El idioma griego es tan antiguo que la propia cultura que nos regaló grandes avances en la matemática, la filosofía, y la política. Una lengua que se habla hace tres milenios, y que es tan importante que ha dado soporte a diversas palabras en el español, inglés y gran parte de las hablas indoeuropeas.
A diferencia del latín —que terminó derivándose en otras lenguas como el español, italiano, rumano, catalán y portugués, entre otras— que terminó muriendo como lengua, el griego se mantiene en la actualidad, aunque también no ha sido su habla igual que como hace más de 2 mil años.
¿Qué hizo al griego un idioma que aún se hable en la actualidad? ¿Cómo sobrevivió a presar de los romanos y otomanos? ¿Qué tiene que ver con la identidad de los actuales griegos como con sus antepasados?
Un idioma que va más allá de la filosofía
De acuerdo con el antropólogo británico Colin Renfrew, en su libro "Lenguajes en la Europa prehistórica", el idioma griego se habla de hace más de tres milenios. Pero el hallazgo de una tablilla en Messenia en el año 2011, e informada en ese entonces por la revista National Geographic, y que data de entre los años 1450 y 1350 a.n.e (antes de nuestra era), hacen creer que el griego es una de las lenguas vivas más antiguas que existen.
Hay varias teorías sobre el origen de la lengua griega. Según uno de ellos, proviene de la migración de culturas seminómadas a la península griega—uno de ellos, del pueblo armenio—, pero otra teoría viene de los cambios fonéticos que se dieron entre los años 3000 y 1700 a.n.e. Esto dio a la creación de varios dialectos —variaciones de un mismo idioma, son casi iguales a los acentos— dentro de la propia península griega.
Sólo dos dialectos terminarían destacando entre el resto: el jónico-ático, donde se hablaría en Atenas y parte del archipiélago, y el koiné, esto gracias a la influencia del conquistador Alejandro Magno (356-323 a.n.e), que florecerían hasta el siglo I d.n.e (de nuestra era). Ambos serían la clave de la evolución del idioma siglos más tarde.
Pese que los griegos terminaron siendo conquistados por los romanos —en el año 146 a.n.e en la Batalla de Corintio—, el idioma no desapareció como suele ser en muchos pueblos conquistados, sino que era el idioma más importante de oriente del Imperio Romano.
Al igual que el pueblo judío, los griegos siguieron permaneciendo en la zona, pero dejando la administración local a ellos son abolir los patrones políticos tradicionales y parte de sus tradiciones. Influyeron tanto en la cultura de la época —al grado de que el escritor romano Horacio llegó a deci su famosa frase : «Graecia capta ferum victorem cepit» ("La Grecia conquistada, conquistó al bárbaro conquistador")— que por ello los expertos la terminaron denominando la cultura "grecorromana".
Horacio, el 'creador' del "Carpe Diem"
El principal poeta lírico y satírico en lengua latina fue el "promotor" de esa frase, que está incrustada en las Odas (los cuatro libros de sus líricas), cuya traducción es, literalmente, "aprovecha el día", en el sentido de aprovechar el tiempo y no malgastarlo.
El griego, incluso, sería fundamental para la propagación del cristianismo dentro del propio Imperio Romano —ya que en ese idioma estaba traducido la Septuaginta (la biblia griega, traducida del Antiguo Testamento) y el Nuevo Testamento, principalmente en koiné—, clave que daría a una de las razones para la caída de Roma: la persecución de cristianos y paganos que buscaban preservar a los antiguos dioses grecorromanos.
El cristianismo se volvió en la religion oficial del imperio decadente en 380 con el emperador Teodoro, pero los griegos tardarían todavía más tiempo en adoptar a Cristo y abandonar el paganismo. Mientras que los griegos católicos se denominaban como romanos, los aún creyentes del paganismo se les nombraba como helenos.
Los nicenos, la base del actual cristianismo
En los tiempos romanos ya se había desarrollado y expandido el cristianismo como religion, sin embargo, había dos corrientes principales: los arrianos y los nicenos. Mientras que los primeros abogaban que Jesús y Dios estaban muy separados y eran entidades diferentes, los nicenos defendían queJesús era “consubstancial” con Dios Padre, que ahí derivaría el "Espíritu Santo" y el término de la "Santísima Trinidad".Con el reinado de Teodoro (379-395 d.n.e) en el Imperio romano, se impuso el cristianismo como religión, pero se adoptó la rama nicena, misma que derivaría en siglos más tarde en las actuales ramas del cristianismo, como los ortodoxos, los católicos y los protestantes. Al grado, que el credo niceno-constantinopolitano es la base del actual credo católico.
