Mientras la sociedad española permanece en sus casas por el estado de alarma decretado por el gobierno para evitar que aumenten los contagios por coronavirus, los animales han comenzado a tomar un espacio que, hasta el momento, parecía destinado únicamente al ser humano.
En los últimos días se han visto pasear por las calles de Madrid pavorreales, decenas de gatos y jabalíes, que han salido de sus espacios para buscar desesperadamente alimento.
Los pavorreales que engalanan los jardines de Cecilio Rodríguez, uno de los más bonitos del Parque del Retiro, han saltado las bardas para ir en busca de comida; en las redes sociales incluso se pueden ver las maniobras de estos animales que merodean las solitarias calles.
Lo mismo pasa con los gatos, muchos de ellos han sido echados de los hogares y se les ve ya unidos a la gran colonia que vive también en el Retiro; mientras que los jabalíes salen del campo para buscar alimento, sobre todo en la zona norte de la ciudad. Lo hacen en grupo y en pleno día.
El Partido Animalista, Pacma, solicitó al ayuntamiento de Madrid sobre las medidas de protección y mantenimiento que el consistorio proporcionará a estos animales durante la crisis.
“Los vecinos dudan haber visto acceder al personal a las instalaciones durante los últimos días, por lo que se desconoce por completo si están siendo atendidos y alimentados”, protestó.
Además, la Federación de Asociaciones Protectoras y Defensa Animal de la Comunidad de Madrid denunció que, desde hace menos de una semana, se ha prohibido el acceso al Parque del Retiro y al parque Juan Carlos I a las gestoras autorizadas para la alimentación de las colonias felinas.
Confirmaron que las aves no están siendo alimentadas y que, en su desesperación, han saltado las vallas en busca de comida. En la misma situación de falta de alimento se encuentran peces, tortugas, patos y cisnes.
A raíz de estas protestas, y de los propios ciudadanos, el ayuntamiento indicó que los operarios “se van a hacer cargo de la alimentación de los animales”.
Mientras tanto, también empiezan a verse perros vagabundear, algo insólito en la ciudad ya que aquí no existen perros callejeros. Ante la emergencia, las personas han dejado en segundo término a sus animales de compañía y algunas los han empezado a abandonar. En España hay 13 millones de mascotas censadas según datos de la Red Española de Identificación de Animales de Compañía (REIAC).