Aunque sólo representan el 18 por ciento de total de la población, los hispano-latinos en Estados Unidos registra el 26 por ciento del total de vacunados en los recientes 14 días en los Estados Unidos, por delante de los asiáticos que, a pesar de ser apenas el 5.8 por ciento de la población cuentan con el 6.9 por ciento de los vacunados de todo el país en el mismo periodo.
En contraste, las razas que menos se vacunan son los “blancos”, que cubriendo el 61 de la demografía estadunidense apenas registran el 42 por ciento del total de vacunados, seguido de los afroamericanos que son el 13.4 por ciento de la población y llegan apenas al 12.5 por ciento de quienes se han inoculado en las pasadas dos semanas, según datos dados a conocer por el Centro de Prevención y Control de Enfermedades (CDC).
Luego de que durante todo junio las cifras de contagios permanecieran por abajo de los 20 mil diarios en todo el país, a partir de julio comenzó un ascenso en los contagios, sobre todo entre quienes no han recibido la vacuna, situación que llevó al presidente Joe Biden a declarara que ahora Estados Unidos sufre "una pandemia de no vacunados”, que se han erigido como el dique que impide sus planes de recuperación económica.
Y es que tan sólo el viernes 16 de julio, el número de contagios superó de nueva cuenta la barrera de los 40 mil y salvo en dos estados, los restantes 50 mantiene una curva ascendente en los recientes 7 días, siendo California de nueva cuenta uno de los focos de la pandemia.
Por tal motivo, el gobernador californiano Gavin Newsom impuso nuevamente el mandato de usar cubrebocas en trabajos e interiores, así como en exteriores si no era posible guardar los 2 metros de distancia. “Hemos visto a mucha gente con la cara descubierta poniendo en riesgo el avance que hemos tenido contra la enfermedad”, dijo el mandatario local.
Otros puntos con focos rojos son Florida, que registra uno de cada cuatro nuevos contagios, y Alabama donde, a dos semanas del feriado del 4 de julio, ha duplicado el número de pacientes con covid-19 en sus hospitales que ahora deben enfrentar la más contagiosa variante Delta.
En un intento de empujar los niveles de vacunación que aun no llegan al 50 por ciento de la población, voceros del CDC como el doctor Anthony Fauci insisten casi a diario que el 97 por ciento de los contagiados que llegan a los hospitales, así como los recientes fallecidos “son personas que no han sido vacunadas”. Ahora los programas implementados por las autoridades de salud se han concentrado en desmentir los mitos que rodean a las vacunas.
Ese esfuerzo gubernamental incluye el señalar a una docena de influencers, entre los que se hallan Robert F. Kennedy Jr., sobrino del asesinado presidente quien, como legendario antivacunas, dirige la organización Children's Health Defense (CHD) donde presuntamente ofrecen información sobre el daño que las vacunas provocan. La cuenta de Instagram de Kennedy fue cerrada el 8 de febrero, sin embargo su página de Facebook aun permanece activa.
A esos influencer se refería el presidente Biden cuando culpó a Facebook de “estar matando gente”, aunque ya la tarde de este lunes aclaró, a pregunta expresa, que en realidad se refería a quienes publican mentiras sobre las vacunas y no a las redes sociales en concreto.
Una de las medias verdades difundidas por al menos una docena de influencers es que gente con el esquema completo de vacunación se ha muerto.
La agencia AP se apresuró a comparar que, tan sólo en mayo, murieron de covid-19 150 personas vacunadas (el 0.8 por ciento) de un total de 18 mil fallecidos en todo el país. Esos bajos porcentajes de "muertos vacunados" se repiten en prácticamente en todos los estados donde se realiza el ejercicio.
Finalmente, las cifras del CDC señalan que las mujeres se vacunan en promedio más que los hombres y que el rango de edad que tiene los más altos porcentajes de vacunación es el que conforman ciudadanos entre 50 y 64 años.
dmr