La oposición israelí liderada por el ex primer ministro Benjamín Netanyahu perdió hoy la votación de una cuestión de confianza que presentó ante el Parlamento israelí para tumbar la coalición gubernamental de Naftali Benet, en crisis tras perder la mayoría parlamentaria y con graves discrepancias internas.
El partido derechista Likud de Netanyahu y Shas y Judaísmo Unido de la Torá, formaciones ultraortodoxas y socias del líder opositor, presentaron dos mociones que fracasaron al no alcanzar el apoyo de una mayoría mínima de 61 diputados en una Cámara de 120 escaños.
Con ello, la amplia coalición de gobierno encabezada por el actual primer ministro, Naftali Bennett, consigue capear una primera medida en su contra tras retomarse hoy la actividad parlamentaria después de un largo receso de casi dos meses.
La cuestión de confianza tenía peso más bien simbólico y pocas implicaciones prácticas, ya que más allá de ganar la votación, la oposición habría tenido que presentar por ley una propuesta de gobierno alternativo para materializar la moción, algo inexistente.
El Ejecutivo de Bennett, en el poder desde hace menos de un año, está en la cuerda floja después de que una diputada retirara su apoyo a la coalición el pasado abril, dejándola con 60 escaños y haciéndole perder la estrecha mayoría que mantuvo hasta entonces.
Idit Silman, la parlamentaria que desertó en abril, era miembro del partido ultranacionalista Yamina del mismo Bennett, y se considera que detrás de su retirada de respaldo al gobierno estuvo Netanyahu, quién maniobra para volver al poder tras haber sido desbancado el año pasado después de 12 años consecutivos como primer ministro.
A esto se sumó otra escalada de tensión en el conflicto palestino, israelí desde finales de marzo, que se ha saldado con 18 israelíes muertos en seis ataques cometidos por árabes, israelíes y palestinos.
Esta situación, a la que se sumaron enfrentamientos violentos en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, creó más inestabilidad y enarboló a los sectores más radicales del arco político.
El partido árabe islamista Raam, que aporta a la coalición cuatro diputados, anunció hace tres semanas que "congelaba" su participación en el gobierno presionado por su electorado, a raíz de los choques violentos en la explanada.
La formación no ha cambiado aún esta postura, y en línea con ella, estuvo ausente hoy en la votación de la cuestión de confianza. Sin embargo, su líder, Mansur Abás, estaría dispuesto a buscar acuerdos para mantener a flote la coalición, que por ahora sobrevive, pero está sujeta a cada vez más inestabilidad.
RM