Una inmensa capa de espuma que sale de un río contaminado ha llegado hasta la puerta de las casas de los habitantes de Mosquera, una localidad a 22 kilómetros de Bogotá —y cercano al Aeropuerto Internacional El Dorado— , quienes están cada vez más angustiados por este fenómeno que, aunque no es nuevo, se ha incrementado en la temporada de lluvias que atraviesa el país.
El olor es fétido y el viento se encarga de dispersarlo rápidamente junto a la espuma contaminada, mientras los habitantes del barrio Los Puentes, ubicado a la ribera del río, continúan con su vida cotidiana.
Gonzalo Roa, habitante del sector desde hace 40 años, aseguró que la contaminación del río causa enfermedades respiratorias en los niños y la espuma estropea las puertas y ventanas de las casas. "Ya llevamos muchos años en esta situación", reclamó.
La autoridad ambiental de la zona explicó, a través de su oficina de prensa, que la espuma contaminada está aumentando por la cantidad de detergentes que se vierten en los ríos, sumados a las recientes lluvias.
Ante la situación, la autoridad ambiental está "adelantando operativos de monitoreo, control y seguimiento a los vertimientos para disminuir la generación de éstos", dijo en un video Edwin García, director del Laboratorio Ambiental de la CAR Cundinamarca.
Desde 2020, agregó García, funciona en Mosquera una planta de tratamiento de aguas residuales que tiene entre sus funciones disminuir "la generación de los agentes que puedan generar la espuma". La autoridad ambiental recomienda a la población evitar hacer contacto con la espuma contaminada por posibles afectaciones en la salud de los habitantes.
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