El Departamento de Estado de Estados Unidos informó a su Congreso que Cuba no cooperaba en los esfuerzos antiterroristas por albergar a dirigentes de la guerrilla colombiana y algunas personas buscadas por ese gobierno. La noticia se dio a conocer en un comunicado de la dependencia entregado el miércoles a la prensa.
Esta comunicación no es igual a la lista de países patrocinadores del terrorismo que difunde anualmente Estados Unidos, pero muestra un elemento más del giro radical de su política hacia la nación caribeña. La Habana no había sido ligada con este tipo de actividades por Washington desde 2015.
Cuba y otros países rechazan sistemáticamente la lista o cualquier tipo de evaluación en esta materia por considerarla politizada según las conveniencias del momento de la Casa Blanca, al tiempo que sirve para justificar sanciones contra otros Estados.
El motivo de Estados Unidos
La justificación del Departamento de Estado para tomar la medida tiene que ver con la presencia en Cuba de miembros del ELN, que viajaron allí en 2017 para iniciar unas negociaciones de paz ahora estancadas con el Gobierno colombiano.
El presidente colombiano, Iván Duque, ha solicitado reiteradamente a Cuba la extradición del líder del equipo negociador de paz y jefe máximo del ELN, Israel Ramírez Pineda, alias "Pablo Beltrán", quien permanece en la isla, acusado por la justicia colombiana de secuestro agravado.
"Citando protocolos de negociación de paz, Cuba rechazó la petición de Colombia de extraditar a diez líderes del ELN que vivían en La Habana después de que el grupo reivindicara el ataque de 2019 contra una academia de policía en Bogotá, que mató a 22 personas e hirió a más de 60", indicó el Departamento de Estado.
Eso "demuestra" que Cuba no coopera con Estados Unidos, según el comunicado, porque Washington "mantiene una alianza de seguridad duradera con Colombia y comparte con ellos el importante objetivo antiterrorista de combatir a organizaciones como el ELN".
“El Departamento de Estado notificó al Congreso que Irán, Corea del Norte, Siria, Venezuela y Cuba estaban certificados...como ‘no cooperando completamente’ con los esfuerzos antiterroristas de Estados Unidos en 2019”, precisa el documento difundido a medios.
Para el caso de Cuba, el comunicado reconoció que es la primera vez en cinco años que la isla ingresa en esta esfera, una cuestión espinosa en las relaciones binacionales y de la que La Habana defendió salir con ahínco luego del deshielo que comenzó el ex presidente Barack Obama en 2014 y cambió en 2017 con asunción de Donald Trump.
Según el comunicado, añade que los guerrilleros permanecieron en la isla al amparo de un protocolo de diálogo de paz avalado también por Noruega, pero que el presidente colombiano Iván Duque, aliado de Estados Unidos en la región, desconoció.
Además, agrega el texto, “Cuba alberga a varios prófugos estadunidenses de la justicia buscados por cargo de violencia política” como es le caso de Joanne Chesimard, más conocida como Assata Shakur y quien tiene asilo político en la nación caribeña desde los años 70.
¿Incluirán a Cuba nuevamente en la "lista negra" de EU?
En la práctica, la medida adoptada hoy es solo un paso previo para incluir a Cuba en la lista de estados patrocinadores del terrorismo, de acuerdo al presidente emérito del centro de estudios Diálogo Interamericano, Peter Hakim, y al profesor de la American University y autor de un libro sobre el proceso de deshielo, William LeoGrande.
"Designar a Cuba como un Estado que ‘no coopera’ es un paso previo para devolverlo a la lista de países que apoyan el terrorismo internacional", algo que depende de la decisión personal del secretario de Estado, Mike Pompeo, argumentó Leogrande.
En teoría, la decisión que ha adoptado el Departamento de Estado también implica que Cuba no puede importar ningún tipo de armamento de Estados Unidos; pero, en realidad, ese tipo de comercio ya está prohibido como parte del embargo que Estados Unidosmantiene desde hace sesenta años sobre la isla y que se ha endurecido bajo el Gobierno de Donald Trump.
En opinión de LeoGrande, "no hay consecuencias prácticas para Cuba" por la designación de hoy, aunque sí sirve para "envenenar" aún más las relaciones bilaterales.
Tampoco la isla sufriría un gran impacto si Estados Unidos decide designarla como patrocinadora del terrorismo, una denominación que tendría meramente un valor simbólico, explicó recientemente a Efe a un ex funcionario del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Fernando Cutz.
Meter a un país en la lista negra de terrorismo implica trabas al comercio y más sanciones, pero sobre Cuba ya pesan todas esas restricciones debido al bloqueo.
dmr