Casi todas las naciones del mundo cuentan con fuerzas armadas, que cubren distintas funciones: desde la asistencia social en su forma más humana, hasta en participación en guerras y la conformación de gobiernos tras un golpe de Estado contra un gobierno democrático. Cada nación ha ido sumando o restando poderes a sus ejércitos, de acuerdo a lo que establece su propia constitución.
Solamente un puñado de países alrededor del mundo no cuenta formalmente con un cuerpo de fuerzas armadas, debido a su tamaño territorial o por contextos históricos. Dos de ellos están en América Latina: Panamá y Costa Rica.
La eliminación de las fuerzas armadas en Costa Rica ha sido un precedente histórico en la región que durante la década de 1970 muchas naciones estuvieron bajo una dictadura militar. Además, no sólo conserva esa política, sino que es un día oficial. ¿Cómo terminó el país centroamericano sin ejército? ¿Por qué ha mantenido esa política? ¿Quién ha mantenido la seguridad en el país en caso de conflicto?
La inestabilidad política desde su independencia
Costa Rica perteneció en un inicio a la República Federal de Centroamérica —integrada por las actuales Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua—, quienes proclamaron su independencia tras la desaparición del Primer Imperio Mexicano con Agustín de Iturbide en 1823.
Chiapas, el miembro 'fugaz' de la república
El estado formó parte de la República Centroamericana de una forma breve, esto debido a los conflictos entre Guatemala y México por el control de la zona, esto tras la Guerra de Independencia y la caída del gobierno de Agustín de Iturbide.En 1823 se buscó hacer una consulta sobre el futuro político de la región, que en ese entonces estaba del lado del país centroamericano, aunque existía una gran disputa entre guatemaltecos y mexicanos por Chiapas.
Fue hasta 1824, que Chiapas decidió sumarse a México, quedando como una zona neutral la zona de Soconusco, mismo que genero disputas territoriales entre la Ciudad de México y Guatemala, mismos que serían resueltos hasta décadas después.
Aunque cada estado tenía autonomía de gobierno, así como establecer sus propias leyes, pero de inmediato se sumaron los conflictos internos entre Guatemala, El Salvador y Honduras. Costa Rica era la única región que cumplía cabalmente sus deberes dentro de la República.
Aunque hubo cierto grado de estabilidad a inicios de 1830 con el gobierno liberal del hondureño Francisco Morazán, la república terminaría fracasando en 1838 por las disputas internas, mismas que generarían una nueva guerra civil, y conllevaría a la separación de Costa Rica, Nicaragua y Honduras.
Costa Rica se volvería ese año en una nación independiente, pero acarearía la inestabilidad en la región con gobiernos derrocados —entre ellos, el intento de Morazán de refundar la República Centroamericana— y la deuda atraía con el Reino Unido. En ese momento, el principal motor de la economía era la cosecha del café.
Fue hasta 1847 con el gobierno de facto de José María Alfaro Zamora cuando se convocó una Asamblea Constituyente para realizar una nueva Constitución, proclamando oficialmente la República de Costa Rica y abandonando el nombre de "Estado Libre".
La Primera República, que abarcaría de 1848 hasta 1949, se daría un crecimiento económico en la región gracias a las exportaciones y los altos precios del café en esa época, mismo que se invirtió en infraestructura y la importación de nuevas tecnologías.
Pero enfrentaba un riesgo, su vecino Nicaragua. En 1854 estalla la guerra civil en Nicaragua ente el Partido Legitimista (conservador) y el Partido Democrático (liberal), este último buscó apoyo militar del filibustero estadunidense William Walker.
Walker, un viejo conocido en tierras mexicanas
En 1853, Walker viajó a Guaymas, en Sonora, en busca de una subvención del gobierno mexicano para establecer una colonia, pero le fue negado. Regresando a San Francisco—ya estando California en manos de Estados Unidos— intentó hacer una expedición militar para conquistar Sonora y Baja California.
Había logrado tomar la ciudad de La Paz—estableciendo la República de Baja California— pero la baja en sus filas y la buena resistencia del gobierno mexicano hizo que retrocediera, primero hacia Cabo San Lucas y después hacia Ensenada, para después regresar hacia Estados Unidos.
Nicaragua ya estaba siendo considerado como el país para la construcción de un canal que uniera el Pacífico con el Atlántico. El magnate de los ferrocarriles, Cornelius Vanderbilt, incluso había obtenido el permiso de transportar pasajeros por el istmo a través de la Compañía Accesoria del Tránsito.
