Científicos de la Universidad de Varsovia, en Polonia, descubrieron un cáncer en la nariz y faringe de una momia embarazada egipcia, conocida como La Dama Misteriosa y que fue hallada a principios del siglo XIX en la ciudad de Tebas.
Los científicos descubrieron el cáncer durante el examen radiológico de momias del antiguo Egipto, que se realizó como parte del Proyecto Momia de Varsovia, que lleva a cabo la Universidad de Varsovia en conjunto con el Museo Nacional de Varsovia, Affidea, General Electric Healthcare y Gray Group.
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En el blog del proyecto, indicaron que la momia fue sometida igual que otras a radiografiás y tomografías computarizadas.
Tras analizar los datos, se detectaron cambios en los huesos craneofaciales, correspondientes a una actividad similar a la observada en el cáncer de nasofaringe (NPC).
Además de que las imágenes de la tomografía detrás del hueso detrás de la órbita del ojo izquierdo, presentan características que pueden identificarse como la presencia de un pequeño tumor, posiblemente el lugar de metástasis.
Los especialistas resaltaron que en esta etapa de la investigación, se puede decir que las alteraciones en los huesos pueden ser debido a una enfermedad neoplásica, que en este caso probablemente provocó la muerte de la joven embarazada.
Sin embargo, como en el caso de sospecha de cáncer en un paciente vivo, se buscará realizar exámenes histopatológicos para confirmar la enfermedad y observar más de cerca el cáncer a nivel celular y en una etapa genética.
Explicaron que este tipo de cáncer potencial es interesante debido al hecho de que es mucho más común en ciertas regiones del este de Asia y África que en otras partes.
Asimismo, los inmigrantes de esta parte del mundo que viven en otros lugares la padecen con más frecuencia que la población original, en sus nuevos países, por lo que se piensa que puede haber una fuerte predisposición genética.
No obstante, resaltaron que los factores virales y dietéticos también pueden ser muy importantes, pero actualmente se desconoce hasta qué punto.
Por ello, presumieron que la investigación de la Dama Misteriosa, que a diferencia de la población actual no estuvo expuesta al humo del cigarrillo, ni al alcohol fuerte (los antiguos egipcios solo conocían la cerveza y el vino), puede proporcionar una nueva perspectiva sobre los factores del cáncer.
¿Cómo pueden ayudar las momias antiguas a curar el cáncer?
Los científicos comentaron que una suposición falsa común es que el cáncer es una enfermedad moderna, pero no lo es, ya que el caso más antiguo conocido, es el de un individuo homínido que vivió en Sudáfrica hace 1.7 millones de años, mientras que el Homo Sapiens apareció hace unos 300 mil años.
Esto demuestra que el cáncer ya ha afectado a los primeros homínidos e incluso, es una de las enfermedades más antiguas documentadas en la historia humana.
Actualmente, la afección depende de muchos factores, como la edad avanzada, el consumo de tabaco y alcohol, la obesidad, ciertos tipos de infecciones virales como el virus del papiloma humano (VPH) y la predisposición genética.
Es posible que los cambios en el entorno y el estilo de vida aumenten su frecuencia. Entre otras cosas, esta última pregunta puede responderse investigando el cáncer en tejido antiguo preservado, como el de la momia en cuestión.
FLC