Bombardeos, sirenas, miles de personas huyendo como refugiados tras los incesantes combates entre el ejército ruso y los soldados ucranianos en Kiev, la capital de Ucrania. Sin embargo, la historia de la urbe es tan antigua que se ha mantenido en pie por más de mil 500 años aunque se han ido pasando pueblos, culturas e imperios.
La historia de los ucranianos —y de los rusos— no se puede comprender sin Kiev. El propio presidente de Rusia, Vladimir Putin, reitera que la vinculación entre ambos pueblos ha trascendido por un milenio. ¿Cómo se fundó la capital de Ucrania? ¿Por que es de relevancia para ambos pueblos? ¿Que tiene que ver la religión en su construcción?
Una leyenda cristiana creada hasta la Rus de Kiv
La fecha exacta de la fundación de Kiev es un misterio. Aunque formalmente existe desde el año 482 de nuestra era (d.n.e), existieron asentamientos desde hace 25 mil años, e incluso, que el poblado existe desde hace más dos milenios.
En la zona ya habitaban los primeros eslavos pertenecientes a la cultura Zarubintsy, la historia de la posible existencia de la actual Kiev empezaría en pleno apogeo del Imperio Romano y la expansión del cristianismo.
La historia que da sentido a la fundación de Kiev viene de la leyenda de Ki, Shchek y Joriv, "El cuento de los años pasados" —relatada en las Crónicas de Néstor de 1113—, donde relata que estos tres hermanos de la tribu polana —los antepasados de los actuales polacos—, junto a su hermana Lybid, fundarían la actual ciudad de Kiev en el siglo V de nuestra era, aunque historiadores reiteran que no existe la fecha exacta.
¿Qué dice esta leyenda?
Néstor, que fue un monje del Monasterio de las Cuevas de Kiev, coloca en la leyenda a esos hermanos en varias colinas de la ciudad. Ki, quien es el hermano mayor, es al quien le nombran la ciudad, fue a Constantinopla y recibió una gran bendición del emperador, dondequiso fundar la ciudad sobre el río Danubio para él establecerse, pero fue expulsado de allí por las tribus circundantes y regresó al Dniéper para crear la urbe.
Andrés el Apóstol —hermano de Pedro, según el Nuevo Testamento—, de acuerdo con la Crónica de Köingsberg —donde cuenta parte del origen de al Rus de Kiev—, predicaba en las fronteras del sur de la actual Ucrania, a lo largo del Mar Negro.
Esta leyenda explica que viajó hacia el norte sobre el río Dniéper y llegó a la futura ubicación de Kiev durante el Siglo I d.n.e, cuando el Imperio Romano estaba en pleno apogeo. Andrés erigió una cruz en el lugar donde actualmente está la Iglesia de San Andrés de Kiev, profetizando que se fundará una gran ciudad cristiana.
El matemático, astrólogo y geógrafo griego Claudio Ptolomeo, detallaba en su mapas del siglo II d.n.e. varios asentamientos sobre el río Dniéper, principalmente del poblado de Azagario, que se cree el primer asentamiento previo a la fundación de Kiev.
La zona posteriormente estaría bajo la influencia de tres principales culturas: los godos, los romanos y los sármatas —una civilización de origen iraní que ocupaba parte de la actual Europa del este—, estos últimos serían clave para la formación de los actuales pueblos eslavos, entre otras tribus.
Como varios pueblos se disputaban el territorio, no existe plenamente una fecha exacta de la fundación de Kiev. Entre el siglo II y el siglo V hubieron dos grupos culturales arqueológicos que definirían parte del inicio de Ucrania: la Cultura de Kiev —la primera plenamente eslava de influencia germánica y celta— y la Cultura de Cherniajov —la mezcla de sármatas, godos y dacios.
El ascenso de los jázaros en el siglo VII —una tribu túrquica afín al Imperio Bizantino, y que fungió como reino tapón entre los califatos árabes y el neo-imperio persa— cuando empiezan a tomar control del todo el Cáucaso y de la antigua Kiev, que se convierte como una ciudad principal de comercio por su ubicación geográfica durante los siguientes dos siglos.
