo Ketanji Brown Jackson.
Jackson será la segunda juez de raza negra en la corte actual —el conservador Clarence Thomas es el otro— y apenas tercera en la historia. Además apenas la sexta mujer en servir en la corte y su confirmación significaría que por primera vez cuatro mujeres están juntas en el tribunal de nueve jueces. La corte actual tiene tres mujeres, una de las cuales es la primera hispana, la jueza Sonia Sotomayor.
Jackson se suma a una minoría liberal en una corte dominada por los conservadores que pondera retrotraer derechos de aborto y considerará el fin del uso de la raza en las matrículas universitarias y restringir gestiones de derecho al voto para incrementar la representación de las minorías.
Ahora, a las puertas de la Corte Suprema —y con su confirmación casi segura— espera que su carrera aumente la "confianza" de los afroestadunidenses en el sistema judicial. "La gente entenderá que los tribunales son como ellos, que los jueces somos como ellos", dijo.
Pero también será una de las pocas en tener una experiencia profesional en el sistema penal. La mayoría de los jueces de este nivel han destacado como fiscales pero ella defendió durante dos años a los acusados como abogada de oficio en Washington. Le "impactó" su desconocimiento de la ley y en cuanto fue jueza se esmeró en explicar sus decisiones a los condenados.
Y las consecuencias del sistema judicial las conoce de cerca: uno de sus tíos fue condenado a cadena perpetua en 1989 en virtud de una ley muy represiva que automáticamente imponía cadena perpetua tras tres delitos contra las leyes de estupefacientes.
Aunque no mantenía una relación estrecha con él, "esta experiencia familiar le hizo tomar conciencia del impacto de la ley en la vida de las personas", contó al The Washington Post un amigo suyo que pidió el anonimato.
En 2013 el presidente demócrata Barack Obama la nombró jueza federal en Washington. Durante ocho años tomó decenas de decisiones. Contradijo por ejemplo a Donald Trump, quien intentaba impedir que el Congreso convocara a uno de sus asesores, y escribió: "La principal enseñanza de 250 años de historia estadunidense es que los presidentes no son reyes".
Nada más llegar a la Casa Blanca, Joe Biden la nombró miembro de la influyente Corte Federal de Apelaciones de Washington, considerada un trampolín para la Corte Suprema.
Un proceso "agotador", pero veloz en el Senado pese a oposición republicana
Los conservadores, sin embargo, hicieron todo lo posible para retratarla como una magistrada "suave con el crimen" y llegaron a insinuar que había dictado sentencias poco duras contra los acusados de pornografía infantil, algo que fue desmentido incluso por medios conservadores como The National Review.
Antes de la confirmación este jueves, algunos senadores republicanos, entre los que se incluía Ted Cruz, dieron una rueda de prensa para tratar de desacreditar a la magistrada. Su proceso de nominación sólo duró 42 días, uno de los proceso más cortos para nominación de juez.
"Ella será la jueza más izquierdista que jamás ha llegado al Tribunal Supremo", proclamó sin pruebas Cruz.
El senador por Texas es uno de los republicanos que está evaluando presentarse a las elecciones presidenciales de 2024, por lo que usó las audiencias del comité judicial del Senado previas al voto de hoy para sacar rédito político.
Las críticas de los republicanos en esas audiencias fueron tan fuertes que provocaron la intervención del senador demócrata Cory Booker de Nueva Jersey. Con una enorme sonrisa, presidió este jueves un voto de procedimiento previo a la confirmación final de Jackson.
Booker ofreció un emocionante discurso en el que criticó a los republicanos por haber buscado cualquier excusa para atacar a Jackson y aplaudió todo lo que la jueza había logrado para llegar hasta allí, siendo además una mujer negra y con los obstáculos que eso implica.
"Nadie va a robarme la alegría", declaró entonces Booker, mientras Brown se secaba las lágrimas.
Presidiendo la sesión en el Senado estaba la vicepresidenta de Estados Unidos Kamala Harris, que ejerce como presidenta del Senado, y quien también rompió su propio techo de cristal al convertirse en la primera afroamericana y la primera estadunidense de origen indio en alcanzar la Vicepresidencia de Estados Unidos. Harris leyó los resultados de la votación con una sonrisa y automáticamente el hemiciclo estalló en aplausos.
Los miembros del Caucus Negro del Congreso, que se habían agolpado al final de la sala en unos bancos, golpearon sus manos con fuerza y algunos levantaron los puños en señal de victoria mientras que algunos senadores se volvieron hacia ellos para mostrarles su reconocimiento.
La confirmación en el Senado de Jackson, que desde el año pasado es jueza en la Corte de Apelaciones del Distrito de Columbia, se daba por segura porque los demócratas contaban por sí solos con la mayoría simple necesaria.
dr