En 1855, Walker zarpa de San Francisco con varios elementos militares —apodados como 'Los inmortales'—hasta las costas de Nicaragua, esto con el consentimiento de presidente demócrata Francisco Castellón, logrando posteriormente la derrota de los legitimistas y se asume como gobernante del país, esto con el reconocimiento del presidente estadunidense Franklin Pierce.
Las acciones de Walker en Nicaragua —como volver a legalizar la esclavitud, hacer del inglés el idioma oficial y hacer de Nicaragua uno estado sueño de Estados Unidos— causaron preocupación en los países vecinos y en los posibles inversores estadunidenses y europeos que temían que buscara más conquistas militares en América Central.
Costra Rica, al ser amenazado en su territorio, el presidente Juan Rafael Mora Porras le declara la guerra a Nicaragua, iniciando el periodo de la "Campaña Nacional", donde se sumarían las antiguas provincias de la República Central para sacar a Walker del poder —que había obtenido a través de elecciones fraudulentas— en diversas batallas militares.
Hasta 1857, Walker es expulsado del poder y el resto de los países reconocen a Patricio Rivas como presidente de Nicaragua. El Ejército de Costa Rica jugó un papel clave en la unificación de los otros ejércitos centroamericanos para luchar contra los filibusteros.
La estabilización económica en Costa Rica, pero con gobiernos híbridos
Los años siguientes, la salud democrática de Costa Rica se deterioraría. El presidente Mora Porras sería derrocado en 1859 y seguirán presidentes de carácter militar, incluido un golpe de Estado en 1870, pero se impulsarían reformas económicas, políticas y sociales —como la Generación del Olimpo, que dio paso a intelectuales y artistas en Costa Rica— así como el reforzamiento de la economía a través de la exportación de café y banano.
En ese mismo periodo, las fuerzas armadas de Costa Rica pasan por un proceso de institucionalización, destinando aún más presupuesto debido al engrosamiento de las filas castrenses, que llegaron a superar los 50 mil elementos para inicios del siglo XX, y la instrucción de nuevas leyes militares.
Los liberales fueron la principal facción política de Costa Rica, impulsando principalmente la economía capitalista liberal (clásica), pero invirtiendo en educación y ciencia. Pero a inicios de siglo llegó a volverse insostenible debido al contexto internacional.
Nace la United Fruit Company en Costa Rica
El empresario estadounidense Minor Keith se estableció en Costa Rica en 1871, cuando el país dependía de sus ingresos principalmente de la agricultura. Para impulsar las exportaciones del ferrocarril hacia Estados Unidos, así como renegociar la deuda del país con Reino Unido, decide tener un campo de cultivos de bananos para exportación.
El crecimiento de las exportaciones del plátanos hacia Estados Unidos hizo que en 1899 hizo que Keith fusionara su empresa "Tropical Trading and Transport Company" con una importante compañía competidora: la "Boston Fruit Company" de su compatriota Andrew W. Preston, de ahí nacería la United Fruit Company, misma que sería clave en la historia de la región por la explotación de trabajadores y corrupción de los gobiernos centroamericanos para el beneficios de las ganancias. El auge de la UFCO derivó en el término despectivo de "repúblicas bananeras".
Fue hasta 1917 cuando se termina la estabilidad en Costa Rica, derivado a la baja en los ingresos de sus exportaciones por parte de las naciones europeas debido a la Primera Guerra Mundial. La creación de la banca pública —que plenamente estaba en manos privadas— y un impuesto del 15 por ciento a las grandes fortunas generó el rechazo del oligopolio empresarial y genero desconfianza en el entonces gobierno de Alfredo González Flores.
Un golpe de estado a manos de se su Ministro de Guerra y Marina, Federico Tinoco, y su hermano, el comandante del Ejército José Joaquín Tinoco, generó un dictadura militar que se caracterizó por las violaciones a los derechos humanos y al poco avance económico.
Varios errores en su gobierno, como el magnicidio del diputado Rogelio Fernández Güell en 1918, su falta de reconocimiento por parte de Estados Unidos —encabezado entonces por Woodrow Wilson— y la falta de inversiones, así como el Movimiento cívico estudiantil de 1919 —iniciado por el recorte de los salarios de los profesores para evitar levantamientos en su contra— generaron su caída y el regreso de la Constitución de 1871.
La crisis económica en Costa Rica ya se hacía presente durante la década de 1920, eso hizo que el gobierno central comenzara en 1921 a destinar más presupuesto a la educación y la salubridad, disminuyendo el del ejército para fortalecer a los policías, este sería el primer paso hacia su desaparición.