Rurik de Ladoga —un vikingo varego, tribu pagana originaria de Suecia— comenzaba a tener poder en Nóvgorod, y junto a sus hermanos empezaría a formar un imperio, que daría inicio a la dinastía Rúrika, lo que formalmente se conocería como la Rus de Kiv en el 862.
Pero sería uno de sus parientes, Oleg de Nóvgorod, quien conquistaría la actual ciudad de Kiev veinte años más tarde, en el 882 —algunos historiadores dicen que fue hasta el año 920—, y daría a la dinastía la categoría de reino, extendiendo sus dominios por lo que hoy conocemos como Ucrania, Rusia y Bielorrusia.
La Rus de Kiv, la base de la historia entre Rusia, Ucrania y Bielorrusia
Con el ascenso de la Rus de Kiv, el nuevo estado prosperó debido a su abundante suministro de pieles, cera de abejas, miel y esclavos para la exportación, además de que Kiev controlaba las tres rutas comerciales principales de Europa del Este.
En esa época empezaba la expansión del cristianismo en Europa del Este, después de que la Rus de Kiv había iniciado en el paganismo, pero serían dos de los monarcas que darían formación de la actual Kiev —y part del "mundo ruso"— serían los príncipes Vladimiro I 'El Grande' (956-1015) y Yaroslav I 'El Sabio' (978-1054).
El 'tridente' que hoy es el escudo de Ucrania
El tridente fue utilizado como escudo en el reinado de Vladimiro I, donde se puede encontrar en sus primeros prototipos en las monedas acuñadas. Sería una versión mejorada del bidente usado el el reinado de su padre, Sviatoslav, que habría sido inspirada en la simbología de ruinas jázaras.En el intento de la primera república ucraniana (1918) se buscó retomar el tridente de Vladimiro, pero sería hasta la caída de la Unión Soviética y la posterior independencia de Ucrania, que se retomaría el símbolo como el escudo nacional.
Vladimiro es recordado por imponer el cristianismo como religión de la Rus de Kiv —donde miles de personas se bautizaron en el río Dniéper en el año 988— de facilitar la imposición de la escritura cirílica—inspirada en el alfabeto griego, pero adaptada a las lenguas eslavas—, y de crecer la economía en todos los aspectos. Para ese momento, en el año 1000, Kiev ya contaba con 45 mil habitantes.
Pero con Yaroslav, la ciudad alcanzaría su época de oro con la construcción de la Catedral de Santa Sofía y la biblioteca del monarca y la Academia de Kiev en el años 1037, así como la Puerta Dorada de Kiev, que protegía la principal entrada de la ciudad, en el 1024.
Tras la muerte de Yaroslav, comenzaría un primer gran declive de Kiev por las peleas internas en la dinastía Rúrika —ya que heredaba el trono quien tuviera mayor edad, no un designado del príncipe—, debilitando su influencia política y siendo ataque de otros reinos. El último monarca que mantuvo la unidad fue Mstislav I, que tras su muerte en 1132, la Rus de Kiv se dividió en principados.
En marzo de 1169, Andrey Bogolyubsky, el monarca del principado de Vladimir-Suzdal —que daría años después a la conformación de Moscú como capital— saqueó Kiev, dejando en ruinas el casco antiguo y la sala del príncipe Mstislav II.
Moscú como "la heredera" de la Rus de Kiv
Aunque existían vestigios de que una localidad llamada Moscú había nacido siglos antes, sería hasta el año de 1147 cuando oficialmente aparece en el mapa debido al encuentro entre Sviatoslav Olgovich, príncipe de Chernígov. y Yuri Dolgorukiy, príncipe de Riostov, donde ordenó la fortificación de Moscovia. Esa fortificación le dio a Dolgorukiy el título de ser el fundador de Moscú.
La caída y destrucción completa de Kiev sería hasta el año 1240 con la invasión mongola, dirigida por Batu Khan —nieto de Gengis Khan— llevó al final de la dinastía Rúrika y la caída de la Rus de Kiv. Los príncipes de la ciudad se vieron obligados a aceptar a un señorío que estaba a cargo de la Horda de Oro —el territorio controlado por los mongoles en el Cáucaso— durante poco más de 120 años, al cual le debía pagar tributo.