El Imperio Romano terminaría siendo dividido en dos para el año 286 d.n.e —la creación del Imperio Romano de Oriente— y consolidado tras la caída de Roma casi dos siglos después (476 d.n.e), pero el idioma griego no sólo no desapareció, sino fue una de las dos lenguas oficiales del Imperio Bizantino, el nuevo reinado que duraría por casi mil años.
El Imperio Bizantino y el "punto de inflexión" del idioma griego
Con el emperador Justiniano (482-565 d.n.e) —que buscó reconstruir el Imperio Romano y lo logró en su momento— el griego empezaría a tener su transformación, al grado de convertirse a partir del siglo VII en el idioma oficial del imperio, aunque originalmente se usaba el latín para documentos oficiales.
Los compiladores del "derecho romano"
Durante el reinado de Justiniano se hace la mayor compilación sobre el antiguo derecho romano: elCorpus iuris civilis (Cuerpo de Derecho Civil), que había sido originalmente escrito en Latín. El recopilatorio de la jurisprudencia durante el Imperio Romano es actualmente la gran base de las leyes que existen en la actualidad y la base para estudiar las bases del derecho.
Sería hasta el año 610 con el reinado de Heráclito que pasaría a ser el idioma oficial del Imperio Bizantino. Muchos textos empezarían a traducirse, y además, empezaría la evolución del griego koiné al medieval, que sería de base a como hablan los griegos en la actualidad. Su principal diferencia, los términos prestados del latín.
Durante la época medieval comenzaría y hasta la época de las cruzadas la "decadencia" del idioma griego, originado por la pérdida de territorios del Imperio Bizantino. Mientras que los árabes —que tuvieron la expansión no sólo del califato, sino de una nueva religión monoteísta: el islam— conquistarían Egipto, Sicilia y Siria; los eslavos empezarían a adueñarse de los Balcanes. Muchos de quienes hablan griego comenzaron a hablar el idioma de sus conquistadores.
El mundo del habla griega estaba en un estado de bilingüismo y de diglosia (un habla culta-académica y otra popular), ya que los griegos hablaban los diversos dialectos locales y lo enseñaban las formas arcaicas. Mientras que lo eruditos usaban el aticismo —del dialecto ático griego, que se usó principalmente de forma culta— la gente común lo hablaba en forma vulgar.
Esta evolución de la lengua hablada fue tan rápida que conduce constantemente a una nueva división dialéctica del griego, ya que la lengua oral acusaba rasgos fonéticos, léxicos y gramaticales cada vez más diferenciados. La era bizantina representó el punto de inflexión ya que el griego medieval es el vínculo entre el antiguo y el moderno.
Los bizantinos tomarían nuevamente los Balcanes durante los siglos XI y XII, en el "renacimiento macedónico", pero los perderían con el pasar de los siglos con la división del imperio, que derivó en la creación del Imperio Latino durante la época de las cuartas cruzadas (1204-1261), consolidando la decadencia de Constantinopla frente a uno de los nuevos enemigos históricos: los turcos selyúcidas.
Con la caída del Imperio Bizantino en el 1453 —que en ese momento ya habían perdido gran parte de su territorio y sólo quedaba Constantinopla (hoy Estambul) y la península del Peloponeso—, el griego dejaría de ser un idioma oficial durante cuatro siglos durante el nuevo reinado: los otomanos.
La religión, base para la identidad griega
Durante el Renacimiento Macedónico (867-1056), se daría la separación oficial entre la iglesia católica romana con la ortodoxa de Constantinopla, esto por la expansión de ese credo y que provocaba recelos en Roma, y que quedaría completamente rota a partir del año 1054. Esta división daría identidad a los bizantinos debido a que sería la religión oficial, que permanecería hasta la caída de Constantinopla y con la Catedral de Santa Sofía incluida. Además, el dialecto ático es el que permaneció como idioma de la iglesia ortodoxa.Pero en el imperio otomano, la iglesia ortodoxa sería la "religión oficial" de los griegos, que quedaron como súbditos de los otomanos, mismos que le darían un impulso al nacionalismo y a parte de su identidad. Aunque los otomanos no obligaron a los griegos a convertirse al islam, existía una ferviente discriminación hacia ellos.
