La promesa de campaña del presidente Donald Trump de erigir un muro en la frontera entre Estados Unidos y México se ha visto envuelta en disputas transfronterizas y recibió la oposición de los legisladores demócratas que deciden sobre los fondos del gobierno.
Pero en medio del estancamiento político, una ola de empresarios, recaudadores de fondos y especuladores de Estados Unidos han tomado el asunto en sus propias manos.
Aprovechando la indignación de Trump por los miles de migrantes que ingresan cada año a Estados Unidos, varias decenas de ciudadanos han fundado organizaciones, abrieron páginas de GoFundMe y crearon comités de acción política para recaudar fondos destinados a financiar el muro o apoyar a candidatos afines.
En total, más de 25 millones de dólares han sido destinados a estos fondos, la gran mayoría a una empresa liderada por un veterano de la Fuerza Aérea que se ha convertido en la cara más visible de la campaña para la recaudación de fondos.
¿Quiénes están pagando la cuenta?
Estadunidenses como Arlene Mackay, de 80 años, una ganadera de Montana que donó mil dólares en enero a lo que ella pensaba era una multimillonaria recaudación de fondos, llamada We Build the Wall, para construir un muro fronterizo. De hecho, su dinero fue a una empresa diferente con un nombre similar: Build the Wall.
"Pensé que podría estar comprando un pedazo del muro", dijo Mackay, cuando se le informó que la donación no había alcanzado el objetivo previsto. El dinero, dijo, podría haberse ido a comprar media vaca. "Solo voy a decir que será mejor que sea muy cautelosa de ahora en adelante".
En total, según una investigación de Reuters, más de 330 mil estadunidenses han recurrido a sus propias billeteras para aportar a campañas para el financiamiento de un muro fronterizo.
Con sus inversiones han llegado grandes promesas, pero pocos resultados concretos. El impacto más notable hasta el momento: media milla de cerco en el este de Nuevo México, construido por el mayor recaudador de fondos del muro fronterizo.
Incluso ese proyecto ha sido objeto de preocupaciones regulatorias. Mientras, empresarios y comités de acción política fracasados han dejado atrás a algunos clientes y donantes decepcionados.
Pero aún cuando estos esfuerzos no generan un muro fronterizo completo, algunos partidarios no se arrepienten.
"No espero que una organización privada realmente lo termine, pero lo que espero es que resuene con otros políticos y el gobierno, y muestre que tenemos un movimiento", dijo Richard Mills, de 68 años, un trabajador de tecnología de la información en Ohio, que donó 400 dólares a dos recaudadores de fondos para el muro fronterizo.
Fondeando el muro
Los analistas del gobierno de Estados Unidos se han mostrado escépticos sobre la necesidad de sellar la frontera mexicana con casi 2 mil 100 kilómetros más de muro. Cada nuevo kilómetro de cercas y barreras costaría más en instalación y mantenimiento, concluyó un informe del Servicio de Investigación del Congreso de 2016.
Y luego está el costo de construirlo: 21 mil 600 millones de dólares, según un informe interno del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
La idea de cerrar la frontera de Estados Unidos con México ha sido una obsesión de Trump, desde que su promesa de campaña de junio del 2015 de construir un "gran, gran muro en nuestra frontera sur" se transformó en un imán para los votantes enojados por la migración.
Desde su elección, los planes del muro se han estancado. Cuando el Congreso se negó a cumplir con las solicitudes de Trump de fondos de miles de millones de dólares para el muro forzó el cierre del gobierno por 35 días a fines del 2018. El mandatario luego declaró una emergencia en febrero, una maniobra suspendida en los juzgados.
Mientras tanto, han surgido un puñado de campañas de recaudación de fondos para solicitar dinero en efectivo de fervientes que quieren que se construyan más millas de muro.
Los grupos están dirigidos por veteranos de guerra, ex funcionarios del gobierno e incluso un niño de siete años de Texas que recaudó dinero con un puesto de chocolate caliente.