Pese a la baja de población tras la invasión mongol —ya que era una de las ciudades más pobladas del mundo en ese entonces, con 100 mil habitantes—, Kiev continuó siendo el centro eclesiástico tradicional de la Rus y, por lo tanto, fue un factor importante que influyó en la vida política de esas tierras —rama que nació tras la separación de la iglesia católica con la ortodoxa se dio en el año 1054— porque el patriarca de Kiev era el mismo que el de Moscú, que se adscribían a lo que decía Constantinopla.
Kiev bajo el gobierno de Polonia y Lituania, hasta la llegada del Imperio Ruso
La invasión mongola orilló a la divisiones entre rusos, bielorrusos y ucranianos. Mientras que Kiev quedó bajo control de los mongoles, los rusos se mantuvieron alejados de ellos en la República de Nóvgorod —siendo la heredera de la Rus de Kiv y el antecesor del Imperio Ruso— esto hasta 1362 con la batalla de las Aguas Azules, donde el Gran Duque de Lituania, Algirdas, gana la guerra e incorpora a Kiev dentro de sus territorios.
Durante los años de entre 1362 y 1471, la ciudad fue gobernada por príncipes lituanos de diferentes familias. Pese a su disminuida importancia política, Kiev todavía jugó un papel importante como sede religiosa, ya que no sólo había ortodoxos, sino también una gran parte de la comunidad judía. La administración de la ciudad regresaría, de forma limitada, hasta 1498.
Sin embargo, los conflictos en Kiev no terminaban. La invasión de los tártaros de Crimea a la ciudad —donde saquearon la Catedral de Santa Sofía—, las guerras entre el Principado de Moscú y el Ducado de Lituania, y la amenaza de expansión del Imperio Otomano tras la caída de Constantinopla en 1452, lo hacían un punto de batalla.
Sería hasta el año 1567 cuando Kiev pasa de estar en manos lituanas a polacas, esto tras la Unión de Lublin, que dio a la creación la Mancomunidad de Polonia y Lituania. Esta unificación abría la puerta para que Kiev volviera a ser una capital regional.
Pero la ciudad fue ocupada por las tropas del Hetmanato cosaco —un grupo de origen eslavo, ubicado en el sur de Ucrania que abogaba por un régimen democrático— tras la Rebelión de Jmelnitski, iniciada en 1648 por el atamán Bohdán Jmelnitski, que buscaba el fin de la influencia del Reino de las Dos Naciones sobre las tierras cosacas, pero terminaría en transferir Kiev de la esfera polaca a la influencia rusa.
Ocupada por tropas rusas desde el Tratado de Pereyaslav de 1654, se buscaba iniciar el proyecto de crear el el Gran Principado de Rutenia en 1658 con el Tratado de Hadiach, pero debido a la fuerte resistencia de la sociedad polaca y la decepción de las tropas cosacas, iniciaría un periodo conocido como 'La Ruina' al año siguiente, que se caracterizó por las continuas luchas, guerra civil y la intervención extranjera de los vecinos de Ucrania, entre ellas, la guerra ruso-polaca de 1654 a 1667.
En medio del conflicto, Kiev termina siendo parte del Zarato ruso tras la tregua de Andrusovo, que representó una gran derrota para la Mancomunidad de Polonia-Lituania, tratados que nunca fueron ratificados.
Inicia la monarquía de los Romanov en Rusia
Miguel I de Rusia se convirtió en el primer monarca de la dinastía Romanov en 1613 tras su designación por el Zemski Sobor (Asamblea Nacional). Hijo del boyardo (noble) y patriarca de Moscú, FilaretoNikítich Románov —primo del zar Teodoro I— tras descartar a otros posibles candidatos, entre los que figuraban los reyes de Polonia y de Suecia. La elección se debió en parte a su lejana relación de parentesco con la zarina Anastasia —su tía abuela—, esposa de Iván IV 'El Terrible'.
Durante el siglo XVIII, Kiev perdería independencia administrativa bajo el Imperio Ruso, sin embargo, no dejó de ser una de las principales religiosas para la comunidad ortodoxa, donde el hetmanato quedaría disuelto y la zarina Catalina 'La Grande' suprimiría su administración en 1775.
