En Israel, los ortodoxos llenan la Iglesia del Santo Sepulcro por el "Sábado Santo"

Todos los feligreses que ingresaron al templo ubicado en Jerusalén ya estaban vacunados contra el covid-19; la ceremonia se celebró sin distanciamiento social y con poco uso de cubrebocas.

La Luz Sagrada es para los ortodoxos como el Sábado Santo para los católicos. (AFP)
Editorial Milenio
Jerusalén /

Cientos de clérigos y fieles de las iglesias cristianas orientales aprovecharon la flexibilización de las restricciones contra covid-19 por parte de Israel y colmaron el sábado la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén, venerada como el lugar de la resurrección de Jesús luego de su muerte por crucifixión, para celebrar el "Sábado Santo" de los ortodoxos.

El fuego sagrado iluminó hoy el Santo Sepulcro de Jerusalén. (AFP)

Los fieles acudieron para ver a los clérigos emergiendo del Edículo, una cámara construida en el sitio donde los cristianos creen que Jesús fue enterrado antes de resucitar de entre los muertos, portando el llamado 'Fuego Santo' o 'Luz Sagrada'. Muy pocas personas en la iglesia usaban cubrebocas y nadie aplicó distanciamiento social. Sólo se permitió la entrada a quienes estuvieran completamente vacunados.

Cientos de cristianos en Jerusalén volvieron a presenciar en primera línea el "milagro" de esta ceremonia insignia del Sábado Santo ortodoxo. (AFP)

Cuando sonaron las campanas y aparecieron los principales clérigos de diferentes denominaciones ortodoxas, los fieles encendieron sus velas con ese fuego y pasaron las llamas entre sí. En un minuto, los imponentes muros de la vieja iglesia brillaron por la luz de las velas. La fuente de la llama es un secreto muy bien guardado. El patriarca griego ortodoxo de Jerusalén, Teófilo III, dirigió el ritual.

Ante el clamor de la gente, el patriarca Teófilo III apareció con dos ramilletes encendidos de 33 velas, una por cada año que vivió Jesucristo. (AFP)

La escena en la iglesia contrastó marcadamente con la del año pasado, cuando apenas unos cuantos líderes religiosos asistieron a la ceremonia centenaria en un entorno casi vacío impuesto por la pandemia.

Israel ha relajado significativamente las restricciones, incluso el uso de cubrebocas en público, después de una campaña de vacunación líder en el mundo. Sin embargo, los viajes aéreos al país siguen siendo limitados y requieren que los recién llegados se sometan a cuarentena.

Según la tradición, el fuego sagrado desciende cada año del cielo y prende una llama con la que se ilumina la penumbra del Santo Sepulcro. (AFP)

En años normales, las fiestas cristianas, incluidas la Navidad y la Pascua, atraen a decenas de miles de turistas y peregrinos a los lugares sagrados de Jerusalén y Belén. Muchos países siguen restringiendo las celebraciones normales de la Pascua ortodoxa.

En Líbano, por ejemplo, aplicó un toque de queda de 24 horas diarias para frenar la propagación del covid-19, desde el sábado hasta el martes por la mañana. A las iglesias se les permitirá celebrar la misa de Pascua y las oraciones sólo al 30 por ciento de su capacidad, y requieren permisos especiales.

Esta ceremonia es la más emotiva de la Semana Santa ortodoxa, y contrastó en gran medida con la del 2020. (AFP)

dmr

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