Ray Nurnberger, gerente general de un aserradero de Long Island, donó más de 300 dólares a tres eventos diferentes para recaudar fondos para el muro fronterizo durante el año pasado, incluso cuando estaba ahorrando para una boda y se preparaba para mantener a su primer hijo.
"Seguiré dando, porque no quiero que mi hijo no pueda encontrar un trabajo, o tenga que competir con personas que no vinieron aquí legalmente", dijo Nurnberger, de 46 años.
Sus donaciones siguieron un camino tortuoso, al igual que otras contribuciones una vez que dejan las manos de sus donantes.
El primer destino del dinero fue a Border Wall Foundation, una organización sin fines de lucro creada en 2018 por Ken Downey, un veterano de guerra y ex supervisor de comunicaciones de la Patrulla Fronteriza, quien dijo que lo hizo como una lección de educación cívica para su hija adolescente.
Publicaron un sitio web, crearon páginas de redes sociales, pero recaudaron solo 2 mil 450 dólares, que él tiene en una cuenta mientras continúa recaudando más fondos.
"Si algún día nos frustramos demasiado y decidimos renunciar (...) lo donaríamos a otro esfuerzo para construir el muro", dijo Downey, del estado de Washington.
Luego, Nurnberger le dio 100 dólares a un recaudador de fondos para el muro fronterizo de la Asociación Nacional de Alguaciles en marzo de 2018.
En septiembre del mismo año, los alguaciles decidieron donar sus fondos, que en ese momento totalizaban alrededor de 25 mil dólares, a otra campaña sin fines de lucro, Fund the Wall, fundada por un profesional de tecnología de Maryland, Quentin Kramer, que había registrado el nombre de dominio web antes de que Trump se presentara a la presidencia.
El día en que las donaciones de los alguaciles comenzaron a llegar al grupo de Kramer, en el condado de Bristol, Massachusetts, el Sheriff Thomas Hodgson apareció en la televisora FOX para promocionar el sitio web de recaudación de fondos de los alguaciles.
Se entregaron donaciones: 100 mil dólares llegaron esa semana, dijo Kramer.
Pero el esfuerzo ya había encontrado su propio muro. El plan de Kramer era enviar donaciones al Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos para su uso en la construcción de muros.
El organismo dijo que no podía tomar el dinero y le comentó a Kramer que "no tenía los recursos para procesar donaciones externas en este momento".
Hodgson le dijo a Kramer que los alguaciles ya habían estado hablando con el departamento y que podían eliminar la burocracia.
En noviembre, Hodgson presentó un formulario a nombre de Fund the Wall, ofreciendo donar 100 mil dólares al Departamento de Seguridad Nacional, estipulando que la agencia "solo puede usar este regalo para construir barreras fronterizas en la frontera sur de Estados Unidos", según el formulario, revisado por Reuters.
El departamento dijo que su oficina que procesa los regalos no había visto el formulario y que no tenía "información que ofrecer sobre el estado de una donación". Hodgson dijo que volvería al organismo para averiguar qué sucedió.
Hoy, los 100 dólares de Nurnberger se encuentran en la cuenta bancaria de Fund the Wall, junto con 222 mil 267 dólares en otras donaciones. Nurnberger dijo que no tenía idea de dónde había aterrizado su dinero, hasta que fue contactado por Reuters.
"Supongo que ese enfoque no era la manera correcta de hacerlo, porque parece que no tienen la capacidad de entregar ese dinero al Departamento de Seguridad Nacional", sostuvo.
"Build the Wall"
Mientras tanto, Nurnberger ya había donado otos 100 dólares a un recaudador de fondos del muro fronterizo, uno lanzado en la plataforma de recaudación de fondos en línea GoFundMe en diciembre del 2018.
Ese esfuerzo, inicialmente llamado "We The People Will Fund The Wall (Nosotros el pueblo financiaremos el muro)", fue encabezado por Brian Kolfage.
Kolfage, un amputado veterano de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, anteriormente dirigía una compañía que hizo millones de dólares manejando páginas de derecha.
La recaudación de fondos para el muro fronterizo logró 20 millones de dólares de donaciones en un mes, y fue promovida por destacados escépticos de la inmigración, como el ex jefe de campaña de Trump, Steve Bannon, y el ex secretario del Estado de Kansas, Kris Kobach.