En ese momento se inicia con la 'rusificación' de Kiev, ya que se construye la Casa de Teatro (1806), la Casa del Contrato (1817), la Universidad de San Vladimir, la actual Universidad Nacional Taras Shevchenko de Kiev (1834), entre otros edificios. Mientras que las clases dominantes hablaban ruso, las clases bajas hablaban el ucraniano, mientras que el polaco aún permanecía en algunas zonas de la ciudad.
En medio de la Revolución Industrial Rusa, la ciudad vuelve a ser un importante punto de comercio y transporte de mercancías del Imperio Ruso, especializándose en la exportación de azúcar y cereales en tren y barco, convirtiéndola durante la segunda parte del siglo XIX en la tercera ciudad más importante y el principal centro de comercio del suroeste. Para 1897, cerca de 250 mil personas viven en Kiev, donde ya existía el sistema de tranvías, amplios ferrocarriles, se vuelven a edificar sinagogas.
Los tiempos soviéticos y la posterior independencia de Ucrania
Kiev se convirtió en la capital de varios estados ucranianos sucesivos y quedó atrapada en medio de varios conflictos: la Primera Guerra Mundial, durante la cual los soldados alemanes la ocuparon desde el 2 de marzo de 1918 hasta noviembre de 1918, los intentos de fundar una república independiente en 1917, la Revolución Rusa 1917 a 1922 y guerra polaco-soviética de 1919-1921, cambiando hasta 16 veces de gobierno en dos años.
Los años de la larga guerra llevaron al declive de la economía urbana, la ruptura de las relaciones económicas y muchos habitantes de Kiev, industriales y empresarios, figuras de la ciencia, la cultura y el arte, se tuvieron que ir al exilio.
Tras el triunfo de los bolcheviques en la Revolución Rusa, y la posterior creación de la Unión Soviética, Kiev dejó de ser temporalmente la capital tanto de la región como de la posterior República Socialista Soviética de Ucrania, ya que se había designado a Jarkov para ser la sede del gobierno.
La industrialización soviética que comenzó a fines de la década de 1920 reforzó a la ciudad en un importante centro industrial, tecnológico y científico, pese a que había destacado históricamente como un centro religioso y comercial. Fue hasta 1934 cuando Kiev se convirtió en la capital de la Ucrania soviética.
Sin embargo, los bienes de la Catedral de Santa Sofía terminaron siendo confiscados por las autoridades comunistas, mientras que la Catedral de la Epifanía, la Catedral Militar de San Nicolás y la Iglesia de la Natividad de Cristo terminarían siendo destruidas, sólo la última pudo ser reconstruida décadas después.
Kiev también pasó por las tres etapas más oscuras dentro de la Unión Soviética, la Gran Hambruna (Holomodor, 1933-1934) la Gran Purga impulsada por Iosef Stalin (1937-1938) contra todos los disidentes del socialismo —y haciendo ejecuciones secretas contra nacionalistas y enemigos de la URRS—, y la Segunda Guerra Mundial, donde los nazis ocuparon la ciudad durante dos años (1941-1943) bombardeándola y convirtiéndose en el sitio de uno de los crímenes de guerra nazis más infames del conflicto por la muerte de hasta 60 mil personas.
Tras los años de la posguerra, se inició con la reconstrucción de la ciudad, donde la Unión Soviética levantó miles de viviendas, se volvieron a impulsar las fábricas, se inicia la construcción del Metro de Kiev y el aeropuerto de Boryspil, y se mantiene el impulso de obras públicas como puentes, pero se mantiene la represión ideológica.
En el sentido cultural, marcó una nueva ola de rusificación en la década de 1970, cuando las universidades y las instalaciones de investigación se desalentaron gradual y secretamente de usar el ucraniano, esto con el fin de socavar el nacionalismo, que iba en contra de la Unión Soviética, y los intentos de acercarse al mundo occidental, que ya daba pie a la Guerra Fría.
Tras la explosión en Chernóbil, la ciudad tuvo afectaciones ambientales, pero no fueron sumamente graves en la población. Con la caída de la URSS en 1991, Ucrania se vuelve una nación independiente, y varias de las iglesias que fueron destruidas fueron reconstruidas.
En los últimos años, la Plaza de la Independencia fue sede de las masivas manifestaciones de la Revolución Naranja de 2004 y del Euromaidán de 2013, que son partes clave para comprender la posterior guerra entre Rusia y Ucrania.
dmr