La caída de Wall Street en 1929 acentuó, aún más la situación económica en Costa Rica, que generó la caída de sus exportaciones y de sus ingresos, mismo que generó el desgaste político de los liberales en el poder y nacieran partidos de corte socialista, para la defensa de los trabajadores que habían perdido sus ingresos.
La economía no empezó a recuperarse hasta 1936, con el financiamiento de gran cantidad de obras públicas durante el gobierno de León Cortés Castro cuando se estabilizó el precio del café, que se vendía especialmente a Alemania, y se expandió la actividad bananera de la United Fruit Company, mismo que hizo concentrar las exportaciones hacia Estados Unidos al inicio de la Segunda Guerra Mundial.
En esa época se empezaba a abandonar el modelo liberal y se impulsaba el intervencionismo estatal, iniciado en el gobierno de Cortés Castro e impulsado por su sucesor, Rafael Ángel Calderón tras implementar la Reforma Social en 1943, que le generó enemigos entre el oligopolio empresarial y un fuerte respaldo de los comunistas.
La división política en Costa Rica se agrava en el gobierno de su sucesor, Teodoro Picado Michalski, que ganó en unas elecciones polémicas y cuestionadas, que posteriormente dieron a la última Guerra Civil Costarricense.
En su gobierno, las fuerzas armadas ya venían sufriendo un largo proceso de debilitamiento, ya que se encontraban sin organización, sin armamento y con dificultados económicas para sus funciones, ocasionado por una débil inversión del Estado
La Guerra Civil de 1948 y la desaparición del ejército
Aunque Picado Michalski había prometido una reforma electoral, esta no fue suficiente tras las elecciones presidenciales de 1948, que fueron acusadas de irregularidades tras la victoria del opositor Otilio Ulate Blanco, sobre Calderón —quien buscaba la reelección— y que planteó una petición de nulidad al Congreso Constitucional bajo presunto fraude electoral, mismo que fue rechazado.
Tras este hecho, José Figueres Ferrer —quien era empresario cafetalero y defensor de los republicanos durante la Guerra Civil Española, que estuvo en el exilio en El Salvador, Guatemala y México durante el gobierno de Calderón por acusarlo de corrupción— se alza en armas en su finca "La Lucha" y empiezan a tomar varias ciudades de Costa Rica.
La guerra sólo duraría 44 días, ya que Calderón es obligado a salir de Costa Rica tras el ingreso de las tropas de Figueres a la capital San José y éste se exilia en Nicaragua.
Figueres pactaría con Otilio Ulate Blanco para establecer durante 18 meses una junta presidida por el caudillo con el fin de establecer una segunda república, con una nueva constitución y el restablecimiento de la democracia en el país.
En ese momento, Figueres encontró un ejército en desorganización total, mismo que no representaba un peligro para el gobierno, por ello decidió disolver el ejército, haciendo de acto conmemorativo dar un mazazo al Cuartel Bellavista —el actual Museo Nacional de Costa Rica—, mismo que terminó siendo estipulado en la Constitución de 1949.
Ahí se establecería que el Ministerio de Seguridad sería el encargado de mantener una policía nacional de carácter civil, asimismo, Costa Rica se uniría al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca —conocido como el Tratado de Río— donde puede recurrir a fuerzas armadas en caso de una invasión en su contra.
Un gasto mínimo en Seguridad
Debido a los bajos índices de delincuencia en el país, así como la política sin fuerzas armadas, el gobierno de Costa Rica destina menos del 1% de su PIB en seguridad. Esto le ha permitido destinar esos ingresos a otros programas de inversión como la economía y la educación.
Aunque hubo momentos de inestabilidad, entre ellos un intento de golpe de Estado en 1949, se consolidaron las reformas sociales y se crearon instituciones como el Tribunal Electoral; sin embargo, también derivo en la persecución de calderonistas durante la década de 1950.
Costa Rica volvería a entrar en crisis en 1980, ya que pese a que funcionaba como un "estado benefactor", el contexto internacional —la crisis del petróleo y la revolución sandinista en Nicaragua donde derrocan al dictador Anastasio Somoza— así como la caída de los precios del café y del banano y un alto déficit en las arcas estatales, obligó a diversificar la economía de la mano de las políticas neoliberales del Fondo Monetario Internacional.
Aunque en los últimos años se ha producido un agotamiento en el sistema político, Costa Rica se mantiene como uno de los países más estables y desarrollados de toda América Latina, junto a Chile y Uruguay, con una economía diversificada en el ecoturismo y como un agente regional importante junto a Panamá.
dmr