Los precios al consumidor en Argentina se aceleraron en febrero último, con un fuerte salto en los alimentos, un preocupante fenómeno que llevó este martes al gobierno a prometer entablar una "guerra contra la inflación".
Según informó este martes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), los precios al consumidor en Argentina experimentaron en febrero pasado una subida interanual del 52.3 por ciento, 1.6 puntos porcentuales por arriba de la variación registrada en enero último.
Asimismo, en el segundo mes del año los precios al consumidor crecieron el 4.7 por ciento en comparación con enero pasado, la tasa más alta desde marzo de 2021 y que encadena cuatro meses de aceleración en el nivel de inflación.
En febrero, el indicador se vio impulsado por una fuerte subida en los precios de alimentos y bebidas: 7.5 por ciento en relación a enero y 55.8 por ciento en términos interanuales, empujando el coste de la cesta alimentaria y, por ende, impactando negativamente en los índices de pobreza e indigencia, ya muy altos en Argentina.
Una inflación estructural que no cede
Horas antes de conocerse los datos oficiales de la inflación, el presidente argentino, Alberto Fernández, anticipó que su gobierno adoptara medidas ante la escalada de precios local, en un contexto global de fuertes subidas en los valores de las materias primas a partir de la invasión de Rusia a Ucrania.
"Les prometo que el viernes va a empezar otra guerra, la guerra contra la inflación en Argentina. Vamos a terminar con los especuladores y vamos a poner las cosas en orden", prometió Fernández en un acto.
El gobierno cerró temporalmente el domingo pasado las exportaciones de harina y aceite de soja y el sector agroalimentario teme un inminente aumento de los derechos de exportación que pesan sobre estos productos, de los que Argentina es el primer exportador mundial.
Senado avanza en la aprobación del acuerdo con el FMI
El proyecto de ley que avala al gobierno argentino a contraer nuevo endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar deudas por unos 45 mil millones de dólares logró este martes el visto bueno para ser debatido en el pleno del Senado argentino.
La iniciativa, ya aprobada la semana pasada por la Cámara de Diputados, logró este martes dictamen afirmativo por parte de la comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado para ser debatido por el pleno de la Cámara Alta.
El trámite ordinario sería que el Senado debata el proyecto dentro de una semana, pero, debido a las urgencias financieras de Argentina, el sector del oficialismo alineado con el presidente Alberto Fernández intentará que el debate se produzca el próximo jueves, en una sesión especial.
Para ello deberá reunir dos tercios de los 72 asientos del Senado para habilitar la sesión, cantidad de escaños que el gobierno confía en reunir gracias al apoyo mayoritario de Juntos por el Cambio, el mayor frente opositor, ya que el sector del oficialismo que responde a la vicepresidenta argentina y titular del Senado, Cristina Fernández, rechaza el acuerdo con el FMI.
Además, será la propia Cristina Fernández, por su rol como presidenta del Senado, quien deba convocar formalmente a sesión especial el jueves. El dictamen a favor del proyecto de ley fue firmado este martes por 16 de los 17 integrantes de la comisión de Presupuesto y Hacienda.
Todos los senadores de Juntos por el Cambio se reunirán este miércoles para definir su posición respecto al tratamiento del proyecto en sesión especial, aunque, en principio, se mostraron favorables a dar el debate y aprobar el acuerdo para que el país no caiga en cesación de pagos.
Si el Senado finalmente convierte el proyecto en ley, se prevé que el directorio del FMI se reúna para aprobar también el entendimiento, último requisito para que el acuerdo entre en vigencia. El gobierno espera que todo ello ocurra antes de la semana próxima, ya que el próximo lunes debería afrontar un vencimiento con el FMI por 958.5 millones de dólares y otro el martes, por casi mil 850 millones.
El pasado 3 de marzo, el gobierno argentino y el "staff" del FMI anunciaron un acuerdo para un nuevo programa de facilidades extendidas que prevé desembolsos totales por unos 45 mil millones de dólares para que Argentina pueda afrontar los pesados vencimientos con el propio organismo entre este año y 2024 derivados del acuerdo "stand by" firmado en 2018, durante el gobierno de Mauricio Macri.
Un combate a la inflación multicausal
Entre uno de sus principales objetivos, el nuevo programa busca atacar la persistente alta inflación de Argentina a través de una estrategia múltiple que implica una reducción de la financiación monetaria del déficit fiscal y un nuevo marco de política monetaria, con tipos de interés reales positivos para apoyar la financiación al Tesoro a través del mercado doméstico.
Según el contenido del acuerdo con el FMI, el Gobierno de Fernández piensa aplicar una "estrategia de desinflación" enfocada en varios frentes y no tan solo monetaria. Esto incluirá reducir en forma gradual el déficit fiscal primario y la financiación del Banco Central al Tesoro, recortando la emisión monetaria, fomentando la demanda de activos en moneda local.
Este déficit fiscal primario, desde el equivalente al 3 por ciento del producto interno bruto (PIB) en 2021, debe reducirse al 2.5 por cieno este año, el 1.9 en 2023 y el 0.9 en 2024.
Estas medidas se complementarán con políticas "voluntarias" de precios e ingresos mediante acuerdos con empresarios y sindicatos para poner un coto a la fuerte inercia de los precios y tratar de desarmar las expectativas inflacionarias al alza.
Achicar la diferencia de dólares en Argentina
También, uno de los objetivos que tiene el gobierno de Argentina es reducir la brecha entre el dólar estadunidense oficial y el que se vende en el mercado negro, conocido popularmente como "dólar blue".
El "dólar blue" es el valor del peso argentino en el mercado negro, más allá de las ventanillas de cambio, esto debido a la escasez de dólares que existe en el país sudamericano, esto ante la falta de confianza de la población al peso argentino, que además de devaluarse tiene una alta presión inflacionaria.
Aunque existe el tipo de cambio oficial, dictado por el Banco Central de la República Argentina, los medios de comunicación suelen tomar el precio del mercado negro como referencia de la verdadera cotización del peso argentino frente al dólar estadunidense.
A diferencia de otros países de América Latina, que solamente contemplan el valor de sus monedas en ventanilla y en interbancario—como lo es en México—, en Argentina existen nueve tipos de dólar, pero generalmente se mencionan cinco, siendo el "blue" de mayor referencia por ser el más caro.
- Dólar oficial: cuyo precio fija el Banco Central
- Dólar blue: el que obtiene en el mercado negro
- Dólar solidario: el fijado por el BCRA, más impuestos
- Dólar contado con Liqui: el que comprado en el exterior más impuestos
- Dólar bolsa: el comprado en el exterior a través de transacciones bursátiles.
dmr