El Imperio Otomano y la "resistencia" del griego
La ocupación de los otomanos tendría consecuencias directas para la lengua griega, que se empobreció en términos abstractos y no era apta como medio de educación superior, consecuencia por supuesto de la falta de un sistema educativo organizado.
A los griegos se les dieron algunos privilegios y libertad, pero también sufrían las malas prácticas de su personal administrativo sobre las cuales el gobierno central solo tenía un control remoto e incompleto, Pese que perdieron su independencia política, siguieron siendo dominantes en los campos del comercio y los negocios.
Sólo esta pequeña élite —los prokritoi, que eran recaudadores y burócratas corruptos, y los fanariotas, los empresarios y diplomáticos, que lograron tener respaldo del gobierno sultán— conservó el dialecto ático, entre ella la Iglesia Ortodoxa, que sus dirigentes la veían como la "lengua de la verdadera religión" cristiana.
El Imperio Otomano, a pesar de perseguir a los griegos por la cuestión religiosa, se les toleró el idioma, generando durante gran parte de este periodo un agravamiento de la disglosia. Pero muchos campesinos terminaron prácticamente como siervos y en la pobreza, y se daría un cambio demográfico, donde el ser otomano y musulmán era norma.
Aunque las clases altas siguieron utilizando con fines oficiales la lengua tradicional ática, comenzaron a tomar forma lenguas literarias locales basadas en varios dialectos, principalmente en zonas donde no logaron tener pleno control los otomanos: las islas del Mar Egeo.
Las revueltas que daban los griegos dentro del Imperio Otomano, que eran socavadas, provocaron con los siglos el nacimiento de un nacionalismo que quedaría consolidado a partir del siglo XVII, cuya época se consolidaría el griego moderno.
Una guerra destruiría el Partenón de Atenas
Desde los tiempos bizantinos, el Partenón fungió como una iglesia cristiana dedicada a la Virgen María, aunque muchos de sus tesoros fueron enviados a Constantinopla. Con la conquista de los Otomanos sobre el Imperio Bizantino, se terminó convirtiendo en una mezquita a partir de 1460.Fue durante la Gran Guerra Turca (1683-1699) cuando quedaría en su forma actual. Los venecianos en 1687 decidieron atacar Atenas, lazando un cañón hacia el edificio, dejándolo permanentemente dañado y de la cual es la imagen que conocemos ahora.
En ese mismo periodo otomano se daría un nuevo fenómeno en Europa: la ilustración, ya con las ideas revindicadas del renacimiento e inspirada de los antiguos griegos. Los griegos privilegiados se pusieron en contacto con ideas avanzadas de liberalismo y nacionalismo, y fue entre los fanariotas donde nació el movimiento nacionalista griego moderno en el siglo XVIII.
Esto terminó consolidándose hacia 1821, en medio de la decadencia del Imperio Otomano, se inicia la guerra de la Independencia de Grecia, misma que duraría durante 8 años, hasta 1829 —con el respaldo de Reino Unido, Francia y Rusia—, dando un nueva identidad renovada de la cultura griega: los Filhelenos.
Esta mezcla de nacionalismo, identidad, resistencia y aportación a las culturas que le sucedieron fueron clave para la subsistencia de los griegos a lo largo de los siglos frente a los romanos, los otomanos y durante el ague y caída del Imperio Bizantino.
A diferencia de las culturas asiáticas —que se basan en la raza para identificarse—, lo que unificó a los griegos como pueblo fue la cultura y, principalmente, el idioma y la religión. A partir de esa época se volvería a unificar la lengua, aunque hubo debate sobre si regresar a su enseñanza antigua o mantener la moderna.
Cuando en 1833 Atenas se convirtió en la capital de la Grecia moderna, el dialecto común del Peloponeso se convirtió en dialecto "oficial" de comunicación entre los jóvenes ciudadanos que se reunían allí de todas partes de Grecia. El idioma ateniense, que pertenecía a un grupo bastante conservador, fue reemplazado muy rápidamente por el griego común. Sin embargo, esta forma de lenguaje no se nacionalizó por la reacción de ideas conservadoras que se inclinaban hacia hacia regresar al antiguo.
Este vínculo lingüístico "oficial" entre los antiguos griegos y los modernos viene sólo unos par de siglos atrás, específicamente la "ilustración griega" —inspirada en las ideas francesas posrevolucionarias— de finales del siglo XVIII e inicios del XIX. El poeta Rigas Velestinlís sería uno de los primeros intelectuales que darían esa conexión entre la historia de la antigua Grecia para llevarla hacia la modernidad.
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