Joven aspirante a la Armada de EU murió por enfermedad desconocida tras semana de entrenamiento

El programa es tan extenuante que al menos entre el 50 y 60 por ciento no logran aprobar la 'Semana del Infierno', entrenamiento de admisión que pone a los aspirantes al límite.

Parte del entrenamiento al que los aspirantes son sometidos durante una semana. | AP
Editorial Milenio
San Diego, California /

Un aspirante a comando SEAL de la Armada de Estados Unidos murió pocas horas después de completar la agotadora prueba de admisión conocida como la Semana del Infierno. El hombre fue identificado como Kyle Mullen, de 24 años, que se unió al ejército el año pasado.

El marino Mullen murió en un hospital del área de San Diego el viernes después de que él y otro aprendiz de SEAL informaran de que experimentaban síntomas de una enfermedad desconocida, dijo la Marina.

El otro marino, cuyo nombre no ha sido revelado, fue hospitalizado en condición estable, informó el domingo el San Diego Union-Tribune.

La causa de la muerte se desconoce y se está investigando. Ambos hombres cayeron enfermos apenas unas horas después de haber completado con éxito la prueba que pone fin a la primera fase de evaluación y selección para la clase de élite Basic Underwater Demolition.

La Marina dijo que ninguno de los dos había sufrido un accidente o un incidente inusual durante los cinco días y medio de la semana de prueba.

El contralmirante H.W. Howard III, comandante del Mando de Guerra Especial de la Armada en Coronado, California, ofreció sus condolencias a la familia de Mullen en un comunicado.

"Estamos extendiendo todas las formas de apoyo que podemos a la familia de Mullen y a los compañeros de clase de Kyle", dijo Howard.

Kyle Mullen se alistó en la Marina en marzo de 2021, según su biografía naval. Se presentó al entrenamiento SEAL en Coronado en julio, dijo el Union-Tribune.

La prueba con duración de una semana es parte de la clase BUD/S, que implica la demolición básica bajo el agua, la supervivencia y otras tácticas de combate

Se produce en la cuarta semana en la que los candidatos a los SEAL son evaluados y esperan ser seleccionados para el entrenamiento dentro del Mando de Entrenamiento Básico de Guerra Naval Especial.

El programa SEAL pone a prueba la fuerza física y psicológica, junto con la competencia acuática y las habilidades de liderazgo. El programa es tan extenuante que al menos entre el 50% y el 60% no superan la Semana Infernal, en la que los candidatos son llevados al límite.

El último candidato a SEAL que murió durante la fase de evaluación fue el marino James Derek Lovelace, de 21 años, en 2016. Estaba luchando por pisar el agua con el equipo completo en una piscina gigante cuando su instructor lo empujó bajo el agua al menos dos veces. Perdió el conocimiento y murió.

Su muerte fue inicialmente declarada como un homicidio por el médico forense del condado de San Diego. Un año después, tras una investigación, la Marina dijo que no presentaría cargos penales por el ahogamiento de Lovelace. 

La autopsia reveló que tenía un corazón agrandado que contribuyó a su muerte, y que también tenía una arteria coronaria anormal, que se ha asociado con la muerte súbita cardíaca, especialmente en los atletas.

El informe de la autopsia no aclara en qué medida las anomalías cardíacas de Lovelace contribuyeron a su muerte.

La última muerte se produce apenas dos meses después de que un comandante de los SEAL de la Armada muriera a causa de las lesiones sufridas durante un accidente de entrenamiento en Virginia. El comandante Brian Bourgeois, de 43 años, se cayó mientras descendía a gran velocidad de un helicóptero y murió varios días después.

evr

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