Brasil registró fuertes caceroladas en protesta contra el presidente ultraderechista Jair Bolsonaro, ante el colapso y la falta de oxígeno en los hospitales de la ciudad amazónica de Manaos, que vive una una segunda ola de la pandemia.
"¡Fuera Bolsonaro!" "Bolsonaro genocida" y "Vacuna ya", gritaban enfurecidos desde sus ventanas en distintos barrios de Rio de Janeiro, Sao Paulo o Brasilia numerosos brasileños, que no se manifestaban de esta forma desde mediados del año pasado, cuando el país atravesaba su peor momento de la primera ola.
El estado de Amazonas, que en abril y mayo del año pasado presenció entierros colectivos y el colapso de su sistema de salud, vive desde hace algunas semanas un nuevo repunte que saturó los hospitales y agotó las reservas de oxígeno.
Imágenes en las redes sociales de personas llevando tanques a los hospitales, relatos de médicos teniendo que ventilar manualmente a sus enfermos y de pacientes muriendo asfixiados escandalizaron al país; mientras el gobierno local impuso un toque de queda por diez días para intentar contener la situación.
Este viernes, decenas de personas hacían fila frente a una distribuidora de oxígeno con la esperanza de poder recargar cilindros de oxígeno para familiares internados.
"Es para mi abuela, el último cilindro se está terminando y esta es una recarga, no sé a qué horas voy a llegar, pero creo que lo lograré", confió el joven David Mafra, girando para acarrear el pesado tanque, casi de su altura.
Los temores aumentaron tras la identificación de la región como origen de una variante brasileña del virus que, según los científicos, puede ser más contagiosa.
El director de emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Michael Ryan, advirtió este viernes que "de continuar así las cosas, claramente vamos a ver una ola que será peor que la ola catastrófica de abril y mayo" en la región amazónica.
Falta oxígeno, incluso para bebés prematuros
El gobierno federal informó que está enviando cilindros de oxígeno y empezó a trasladar pacientes por avión hacia otros estados, en un intento de desahogar el sistema de salud de la capital Manaos, ubicada en el corazón de la selva amazónica.
La falta de oxígeno está afectando a todos los pacientes que dependen de este insumo, no solo aquellos internados con covid-19.
Ese es el caso de 61 bebés prematuros que, al límite de agotarse sus cilindros, iban a ser trasladados a otros estados, aunque el Ministerio de Salud informó el viernes que había conseguido abastecer sus reservas de oxígeno para mantenerlos en Manaos por 48 horas más.
El colapso la Amazonía revivió las críticas hacia Bolsonaro y su gestión de la pandemia, que ya ha dejado más de 208 mil muertos en Brasil, un balance superado solo por Estados Unidos.
Asimismo, diversas personalidades se manifestaron en las redes sociales y alzaron la voz contra el mandatario y la grave situación que el país atraviesa. Entre ellos el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien expresó en un mensaje en su cuenta de Twitter su "angustia, preocupación e indignación" con la "situación del pueblo de Manaos".
"Manaos vive una tragedia humana sin precedentes en su historia, preanunciada por el colapso del sistema de salud en el inicio de esta pandemia", añadió Lula, quien agradeció la movilización de artistas, de los gobernadores de otros estados y de Venezuela, que se ofreció a suministrar el oxígeno que está en falta en hospitales. "Desde el primer día como presidente de la República, Bolsonaro insulta a los artistas y a la cultura, a los gobernadores y al pueblo venezolano", subrayó Lula, quien agradeció al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, por su solidaridad.
Bolsonaro vuelve a retrasar programa de vacunación
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció un nuevo atraso de la logística para buscar dos millones de dosis de la vacuna anticovid del laboratorio AstraZeneca fabricadas en India, una noticia que incentivó aún más una jornada de protestas que tuvo lugar en varias ciudades.
"Fue todo acertado para tener disponibles dos millones de dosis. Solo que hoy, en este exacto momento, está comenzando la vacunación en India. Es un país con mil millones (de habitantes). Entonces, se atrasó en uno o dos días hasta que el pueblo comience a ser vacunado allá", declaró Bolsonaro en una entrevista con Rede Bandeirantes.
Brasil, uno de los tres países más afectados por la pandemia del nuevo coronavirus en números absolutos junto a Estados Unidos e India, montó una operación para traer al país dos millones de dosis del inmunizante esta semana y oficializar el inicio de la vacuna en un acto que está previsto para el próximo miércoles en Brasilia.
Sin embargo, el gobierno comunicó el mismo jueves que la aeronave permanecería un día más en el país para ultimar los detalles logísticos y protocolarios con el Gobierno de India, mientras que el presidente admitió hoy que la operación se retrasará unos días más.
"Allá también hay presiones políticas de un lado y de otro. Eso es lo que veo, pero de aquí a dos o tres días, máximo, nuestro avión va a partir y traer esos dos millones de vacunas para acá", manifestó Bolsonaro.
El mandatario, un escéptico del virus que se opuso a las medidas de cuarentena impulsadas por gobernadores y defiende, en cambio, el uso de medicamentos que no tienen su eficacia comprobada contra el covid-19, también eludió el viernes cualquier responsabilidad.
"Terrible el problema ahí [Amazonas], ahora bien nosotros hicimos nuestra parte, con recursos, medios", declaró.
El gigante sudamericano prepara el inicio de su campaña de vacunación contra el covid-19 para este mes, pero el gobierno no ha definido aún una fecha precisa porque está esperando que el regulador sanitario autorice primero el uso de los inmunizantes.
El otro inmunizante que ha pedido la autorización de emergencia en Brasil es la vacuna china CoronaVac, cuyas seis millones de dosis iniciales ya fueron importadas y están en Sao Paulo.
dmr