Al principio, Kolfage se comprometió a enviar donaciones al gobierno de Estados Unidos. Pero en enero, actualizó el sitio GoFundMe para decir que su equipo había decidido usar el dinero para pagar a contratistas privados y construir el muro por su cuenta, cambiando el nombre de la recaudación de fondos a "We Build the Wall".
Bajo las reglas de GoFundMe, eso significaba que los donantes recuperaban su dinero. Pero la mayoría de ellos, que representaban 14 millones de dólares, se quedaron con Kolfage. Con más de 11 millones de dólares en nuevas donaciones, ahora ha recaudado más de 25 millones de dólares.
A fines de mayo, Kolfage dio a conocer los primeros frutos de su proyecto: una valla de acero en una propiedad privada cerca de la frontera entre Estados Unidos y México en Sunland Park, Nuevo México.
El muro, que Kolfage dijo que costó alrededor de 7.5 millones de dólares, inmediatamente encontró resistencia de funcionarios locales y tuvo problemas de permisos pero avanzó.
La barrera, de unos ocho kilómetros, no logró sellar completamente la frontera cercana a Sunland Park. El video muestra a los migrantes que cruzan la frontera a unos pocos metros de distancia.
"Tienes que comenzar en alguna parte, así es cómo lo vemos", dijo Kolfage, comparando la frontera con una manguera con fugas que debe estar parchada en varios puntos.
Los Comités de Acción Política
El muro fronterizo de Trump se ha convertido en un imán para los Comités de Acción Política (PAC), organizaciones independientes que operan con menos reglas que las campañas sobre contribuciones y gastos.
Después de la elección de Trump, se lanzaron al menos cuatro PAC orientados a apoyar el muro y a candidatos políticos de ideas afines. Los cuatro no generaron mucho dinero, pero confundieron a algunos donantes.
"Pensé que iba a ir directo al muro", dijo Chris Kilsdonk, de 63 años, quien dirige una pequeña empresa para el alojamiento y el cuidado de perros en las zonas rurales de Montana.
Dio 400 dólares a Raise the Wall, un comité iniciado por un consultor político republicano en los suburbios de la capital Washington.
Kilsdonk hizo la donación después de leer "muchos artículos en Facebook". Dijo que no sabía que le estaba dando a un comité político.
Chris Marston, tesorero de Raise the Wall, dijo que creó el PAC en 2017 para un cliente, Mike Khristo, un diseñador web y comercializador de Internet en California. Se suponía que los donantes recibirían ladrillos grabados, pero Marston dijo que eso resultó ser demasiado caro.
"Los costos de recaudación de fondos consumieron toda la cantidad que recaudaron", dijo Marston.
Raise the Wall recibió 13 mil 246 dólares, pero no dio dinero para apoyar a los candidatos antes de que terminara seis meses después. Khristo declinó hacer comentarios.
Otro PAC, Build the Wall, comenzó en enero de 2018, fundado por dos consultores políticos de California, Tommy Knepper y Briana Baleskie. Knepper dijo que el plan era recaudar fondos para los candidatos del Senado republicano en 2018, pero su comité no ganó terreno, recaudando 14 mil 764 dólares pero sin dar nada para apoyar las campañas.
Knepper dijo que no ganó dinero con Build the Wall, y Baleskie, la tesorera, dijo que ella le devolvió un par de contribuciones mal dirigidas.
Señalaron que tienen la intención de cerrarlo. "No queremos frustrar a la gente", dijo Baleskie.
Los profesionales políticos no fueron los únicos involucrados. Daniel Schramek de St. Petersburg, Florida, es un voluntario de la campaña de Trump, que una vez fue sancionado por el Tribunal Supremo de Florida por ejercer la ley sin una licencia.
Schramek comenzó el PAC Great Wall of America en 2017. El comité recaudó 700 dólares, que Schramek dijo que pretende reembolsar a los donantes. "Es mucho trabajo hacer que las personas donen dinero", dijo.
dmr