Estados Unidos se dijo el lunes "profundamente preocupado y molesto" por la cadena perpetua impuesta al mecenas turco Osman Kavala, acusado de haber intentado derrocar el gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan.
"Su condena es injusta y contraria al respeto de los derechos humanos, las libertades fundamentales y el Estado de derecho", dijo en un comunicado el vocero del departamento de Estado, Ned Price.
Estados Unidos pidió a las autoridades turcas liberar a Kavala así como a "todas las otras personas encarceladas de forma arbitraria", agregó.
"Seguimos muy preocupados por el acoso judicial continuo a la sociedad civil, a medios, a dirigentes políticos y a responsables del mundo de los negocios en Turquía, en particular por medio de detenciones provisionales prolongadas, de alegaciones excesivamente amplias de respaldo al terrorismo y de cargos por insultos".
Detenido desde hace cuatro años y medio, Kavala es acusado de haber tratado de derrocar el gobierno al financiar manifestaciones antigubernamentales en 2013 y durante el golpe de Estado fallido de 2016. Los abogados del filántropo de 64 años pidieron en vano su absolución por falta de pruebas.
Osman Kavala y su condena
El mecenas turco Osman Kavala fue condenado este lunes en Estambul a cadena perpetua, sin posibilidad de reducción de pena, acusado de haber intentado derrocar el gobierno, constató una periodista de la AFP.
Osman Kavala, que siempre ha negado los cargos de que se le acusa, lleva cuatro años y medio detenido en la cárcel de alta seguridad de Silivri, cerca de Estambul.
Los tres abogados defensores de Osman Kavala llamaron la atención el lunes, durante sus alegatos, sobre la falta de pruebas y la saña que el poder ha puesto en este proceso, eminentemente político.
Solo fue absuelto de la acusación de espionaje.
Entre las reacciones internacionales, tanto la ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, como el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) pidieron el lunes la "liberación inmediata" de Kavala.
La representante de la oenegé Human Rights Watch, Emma Sinclair-Webb, presente en el tribunal, denunció en Twitter el "peor desenlace posible... horrible, cruel y diabólico".
El director para Europa de Amnistía Internacional, Nils Muižnieks, fustigó en comunicado una "parodia de justicia" que "desafía a la sensatez".
Antes del cierre de los debates y de que se retiraran los jueces, Kavala afirmó que "las teorías del complot, presentadas por razones políticas e ideológicas, impidieron un análisis imparcial de los acontecimientos y (los) desconectaron de la realidad"
Desde la cárcel, por videoconferencia y vestido con una camisa blanca impecable, Kavala siguió la audiencia y escuchó el veredicto.
Los tres abogados de Kavala subrayaron que los jueces nunca le preguntaron "dónde estaba" cuando ocurrieron los hechos que se le reprochan.
"No hubo proceso: ustedes no le hicieron una sola pregunta a Osman Kavala", dijo el abogado Tolga Aytöre. "Ni siquiera" le preguntaron si estuvo en el parque Gezi, epicentro de las manifestaciones de 2013 que ocurrieron en todo el país, añadió.
"Dejen los teléfonos"
El último defensor que habló, Ilkan Koyuncu, dijo que "Kavala es acusado de haber desempeñado un papel en el golpe en 2016, pero nadie le preguntó dónde estaba la noche del golpe".
Ante la corte el viernes Kavala denunció la influencia del presidente Erdogan en su proceso.
Como en cada audiencia, unos diez diplomáticos occidentales estaban presentes para dar muestras de su apoyo al hombre detestado por el régimen de Erdogan.
Apodado el "millonario rojo" por sus detractores, Osman Kavala, nacido en París, fue detenido en octubre de 2017.
Desde 2019, El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha reclamado su puesta en libertad.
En febrero, lanzó "un procedimiento de infracción" contra Turquía, una decisión poco habitual que podría dar lugar a sanciones contra Ankara si Kavala no es liberado rápidamente.
RM